Merle Uribe y la tóxica relación con su hijo que 'sanó' durante la pandemia
Además de la ola de noticias negativas y cambios que ha traído la pandemia a toda la sociedad, también ha motivado a la reflexión de asuntos personales como le ocurrió a la ex vedette Merle Uribe, quien después de protagonizar una guerra contra su propio hijo, decidió reconciliarse con él en plena contingencia.
Desde 2018 vivían un infierno que los llevó a una incansable lucha de declaraciones en los medios en la que expusieron detalles personales, al grado de que ella señalaba a Héctor Tapia de ser un "psicópata", de golpearla, amenazarla y hasta desearle la muerte.
Hace un par de meses la actriz alertó que había dejado la Ciudad de México para refugiarse en una playa mexicana sin confirmar su ubicación exacta por miedo a que su hijo la persiguiera, pero en medio de la contingencia sanitaria, decidió finalmente bajar la guardia y reconciliarse con Tapia vía telefónica, a través de su hermano.
"Yo la verdad perdoné a Héctor y él me perdonó a mí. O sea, yo no quiero traer esa carga, nunca más. No sé cuándo me pueda morir, ahora sí no sabes, ya no es tiempo de estar peleando con la gente", dijo Merle a 'Ventaneando' en una entrevista telefónica.
El aislamiento social y la situación mundial motivó a Uribe a recapacitar sobre su situación con Héctor Tapia, quien la había acusado de huir de la capital mexicana por deudas con el narco. "Finalmente pues es mi hijo y yo lo parí, y pues la verdad yo fui la que bajé la cabeza y le dije a Francisco 'dile a tu hermano que me perdone', y él me dijo que Héctor no me odiaba", reiteró al programa de TV Azteca.
Merle Uribe compartió que aprendió una ‘lección’. "Se me quiebra la voz, porque ando muy sensible, le dije, '¿sabes que? Creo no debemos tener un odio, somos una familia muy chiquita, es momento de aunque estemos lejos, estar juntos', porque además este 'bicho', hace que las personas, fíjate la enseñanza, tienen que morir solas porque si no pueden contaminar a su familia".
Es por eso que al terminar la 'cuarentena' voluntaria que recomiendan las autoridades, a través de la jornada nacional ‘Quédate en casa’, Merle planea volver a Ciudad de México para reconciliarse con su hijo en persona. "Seguramente pasará y esperemos que acabe pronto porque ahorita pues no puedo viajar, pero en cuanto esto pase será lo primero que trataré de hacer. Con Francisco sí me hablo diario, y con Héctor, ahí va. Siento que sí me ha quitado un peso de encima. Porque dije, 'bueno, igual y me muero, y me muero sola, que así es esa muerte, sola, y a lo mejor ni se enteran'.
Te puede interesar: "Cría cuervos...": El infierno de Merle Uribe en la guerra contra su propio hijo
Así, en la vida de Merle hubo cabida para el perdón, pero tampoco habría que olvidar el viacrucis que vivió a causa de su hijo, pues todo comenzó cuando la ex vedette denunció que el joven le deseó la muerte y la violentó en el elevador del edificio donde ambos vivían, en departamentos diferentes, todo, motivado por quedarse con el departamento que él habita, pero que está a nombre de ella, mismo que él subalquila.
La situación también llevó al joven a declarar en todos los programas de espectáculos que su mamá lo discriminaba por ser homosexual, además de asegurar que un amigo del novio de Merle Uribe abusó sexualmente de él. Tal era la guerra sin cuartel, que la actriz lo tachó públicamente de ser promiscuo, de gastarse el dinero en "alquilar" hombres para tener sexo y hasta de padecer VIH.
Fueron años de ‘golpes’ a través de programas y revistas, en los que el nombre de Merle Uribe perduró vigente más que por su trabajo, pues de hecho, además de la preocupación por lo que su hijo pudiera hacer contra ella, la actriz sufría por no tener dinero suficiente para pagar sus deudas. A través de todas las entrevistas que dio la ex vedette, el público se enteró que quizá el gran enojo del joven era una herencia.
"Mis papás cambiaron el testamento y no les dejaron nada (a los dos hijos de Merle) porque se volvieron malos, malagradecidos con sus abuelos. Yo he contado varias historias de Héctor, de siete años que estuvo mi papá en cama, solo lo vio unas siete veces. Mi papá un día antes de morir no quiso verlos; mis papás me dejaron todo a mí. Ustedes saben que un testamento no se puede falsear, esa fue la última voluntad de mis padres", aseguró la actriz.
De hecho uno de los más recientes reclamos de Tapia fue que su mamá malbarató muebles antiguos, joyas y dos cuadros de Tamayo que le había heredado su abuela. "Mi abuelita todo lo compraba doble, entonces tenía los 2 (cuadros) de Tamayo, que ella (Merle) ya había vendido, era uno para mi hermano y uno para mí, en un futuro lejano, ¿no?, y los dos cuadritos de Picasso, eran uno para mi hermano y uno para mí”, contó a ‘Ventaneando’.
Por todo lo que expusieron, parecía que todavía tenían artillería pesada, pero la contingencia sanitaria fue el momento en el que ocurrió lo que sonaba muy lejano, pues el pleito entre madre e hijo llegó a su fin, aunque todavía falta saber si se concreta con el regreso de Merle Uribe a la capital mexicana.