METE-CRÍTICA | Las Pelotaris 1926, la historia del deporte para vernos como sociedad

La historia olvidada de las mujeres que a principios del siglo pasado, pese al entorno de opresión se convirtieron en estrellas de la Pelota Vasca, con todo y el nivel de cosificación que esto implicaba a cambio de tener tanto beneficios económicos como incipientes libertades profesionales, resulta materia prima ideal para generar un producto acorde a estos tiempos marcados por una más que necesaria exigencia de replantear los roles de género.

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En Las Pelotaris 1926, serie presentada por Vix+, eso lo saben, lo asumen y lo ejecutan con la habilidad suficiente para desarrollar líneas arguméntales que así como mantienen los rasgos de contexto exponiendo las convenciones sociales que constreñían y redundaban en la estigmatización, responden a una clara vocación por el entretenimiento para aspirar a alcanzar al gran público. Es así que por un lado encontramos el clásico drama deportivo que en este caso apunta a las disyuntivas de la maternidad frente al machismo, y por el otro una historia romántica que le da lugar a la diversidad sexual a través de un peculiar subterfugio. Todo contando con la convicción en las interpretaciones de actrices capaces de mantener la naturalidad entre los arquetipos, como Zuria Vega y María de Nati, además de una propuesta visual que llega a ser vibrante entre la nostalgia, con los tonos azulados contrastando con el sepia para aludir a aquellos viejos impresos y postales que daban fe de los hechos de la época, entre una refrescante edición por momentos de espíritu videoclipero.

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Pero hay algo más, y viene de la mano del personaje interpretado por una minuciosa Claudia Salas, quien encarna a la mujer que ha logrado entender y desenvolverse en un entorno totalmente masculino, usando las reglas del mismo no solo para sobrevivir y tener reconocimiento, sino para acceder a beneficios extras, pese a caer en acciones cuestionables y sufrir constantemente las consecuencias de tal atrevimiento.

Es a través de ella que llegan desde los momentos más entrañables, hasta los más indignantes, cuando se convierten en detonadores de situaciones y diálogos donde queda en total evidencia los pensamientos retrogradas del patriarcado, que por desgracia aún persisten en nuestra actualidad. Incluso uno de ellos, de los más agudos y contundentes con respecto al porqué las ligas de pelota Vasca tenían público, es muy fácil conectarlo con nuestra actualidad, donde los cronistas deportivos menosprecian el deporte femenino con declaraciones como “el fútbol de mujeres en México no lo ve nadie, ni las madres de las jugadoras”. Así las cosas, una actitud irónica e irrespetuosa como muchas otras que desgraciadamente aún abundan, y que son otra muy buena razón para darle la bienvenida a producciones como Las Pelotaris 1926.

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