Matt Damon, en medio de su tour gastronómico por Buenos Aires: “Me encanta la Argentina”

Matt Damon, en medio de su tour gastronómico por Buenos Aires: “Me encanta la Argentina”
Matt Damon, en medio de su tour gastronómico por Buenos Aires: “Me encanta la Argentina” - Créditos: @Patricio Cabral

Desde que arribó a la Argentina, Matt Damon no para. Mientras está trabajando en un proyecto laboral del que todavía no se sabe mucho, el actor aprovechó su estadía para remodelar el departamento de una de sus hijas y para disfrutar de toda la gastronomía típica de nuestro país. De hecho, este miércoles, las cámaras de Socios del espectáculo lo captaron a la salida de una famosa parrilla en el barrio de Palermo y el galán de Hollywood dijo algunas palabras sobre cómo está viviendo estos días en Buenos Aires.

El actor Matt Damon saliendo de una parrilla en Palermo
El actor Matt Damon saliendo de una parrilla en Palermo - Créditos: @Patricio Cabral

“ Hola chicos, estoy muy contento de verlos ”, expresó Damon al toparse con las cámaras. Y si bien todo el tiempo mantuvo una sonrisa en el rostro y fue muy cordial con la prensa, el actor y su familia -que se mueven sin guardaespaldas por la ciudad- mostraron cierta incomodidad al no estar acostumbrado a este tipo de exposición mediática en la calle.

“¿Te gusta nuestro país?”, pregunto la cronista del matutino, intentando sacarle alguna palabra más. “Por supuesto, me encanta, sí” , contestó el protagonista de Misión rescate, quien ha venido en otras ocasiones para visitar a la familia de su esposa, Luciana Barroso.

Tras asegurar que es fanático del tango, el artista se mostró muy agradecido cuando la movilera elogió su hermosa familia. “Muchas gracias, lo aprecio”, lanzó mientras intentaba cruzar la calle junto a ellas. Y antes de hacerlo, volvió a girar para dejar un mensaje final: “Que tengan un lindo día”.

A lo largo de estos días, a Damon no solo se lo vio comiendo en distintos restaurantes porteños sino que también se lo vio haciendo las compras en un supermercado y en una blanquería de la calle Santa Fe. Por no mencionar la predisposición que mostró con sus fanáticos, que le pidieron fotos y autógrafos a toda hora.

Matt Damon, su esposa, sus hijas y su suegra, en Puerto Madero
Matt Damon, su esposa, sus hijas y su suegra, en Puerto Madero - Créditos: @Patricio Cabral

Según lo que trascendió, el actor de Identidad desconocida no solo vino al país por compromisos laborales (un proyecto de entrevistas para una plataforma de streaming) sino también para supervisar la remodelación del departamento de Alexia, la hija que Barroso tuvo en su matrimonio anterior pero que Matt adoptó como propia. Además, son parte de la comitiva sus otras tres hijas: Isabella, Stella Gia.

El lunes, Damon y su familia fueron fotografiados ingresando y saliendo de un restó de comidas típicamente italianas ubicado en Puerto Madero, y el domingo, a las 11 de una mañana fría y soleada, habían viajado hacia un country ubicado en la zona norte de Buenos AiresEn ese lugar, los anfitriones los recibieron con una mesa irresistible.

El primer paso del menú consistió en una picada mientras el famoso asado argentino avanzaba en su cocción. La sobremesa fue extensa, lo suficiente como para permitirle al actor, su esposa y sus hijas volver a su departamento ubicado en la capital para concluir la tarde de domingo relajados y sin perderse el partido de Boca Juniors a través de la TV.

Se sabe que Damon es hincha del club xeneize por influencia de su familia política, y en alguna ocasión hasta disfrutó de ver un partido en vivo. “La cosa más loca que he visto sin lugar a dudas fue un partido de fútbol en Argentina”, aseguró en el programa Hot Ones (Picantes). “Tuvimos que pasar por tres controles policiales. Había vallas con alambres de púa, es decir, era una locura total. Había policías con equipo antidisturbios”, explicó sorprendido.

El partido en cuestión fue entre Boca y Tigre en cancha de Racing, en 2008. “Nuestro equipo ganó, pero debíamos quedarnos allí porque necesitaban tiempo para que el otro equipo se vaya del barrio. Había que darles como 45 minutos para eso. Cuando nos dejaron salir, en realidad nos retuvieron como en una especie de jaulas. Fue realmente loco”, recordó.