Mejora tu velocidad en la carrera

Ser veloz es fluir con el medio.

La carrera es uno de los deportes que conlleva varios métodos, inclusive tiene sus propios ejercicios de técnica, ya que si bien es un movimiento natural, existen varios factores que influyen en la economía de esfuerzos y en la correcta ejecución que evite lesiones a corto, mediano y largo plazo.

Los principales métodos son:

– Continuo.- Mantener un ritmo constante todo el tiempo, independientemente de la distancia.
– Repeticiones.- También conocido como de intervalos. Consiste en correr a velocidad una misma distancia o lapso de tiempo varias veces con recuperación entre cada una. La idea es sacarlas lo mas uniforme posibles, desde luego yendo ¨de menos a más ¨, es decir, las primeras llevarlas a un paso no muy veloz para ir llevando al organismo al máximo esfuerzo al final.
– Fartlek.- Se refiere a los cambios de ritmo; por ejemplo, realizar series de correr una distancia de 500 metros al 85% de Frecuencia Cardíaca Máxima por 300 metros al 65%.
– Tempo.- Sostener un paso continuo con la misma velocidad; por lo general se maneja en una frecuencia cardíaca del 80% aproximadamente. Es ideal para entrenamientos de medio fondo. (5, 10, 15 y 21 kilómetros).

Para alguien principiante, es importante hacer base aeróbica mediante el método continuo y trabajando la técnica (ABC de carrera), ya que es en este momento cuando mejor se pueden depurar errores de movimientos.

Una vez que te familiarizas con la carrera – después de 2 a 3 meses -, ya se pueden empezar a combinar los demás métodos; la técnica se sigue utilizando.

Foto: Getty Images

¿Cómo saber qué tan rápido puedes correr? Ya sea con la prueba de Cooper (correr durante 12 minutos con el mayor esfuerzo que puedas sostener), o bien haciendo un chequeo en varias distancias, desde 100 hasta 1,600 metros. También interviene tanto tu percepción de esfuerzo como tu frecuencia cardíaca registrada en un pulsómetro, con esta herramienta sabrás cuándo estarás a tu 85% – 90% de tu FCM, rango idóneo para las repeticiones y la velocidad en general.

Ahora que ya vimos cuándo y cómo correr rápido, diremos los porqués:

– Da variedad al entrenamiento.
– Evita estancarse en un solo paso.
– Eleva el umbral aeróbico y anaeróbico.
– Acelera el metabolismo aún después de terminar el ejercicio.
– Desarrolla las fibras blancas o de contracción rápida.
– Se incrementa la quema de calorías.
– Ayuda a recorrer con el tiempo más distancias en menos tiempo.

No olvides realizarte un estudio y consultar con tu cardiólogo antes de iniciarte en este deporte. Así mismo, es conveniente acudir con un ortopedista o médico del deporte que te revise tu pisada y te recomiende el uso de plantillas en caso de ser necesario, todo esto te ahorrará muchas lesiones y malestares en el camino. Y lo cierto es que una vez que empiezas, ya no quieres dar marcha atrás.