Maximiliano Montenegro: del sueño cumplido al valor de la diversidad y los desafíos de Milei

Maximiliano Montenegro se suma a la renovada programación de LA NACION+
Maximiliano Montenegro se suma a la renovada programación de LA NACION+ - Créditos: @Santiago Filipuzzi

“Este es el lugar donde quería estar”, dice Maximiliano Montenegro poco después de vivir sus primeras experiencias al frente de Hora 23, el programa que cierra cada jornada informativa en la nueva programación de LN+. Con su reconocida experiencia en el manejo de la información y el análisis de los temas económicos y una amplia trayectoria en el periodismo gráfico y televisivo, Montenegro llega a una franja horaria que ya conoce, pero que en este momento de su carrera y del país a la vez destaca como ideal para hacer el balance del día y anticipar todo lo que viene en términos de agenda.

“En LA NACIÓN hay excelentes profesionales, un equipo de producción fantástico y sobre todo hay diversidad , algo importantísimo en este momento. Podemos tener diferencias desde el punto de vista ideológico, pero lo que siempre se prioriza es el trabajo periodístico”, señala Montenegro en una conversación mano a mano realizada en la Redacción del diario.

Cada noche, en Hora 23 , Montenegro analiza e interpreta la información económica (su especialidad) y la política junto a Pablo Fernández Blanco, Esteban Lafuente, Delfina Galarza, Cecilia Devanna y Hugo Macchiavelli. También se suma, a las 20, a la mesa que conduce Luis Majul aportando su mirada sobre la economía.

"La sociedad le dio un mandato a Milei con votos llegados de todos lados", dice Montenegro - Créditos: @Santiago Filipuzzi
"La sociedad le dio un mandato a Milei con votos llegados de todos lados", dice Montenegro - Créditos: @Santiago Filipuzzi

De entrada, Montenegro se pronuncia en contra del llamado “sesgo de confirmación”. Prefiere, en cambio, que la reflexión sobre la actualidad que propone en su programa atraviese la mirada del televidente. “Que sea algo transversal en vez de aplaudir al conductor que dice solo lo que uno piensa. El periodismo es otra cosa. Es aportarle a gente que no piensa como uno información, análisis y perspectiva que permita enriquecer la visión. Hay parte del círculo rojo, de la dirigencia política y del empresariado que lo entiende, y también el ciudadano común, sea profesional o no. Yo creo que hay mucha gente ávida de información que la saque de la grieta o de un mensaje ya empaquetado” , afirma.

-¿Dónde se origina ese sesgo? ¿Nace en los medios o en la propia sociedad?

-Es una tendencia mundial. Lo cuenta Giuliano Da Empoli en Los ingenieros del caos, un libro que leí hace poco.

-Del mismo autor de otro best seller de la política actual, El mago del Kremlin.

-Exactamente. Habla de la militancia en las redes, de la idea de un partido que surge por fuera de las estructuras políticas tradicionales y que tiene una verticalidad absoluta. El que se mueve un milímetro es expulsado y los que opinan o critican son atosigados o insultados en las redes. Lo vimos en los Estados Unidos con Trump, en Brasil con Bolsonaro, en Europa y ahora en la Argentina. Pero también creo que la sociedad argentina va por otro lado.

-¿Por qué?

-Porque le dio un mandato a Milei con votos llegados de todos lados. Fijate que le había dado un mandato a Alberto Fernández, que fracasó. Y antes a Macri y a Cristina, que también fracasaron. Yo veo mucho menos fanatismo en el 55% que apoya a Milei de lo que transmite el núcleo duro que, como en todo esquema de liderazgo de estos tiempos, necesita definir una identidad en base a la confrontación.

Para Montenegro, el éxito inicial de MIlei se basó en haber sabido interpretar la demanda básica de la sociedad en este momento: el ordenamiento económico
Para Montenegro, el éxito inicial de MIlei se basó en haber sabido interpretar la demanda básica de la sociedad en este momento: el ordenamiento económico - Créditos: @Santiago Filipuzzi

-A propósito de Milei, ¿cómo vive un periodista especializado en economía y además economista como vos la llegada por primera vez a la presidencia de la Nación de una figura ligada a esa misma profesión?

-Milei dice todo el tiempo que él es una anomalía. Un error de tipo 2, alguien que hizo todo mal y a pesar de eso llegó a ser presidente. “Yo estoy acá por el fracaso de todos los demás”. Me parece un buen diagnóstico. Pero no llegó en un paracaídas. La política jugó fuerte en su favor con financiamiento y el apoyo de la estructura de un sector del kirchnerismo y el massismo. Basta ver los nombres de quiénes lo llevaron y el apoyo de empresarios ligados a la vieja política. A eso se sumó Mauricio Macri, que hizo implosionar su partido y le dio una gran ayuda para ganar.

-¿En qué se basó el éxito de Milei?

-En haber interpretado una demanda social clave: el ordenamiento de la economía . Convenció a la gente de que sabía hacerlo y ganó aplicando un concepto básico de la economía, el de la escasez. No se puede satisfacer a todos los que desean un bien o un servicio porque hay una restricción presupuestaria en el medio. En la Argentina, si no ordenás primero la macroeconomía, no podés hacer absolutamente nada. Milei llegó y dijo que era lo primero que iba a hacer: ordenar la macro. Tendrá un sesgo ideológico detrás, pero es lo que interpretó la gente y por eso lo sigue apoyando.

-A diferencia de otros países, los argentinos están obligados a adquirir y manejar varios conceptos de la economía en la vida cotidiana. En ese sentido, el trabajo de especialistas como vos no solo es periodístico. También es pedagógico.

-Si vos tenés un país sin moneda, ni acceso al financiamiento o de niveles impositivos altos para todos los sectores, cualquier cosa que hagas emitiendo papelitos de colores como en los últimos años implica más devaluación, más inflación, más incertidumbre y a la larga una mayor pauperización de la sociedad. El peronismo tuvo una oportunidad para ordenar la macroeconomía e implosionó por sus propias disputas internas. Y el gobierno de Macri mostró su incapacidad para hacer un plan de ordenamiento fiscal y macroeconómico. Es lo que Milei puso sobre la mesa y atrajo a un sector de la sociedad que dice: bueno, hasta ahora no fracasó como los demás.

-¿El público les pide a ustedes, los periodistas económicos, que aporten las soluciones que los políticos no tienen para resolver la larga crisis de la Argentina?

-No. Son los políticos quienes tienen que aportar esas soluciones para eso buscan que los voten. Aunque vengan de otro lado. Macri era un empresario que se hizo político. Y Milei era un economista que compartía con nosotros un panel en la tele y de repente entró a la política y a su lógica: elecciones, acuerdos, negociaciones. Ahora tiene una oportunidad muy grande. Entendió el ABC: había que ir a un equilibrio fiscal y la no emisión.

Montenegro está todas las noches en LN+ conduciendo Hora 23
Montenegro está todas las noches en LN+ conduciendo Hora 23 - Créditos: @Santiago Filipuzzi

-¿Qué puede pasar?

-Esta es una economía que se ha ido estabilizando y desinflacionando. Va a tener una expansión importante este año, mejor que la de 2024, pero en el medio cuenta con un ayudín que tuvieron en el pasado otros planes de estabilización y fracasaron: el ancla nominal. Que tengas intervenidos dos de los precios más importantes de la economía, el dólar y la tasa de interés. Cuando puedan liberarse esas variantes...

-Y desaparezca el cepo, por ejemplo.

-Son anomalías que en el corto plazo pueden servir para estabilizar, pero que en algún momento tienen que desaparecer. Si eso llega a desmontarse y la economía sigue en un camino de baja inflación y crecimiento, podremos decir que efectivamente el gobierno fue exitoso y dio vuelta una página histórica.

-¿Qué es lo que más te llamó la atención en esta transformación de Milei de panelista a político y de allí a ocupar la Presidencia de la Nación?

-Desde el punto de vista discursivo mantiene un discurso muy tajante, ideologizado y extremo que deja afuera hasta a los liberales tradicionales como Milton Friedman, el padre del monetarismo. Milei sigue con su discurso libertario, anarco-capitalista como lo llama, pero a la hora de gobernar muestra un pragmatismo absoluto. Allí entran el ministro Luis Caputo y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, que evidentemente aprendieron de los errores cometidos durante la gestión de Macri.

-¿De qué manera?

-Mostrándose muy heterodoxos en el terreno cambiario y monetario. El cepo, el crawling peg, las intervenciones en el mercado financiero vendiendo dólares, la baja de la tasa de interés en ciertos momentos al revés de lo que indican los manuales. Este no es un plan tradicional que empezaba con un acuerdo político con las corporaciones y los sindicatos. Milei llegó a decir que no cree en las fallas del mercado y por eso su gobierno no debe intervenir en la economía, pero después se mete con las prepagas denunciándolas penalmente por cartelización, o con los supermercados o los laboratorios.

-Lejos de la ortodoxia, como decías antes...

-Hay una especie de heterodoxia ad hoc en Milei que Carlos Pagni definió muy bien como massismo austríaco. El discurso es una cosa, que sirve para no perder cierto glamour que trasciende las fronteras, pero administrar la política económica de la Argentina es otra.

-¿Los periodistas económicos en la Argentina están cada vez más obligados a manejar conocimientos políticos?

-Así funciona. Yo soy licenciado en Economía, además de periodista, y además de mi especialidad tengo que manejar ciertos textos de ciencia política, además de nutrirme con los textos de los grandes columnistas políticos. LA NACIÓN tiene hoy a los mejores periodistas económicos y los mejores columnistas políticos de la Argentina. Me acompañan en el programa Pablo Fernández Blanco y Esteban Lafuente, dos excelentes periodistas económicos. Y hay analistas políticos del diario que son insoslayables: Carlos Pagni, Jorge Liotti, Joaquín Morales Solá, Claudio Jacquelin. Son referentes cada vez que quiero interpretar lo que está pasando con la política.

-Trabajaste mucho tiempo junto a Jorge Lanata. ¿Cómo lo recordás?

-Tenía una gran admiración por él. Siempre me sorprendía con sus frases, su pensamiento lateral y su manera distinta de encarar las cosas. Lo acompañé también en la aventura de fundar un diario, Crítica de la Argentina, acosado por el kirchnerismo y la presión que ejercía sobre las empresas privadas para que no publicaran sus anuncios allí. Después tuvo un entredicho muy fuerte con Milei y hasta llegó a denunciarlo. Lo que me sorprende es cómo en las redes se habla de manera tan suelta, desacreditando a alguien que generó cambios con mucha inteligencia. Jorge marcó una época y fue disruptivo.