MasterChef: una noche a puro refrán, de la mano de Damián Betular
La noche de domingo, como es habitual, marcaba una nueva gala de eliminación en Masterchef. Los participantes se encontraban muy tensos, a medida que preparaban sus platos centrados en un rack de cordero. Y con el objetivo de distender los ánimos, el jurado Damián Betular se divirtió durante unos instantes repasando algunos refranes.
Cuando le tocó prepararse en su estación, la participante Silvana Diaz sorprendió a todos al mostrar que estaba leyendo un libro de refranes. Wanda Nara pensaba que se trataba de un volumen con todo tipo de recetas, pero la participante la corrigió: “Son refranes, por las dudas que quieras que te lea alguno. Uno que viene en esta noche es. “La avaricia rompe el saco”, y esto es porque los domingos es un día para ir a cosas seguras”. A continuación, y a pesar que los especialistas la miraban de forma curiosa, Silvana no cesó en su intención por leer otro refrán, y así exclamó: “Tropezar y no caer, buen aviso es”.
Más adelante y en el transcurso de la prueba, Damián Betular se acercó a darle varios consejos a Silvana, pero sin dudarlo le pidió el famoso libro de refranes. Y mientras los participantes se concentraban en sus preparaciones, el jurado recitó: “Una vez engañan al prudente, y dos al inocente”. De ese modo, el especialista procuró distraer y divertirse con el curioso artículo que llevó la cocinera amateur.
Una noche de final atípico
Al comienzo de la noche, y cuando se ubicaron en sus estaciones, los participantes se encontraron con las temidas cajas misteriosas, que esta vez tenían cordero en su interior. Silvana se mostró muy contenta ante esa pieza, y Betular exclamó: “Eso es un rack de costillas de cordero. Es una carne muy delicada que necesita acompañamiento muy delicado. Hoy van a tener sesenta minutos para hacer un plato libre con ese rack, junto a un acompañamiento o guarnición, y una salsa. Tiene que quedar dorado, jugoso en el centro, y se limpia de una manera muy particular”.
En ese momento, Donato de Santis pasó al frente y dijo: “Quiero que vengan acá adelante, y les voy a hacer una demostración sobre cómo pueden limpiar este rack de cordero”. Luego de eso, el chef especialista les enseñó a los participantes cómo manipular y de qué modo se debe limpiar esa pieza, alertándolos a todos sobre la importancia de descartar una pequeña membrana que puede afectar “el gusto al paladar”. Por último, Germán Martitegui le dijo a los chefs: “Quiero sentir que estoy comiendo en un muy buen restaurante”.
Luego de pasado el tiempo establecido para cocinar, los participantes acercaron sus platos. Y si bien todos obtuvieron muy buenos resultados, Daniela y Silvana se encontraron en la cuerda floja.
Daniela recibió una gran cantidad de elogios con su cordero, y Donato aseguró que para ganar el certamen, todos debían cocinar como ella, mientras Martitegui agregó: “Todos tus universos están acá, la ensalada está fresca, todo quedó bien, y la cebolla de verdeo frita es un gran hallazgo”. Por su parte Betular destacó: “A la presentación le falta altura, tenía miedo con eso”.
Por su parte, Silvana llevó un cordero con salsa de vino blanco y puré de papas con cabutia, y subrayó: “Estoy conforme con mi plato, pero la carne de cordero no es de mis preferidas”. Los especialistas procedieron a la degustación, y el primero en tomar la palabra fue Martitegui: “No sé en qué cabeza entra mezclar esa cebollas con el zapallo, nunca en mi vida se me hubiera cruzado esto, y por eso no entiendo cómo te quedó tan bien. A mí me sorprende cuando alguien mezcla algo que yo no hubiera hecho y queda bien, quizá habría que trabajar un poco en la presentación. Sos cabeza dura, pero esta vez te salió bien”.
Luego de debatir quién se quedaba afuera, los jurados resolvieron que nadie iba a quedar eliminado, como producto del gran nivel demostrado durante esa noche. Wanda se mostró muy sorprendida, y concluyó: “No puedo creer lo que acaba de pasar, cinco platos casi perfectos, y ninguna eliminación”.