Los mejores tratamientos para las picaduras de medusas y consejos para prevenirlas

Pese a que las medusas están presentes en nuestras playas durante todo el año, en verano es cuando su presencia se hace más molesta. Estos organismos marinos, conocidos por sus tentáculos urticantes, pueden causar reacciones cutáneas desagradables, alergias e, incluso, algunas especies pueden llegar a ser mortales.

Según la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, las lesiones son locales, leves y muestran síntomas como picor, dolor e inflamación. La Dra. Beatriz Rodríguez, médico y veterinaria y coordinadora de GRAAN SEMES, añade que las reacciones graves son anecdóticas y que “en el caso de que apareciese clínica general en forma de convulsiones, falta de aire, dolor abdominal, fiebre u otros síntomas de carácter sistémico como shock anafiláctico, hay que activar los Servicios de Emergencias y trasladar a la víctima a un medio hospitalario donde será atendido”.

Lo mejor que podemos hacer para evitar que nuestro día de playa se convierta en una pesadilla si tenemos la mala suerte de ser picados por una medusa es evitar el contacto con estas especies marinas. Y si la reacción no es grave, utilizar los remedios y tratamientos que sí funcionan. En este artículo, te explicamos cuáles son los remedios más efectivos, los que no funcionan así como qué tipo de medusas son las más frecuentes en nuestro país y cuáles las más buscadas por su veneno o su curiosa morfología.

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Mejores remedios para las picaduras de medusas

Cuando sufras una picadura de medusa, es importante actuar rápidamente para aliviar los síntomas y minimizar las molestias. Lo más conveniente es que acudamos a la casa de socorro más cercana, pero si no tenemos ningún centro médico cerca, podemos usar los siguientes remedios:

1. Lavado con agua salada

Lo primero que hay que hacer cuando sufrimos la picadura de una medusa es limpiar la zona y eliminar cualquier resto de tentáculo o toxinas. Si estamos en la playa, podemos hacerlo con abundante agua salada. Esta ayuda a desactivar las células

Lavar cuidadosamente la zona afectada con agua de mar, sin frotar. es fundamental limpiar la zona de la picadura con agua de mar para eliminar cualquier residuo de los tentáculos de la medusa. No hay que frotar para así evitar la liberación de más veneno y no empeorar la reacción cutánea.

2. Aplicar bicarbonato durante 5 minutos

Si tienes bicarbonato a mano, mezcla una proporción del 50% de bicarbonato y 50% de agua de mar y aplícala sobre la zona afectada. Esta mezcla puede ayudar a prevenir el envenenamiento posterior causado por los tentáculos residuales en la piel.

3. Retira los tentáculos

Con mucho cuidado, retira los tentáculos residuales de la piel con pinzas, guantes o una tarjeta de plástico. Evita tocarlos directamente con las manos para evitar mayor exposición al veneno.

4. Aplicar hielo durante 25 minutos

No lo coloques directamente sobre la piel, sino envolverlo en ropa o una toalla fina para evitar lesiones por frío.

Después de los 25 minutos, evalúa el nivel de dolor y, si consideras necesario, puedes aplicar hielo nuevamente en la zona de la picadura. Esto ayudará a mantener el área adormecida y reducirá el malestar.

5. Analgésicos tópicos

Si sientes molestias o dolor persistente debido a la picadura de medusa, puedes considerar la aplicación de analgésicos tópicos. Acude a una oficina de farmacia para que te dispensen el mejor tratamiento para aliviar el dolor, la irritación y la inflamación, así como curar la infección si esta se produce.

6. Buscar atención médica si el dolor persiste

Si a pesar de los cuidados y el tratamiento mencionados, el dolor persiste o se intensifica, es recomendable acudir a un médico o profesional de la salud. Ellos podrán evaluar la situación y recomendar un tratamiento adecuado según la gravedad de la picadura.

Si experimentas síntomas graves como shock o dificultad para respirar, es primordial buscar atención médica de inmediato. Estos síntomas pueden indicar una reacción alérgica grave o complicaciones adicionales que requieren intervención médica urgente.

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Mitos de las picaduras de medusas: qué no debes hacer

Cómo señalan desde #SaludsinBulos, en colaboración con la SEMES, cada año se producen en las playas de todo el mundo unas 150.000 picaduras de medusas. Y uno de los mitos más extendidos relacionados con la salud es orinar sobre la zona afectada, un remedio que no sirve de nada y que puede provocar, incluso, una mayor descarga de veneno.

“En caso de picadura, en primer lugar, hay que retirar los filamentos que todavía contienen toxicidad y la aplicación de frío, calor u otros elementos como el vinagre deberá realizarse bajo recomendación sanitaria, ya que no todas las medusas requieren el mismo tratamiento”, comenta Roberto Barcala, coordinador del Grupo de Trabajo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).

Otro de los mitos relacionados con el tratamiento casero de las picaduras de medusa es cubrir la zona afectada con arena, algo que puede irritar más la piel y permitir que los tentáculos se adhieran. Además, la arena puede dificultar la limpieza adecuada de la zona afectada.

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Cómo prevenir el contacto con las medusas

La mejor manera de prevenir el contacto con las medusas es mantenerse informado sobre la presencia de medusas en la zona. Son muchas las playas que proporcionan información actualizada, tanto en la propia zona de baño como en Internet.

Por otro lado, el uso de bañadores que cubran la totalidad del cuerpo o trajes de neopreno, pueden evitar el contacto con estos animales marinos y prevenir la reacción cutánea.

Por último, existen lociones que pueden actuar como repelentes y otras como inhibidoras. Los repelentes alejan a estas especies y los inhibidores evitan que la medusa, una vez ha entrado en contacto con la piel, nos detecte como una amenaza y active su acción protectora y urticante.

Conoce las medusas más comunes de las costas españolas

'Pelagia noctiluca' o medusa clavel

Aunque su tamaño es reducido, no debe subestimarse su capacidad para causar molestias e incluso reacciones graves en los bañistas. Posee un cuerpo en forma de campana transparente, con tentáculos largos y delgados que pueden alcanzar varios metros de longitud. Su característica distintiva es el color rosado o violáceo intenso en la base de sus tentáculos, lo que le otorga el nombre común de medusa clavel. Estos tentáculos están cubiertos de células urticantes llamadas nematocistos, que son utilizados para capturar presas y defenderse de posibles amenazas.

Medusa clavel
Medusa clavel

'Rhizostoma Luteum' o medusa barril

A pesar de su tamaño (pueden medir hasta 70 cm de diámetro y dos metros de largo), generalmente produce síntomas leves en los humanos. Puede haber un leve enrojecimiento o irritación en la piel, pero rara vez causa reacciones alérgicas graves o dolor intenso. Sin embargo, cada persona puede reaccionar de manera diferente a la picadura de esta medusa, por lo que es importante tomar precauciones y buscar atención médica si los síntomas persisten o empeoran.

Medusa barril
Medusa barril

'Physalia physalis' o carabela portuguesa

Es una medusa peligrosa que se encuentra ocasionalmente en las costas españolas, especialmente en el Atlántico. Su apariencia es inconfundible: con tentáculos flotantes y una vejiga en forma de vela. Si te encuentras con una carabela portuguesa, evita el contacto y busca asistencia médica si sufres una picadura.

Caravela portuguesa
Caravela portuguesa

'Cotylorhiza tuberculata' o medusa huevo frito

Es una especie común en el Mediterráneo. Su nombre se debe a su forma redondeada y tonalidades naranjas que la hacen parecer un huevo frito flotante. Aunque su picadura es leve y rara vez causa molestias graves, es importante mantener la precaución y seguir las pautas mencionadas anteriormente en caso de contacto.

Medusa huevo frito
Medusa huevo frito

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