Martes 13: El origen de la frase "ni te cases ni te embarques"
CIUDAD DE MÉXICO, agosto 13 (EL UNIVERSAL).- El martes 13 es una fecha que ha adquirido una reputación siniestra en diversas culturas, especialmente en las comunidades latinas.
Esta superstición, arraigada en el temor al número 13, también conocido como trezidavomartifobia, se amplifica cuando coincide con un martes, día que ya de por sí se asocia con el dios romano Marte, deidad de la guerra y la destrucción.
Por esta razón, el refrán "En martes, ni te cases ni te embarques" ha perdurado a lo largo del tiempo, advirtiendo a las personas que eviten tomar decisiones importantes o embarcarse en nuevos proyectos en esta fecha.
La aversión al número 13 tiene múltiples orígenes. En la tradición cristiana, se relaciona con la Última Cena, donde Judas, el apóstol traidor, fue el invitado número 13. Además, en la mitología nórdica, se asocia con Loki, un dios embaucador que trajo el caos a un banquete de dioses cuando fue el decimotercer invitado.
Esta connotación negativa del número se trasladó a las costumbres cotidianas, provocando que, por ejemplo, muchos edificios y aviones omitieran el número 13 en sus numeraciones para evitar la incomodidad de sus ocupantes.
El origen del refrán "ni te cases ni te embarques"
De acuerdo con el antropólogo cultural Rafael Salazar, el refrán "En martes, ni te cases ni te embarques, ni de tu casa te apartes" refleja la profunda desconfianza hacia el martes 13. El refrán surge como una advertencia que sugiere evitar comenzar proyectos personales o laborales en un día como ese, ya que se cree que podría impedir que se logren los resultados esperados.
Además, la frase "ni de tu casa te apartes" subraya la idea de que incluso salir de casa podría resultar en una desgracia. Esta creencia se arraiga no solo en la historia cristiana, sino también en antiguas mitologías y eventos históricos que, para algunos, ocurrieron el martes 13.
En cuanto al martes, su relación con el dios romano Marte, conocido como el dios de la guerra, añade una capa de peligro y conflicto. Marte, como símbolo de violencia y sangre, hizo que los romanos consideraran el martes como un día poco favorable para actividades que requerían buena suerte o bendiciones, como casarse o emprender un viaje.
En culturas como la griega y la española, esta superstición también está presente. En algunos casos, el martes 13 se ha relacionado con eventos históricos desafortunados, como la caída de Constantinopla o el día en que se derrumbaron las torres gemelas (martes 11 de septiembre), lo que ha reforzado aún más el mito.
En otras culturas, como la egipcia y la turca, el martes también era considerado un día aciago, es decir, un día que trae consigo desgracia, tristeza o sufrimiento. Sin embargo, para otros, esta fecha ha sido reinterpretada como un símbolo de buena fortuna, desafiando la mala reputación que se le ha atribuido.