Meghan Markle, otra víctima del machismo

La monarquía británica se tambalea ante una nueva gran crisis. La decisión de los Duques de Sussex de abandonar sus funciones en la realeza británica ha hecho saltar todo por los aires. El príncipe Harry y Meghan Markle quieren independizarse de la Corona británica y la catástrofe ha invadido Buckingham. Ante un “desastre” para los Windsor de estas dimensiones, la Reina Isabel II ha pulsado el botón de alerta familiar. Y, como en toda hecatombe, lo primero que se suele hacer es señalar al culpable, o a los culpables. En esta ocasión la prensa británica, en su mayoría, lo ha tenido claro y ya se ha cobrado una clara víctima: la culpable es Meghan Markle.

Britain's Meghan Markle, Duchess of Sussex, arrives to meet academics and students during a roundtable discussion on female access to higher education with the Association of Commonwealth Universities, at the University of Johannesburg, Johannesburg, South Africa, October 1, 2019. REUTERS/Toby Melville
Britain's Meghan Markle, Duchess of Sussex, arrives to meet academics and students during a roundtable discussion on female access to higher education with the Association of Commonwealth Universities, at the University of Johannesburg, Johannesburg, South Africa, October 1, 2019. REUTERS/Toby Melville

Y curiosamente se habla exclusivamente de la culpa de Meghan. No se habla de dos culpables. ¿Por qué? La decisión que han tomado los Duques de Sussex es conjunta, es una decisión de la pareja. Sin embargo, el mensaje predominante es que la crisis sólo la ha creado Meghan. Esto es lo que se deduce principalmente de los textos y titulares publicados en la prensa del Reino Unido, y también de muchos de los comentarios publicados en las redes por la opinión pública británica. El príncipe Harry sale indemne. El asunto, curiosamente, se bautiza como Megxit. ¿Por qué no se ha utilizado el término “Sussexit”? Sería un apodo más lógico y hasta con mejor sonoridad. Y desde luego más justo. Pero, la respuesta claramente está en el machismo que sufre, y ha sufrido, Meghan Markle.

Prince Harry The Duke of Sussex with Meghan Markle the Duchess of Sussex on Day Three of their tour of Australia , the couple visited a beach at Melbourne and joined a clean up operation October 18, 2018. Ian Vogler/Pool via REUTERS
Prince Harry The Duke of Sussex with Meghan Markle the Duchess of Sussex on Day Three of their tour of Australia , the couple visited a beach at Melbourne and joined a clean up operation October 18, 2018. Ian Vogler/Pool via REUTERS

Se señala únicamente a Meghan como la responsable de la decisión de los duques de alejarse de la Familia Real británica. Se habla de ella con desaire y menosprecio, como una mujer que ha manipulado a su marido para alejarse de la Corona. Porque desde que Meghan y Harry se convirtieron en matrimonio, las críticas contra Meghan han sido feroces. Y han sido críticas tanto con tintes machistas, como racistas. El propio príncipe Harry denunció el trato racista hacia Meghan de parte de la prensa británica. Ha habido duros, o durísimos, ataques racistas contra Meghan. Podemos recordar como tras nacer Archie, el hijo de los duques, un periodista de la BBC tuiteó una foto de una pareja con una cría de chimpancé. El periodista fue destituido, pero el daño ya estaba hecho. La comunidad negra, en numerosas ocasiones, ha denunciado que las críticas que recibe Meghan por sus atuendos, o por su manera de comportarse, estaban claramente connotadas de racismo. Meghan estaba sufriendo, y mucho. Ahora el matrimonio quiere otra vida. Están en su derecho.

Picture From File:Diana Princess Of Wales, Prince William & Prince Harry Visit The 'Thorpe Park' Amusement Park. . (Photo by Julian Parker/UK Press via Getty Images)
Picture From File:Diana Princess Of Wales, Prince William & Prince Harry Visit The 'Thorpe Park' Amusement Park. . (Photo by Julian Parker/UK Press via Getty Images)

Pero, ante la brecha creada en la monarquía británica por la decisión de los duques, la flecha de la acusación no ha dudado en apuntar a Meghan. Sólo a Meghan, en un claro ejercicio de machismo, insisto. Además, parece que se extiende ahora entre la prensa británica una curiosa, y poco sana, falta de memoria. Pues si acudimos a las palabras que dijo la propia Lady di hace ya más de 20 años sobre su hijo: “Harry es como yo. Su rebeldía podría poner en jaque a la monarquía británica”, quizás veamos con más claridad el asunto. Sólo quizás. Siempre que le machismo no nuble la realidad. El machismo, o el racismo. O las dos cosas.