Miss Puerto Rico se sincera sobre la edad, el divorcio y los retos como mamá: 'Tienes que salir adelante por tus hijos'
Jennifer Colón, la representante de Puerto Rico en Miss Universe, ha demostrado que los sueños no tienen fecha de vencimiento. Esta guapa mujer hizo historia el pasado mes de junio como la primera mamá en ganar el certamen de belleza en la llamada ‘Isla del Encanto’. Este logro lo consumó a sus 36 años, una edad a la que antes hubiera sido impensable acceder a la codiciada corona. En entrevista con HOLA! AMÉRICAS, la boricua nos habló sobre el camino recorrido, los retos de la maternidad tras vivir un divorcio, y su postura ante las críticas.
“Y es que ser la primera nunca es fácil. Romper el molde, el marco, redefinir lo que es el concepto de una reina de belleza, tampoco es fácil”, Jennifer Colón, Miss Universe Puerto Rico
Cuando Jennifer, quien es esteticista médica de profesión, contendió por el título de Miss Universe Puerto Rico representando a Orocovis tenía a cuestas no solo la experiencia por haber participado años antes en certámenes de belleza, sino también la madurez y el crecimiento que le han dejado distintas vivencias, entre ellas la maternidad.
Miss Venezuela, nos habla de su labor como mamá soltera y de las críticas que ha enfrentado: ‘Lo convertí en una fortaleza’
Miss Cuba nos habla de su niñez en la isla, su llegada a EU y la adversidad: ‘Los tiempos malos forman grandes personas’
María Fernanda Beltrán es coronada como Miss Universe México 2024
Jennifer es madre de tres niños, quienes son su mayor motivación: María Valentina, Fernando José y Cataleya. En esta faceta de su vida enfrentó hace tiempo una situación desafiante cuando se divorció del padre de sus hijos mayores. Pese a lo duro que fue en aquel momento, aquella experiencia le dejó valiosos aprendizajes, y le demostró que siempre es posible salir adelante.
“La realidad es que ser mamá es lo que me mueve, es mi gasolina que me hace levantarme todos los días y sobre todo como mamá soltera, tienes que salir adelante por y para tus hijos”.
Mientras se encamina hacia la cuarta década de vida, Jennifer ve la edad sin temor, pues abraza la sabiduría que los años le han traído. Además, ella se ha convertido en una promotora de la belleza real, defendiéndola más allá de los estereotipos establecidos: no necesita ser una joven en sus 20 para sentirse bella ni lucir perfecta todo el tiempo. A través de su iniciativa Beautifully Human busca impulsar que las fotos en redes sociales tengan menos edición y filtros, para que muestren la naturalidad de la belleza con todos sus matices.
“Lo hermoso que está en ti es lo que te hace genuino… Va más allá de un color de pelo, va más allá de una edad, va más allá de una profesión”
¿Cómo te sientes al representar a uno de los países que más ha ganado Miss Universe?
Me siento bien contenta, bien agradecida de estar en este lugar, en este espacio, de poder hacer entrevistas, retomar mi carrera, algo que me apasiona muchísimo. Y se siente increíble portar la banda de Puerto Rico después de 15 años. Jamás pensé que iba a estar en esta posición, pero al quitar el límite de edad me brindó la oportunidad de poder ir tras esa meta o ese sueño que algún día pensé que estaba ya guardadito y que nunca se me iba a dar. Así que me siento bien contenta.
¿Cómo te has estado preparando?
He estado haciendo de todo. Todo lo que te puedas imaginar: gimnasio, baile, pasarela, clases de maquillaje, clases de cabello, de cómo manejar el cabello, dicción, actuación, He trabajado mucho con mi labor social, que se llama Beautifully Human. También he estado haciendo prácticamente todo lo que tiene que ver con la preparación física, pero también mental, emocional, espiritual, porque es bien importante llegar a la competencia con buena salud mental y sintiéndote una mujer bien empoderada. Así que he hecho de todo.
¿Cuáles son los desafíos más importantes a los que te has enfrentado hasta ahora?
El desafío más importante ha sido conmigo misma, y es apagar esa vocecita de miedo que a veces tenemos de que no eres capaz de hacer algo y entender de tengo y puedo lograr las metas y los objetivos que yo me propongo, sobre todo en un espacio como lo es un certamen de belleza a mis 36 años. A la misma vez, entender que la Jennifer del 2009 no es la misma que la de ahora del 2024 y que está bien, que está bien, que tenga mis canitas, que está bien, que hable diferente, que camine diferente, porque soy un proceso evolutivo constante y tengo que aprender a amarme y amar a la mujer que está en el espejo todas las mañanas. Así que eso ha sido un récord, pero ha sido bien bonito.
Precisamente te iba a preguntar: ¿Te da miedo el paso del tiempo? ¿Cómo asumes la edad?
Creo que es algo innatural para una mujer, de repente ver cómo tu cuerpo va cambiando, cómo vas envejeciendo y que veas tus fotos, sobre todo con las redes sociales que te enseñan: “Ésta eras tú hace 15 años”. Es totalmente natural tener ese duelo de lo que tú eras. Pero ya más allá de que me de miedo, estoy abrazándolo. Estoy aprendiendo a que soy una metamorfosis continua y de que debo de estar agradecida de lo que soy en el presente y de lo que seré en el futuro. Porque a pesar de que la vejez va a venir, va a estar acompañada de mucho conocimiento, de mucha sabiduría, de experiencias, de momentos bonitos. Y mira, la realidad es que hoy estamos aquí, mañana no sabemos. Entonces, hay que saber aprovechar el momento, hay que estar aquí ahora presente y de Gracias a Dios todos los días.
"Estoy aprendiendo a que soy una metamorfosis continua y de que debo de estar agradecida de lo que soy en el presente y de lo que seré en el futuro", J. C.
¿Te has enfrentado a algunos detractores? ¿Cómo lidias con las críticas?
Sí, me pasó muchísimo, sobre todo cuando estaba compitiendo como Miss Orocovis. Y es que ser la primera nunca es fácil. Romper el molde el marco, redefinir lo que es el concepto de una reina de belleza, tampoco es fácil. Y estoy consciente de que eso conlleva muchas críticas: “Te ves fresca”, “¿qué haces compitiendo esa edad?”, “¿cómo vas a hacer con tus hijos?”. Pero enfrenté todas esas críticas con acción, demostrándoles de que soy capaz, de que puedo, de que me amo, de que no tengo miedo a que me tomen fotos y no lucir perfecta con todo el tiempo. No tengo miedo a nada de eso.
De hecho, mi labor social, que se llama Beautifully Human, habla y es un movimiento acerca de no sobre editar las fotos, de no cambiarlas al extremo como la inteligencia artificial que hoy existe con esas aplicaciones. Yo quiero que la gente me vea tal cual, como me veo en un video, como me ves en persona, y sobre todo porque tengo una hija de 13 años. Y yo tengo que enseñarles: “Okey, mamá tiene una banda, mamá es una reina de belleza, pero tú eres hermosa también”. Y todas las niñas y todas las jóvenes, porque lo hermoso que está en ti es lo que te hace genuino, lo que te conecta con el tema personal, cómo tú te sientes. Va más allá, la belleza es subjetiva, va más allá de un color de pelo, va más allá de una edad, va más allá de una profesión. Así que he enfrentado con mucha valentía todas las críticas y siento que estoy lista para hacer historia y cambiar ese concepto.
La maternidad es un aspecto muy importante de tu vida, ¿cómo tu experiencia como mamá?
La realidad es que ser mamá es lo que me mueve, es mi gasolina que me hace levantarme todos los días y sobre todo como mamá soltera, tienes que salir adelante por y para tus hijos. Pero es bien bonito ser ahora Miss Universe Puerto Rico. Competir en un espacio que celebra a la mujer y a la mujer en todos sus matices y la belleza en todos sus colores, pero pudiendo traer una historia de vida, como por ejemplo, hablar del duelo que enfrentamos las mujeres a la hora de tener un bebé, de esa comparativa de: “Esta era yo antes y mira cómo me ve ahora”. Y de cómo tenemos que amarnos nuevamente con este nuevo cuerpo, con lo que soy. Y eso es algo que pasa constantemente durante toda la vida y siento que el mismo universo de quitar el límite de edad va a permitir abrir esa puerta a diversas mujeres con muchas historias de vida que van a lograr conectar con más mujeres. Y eso es lo que debe ser un embajador universal.
¿Cuáles son los principales valores que te gustaría a ti inculcarle a tu hija como mujer, ahora que está entrando a la adolescencia?
Creo que uno de los valores más importantes es que sea bien honesta, bien honesta con ella misma, sobre todo por la era tecnológica, que no pretenda hacer algo que no es por satisfacer a un público. Quiero que sea genuina, que sea auténtica, que asuma postura y que sea valiente.
"No hay fecha de vencimiento para emprender algo nuevo que tú querías hacer o para perseguir una meta o un sueño", J. C.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que de alguna manera sienten como que el hecho de ser ya mamás es un freno?
Yo les diría que se identifiquen conmigo, más allá de que ellas no quieran competir en un certamen de belleza. Identifíquense con la acción que yo hice a la hora de tomar la decisión de competir en un certamen de belleza, siendo reina en el pasado, sabiendo que ya yo no era la misma físicamente ni emocionalmente y me atreví a darme la oportunidad de ir tras un sueño que yo pensaba que ya estaba caducado. Porque no hay fecha de vencimiento para emprender algo nuevo que tú querías hacer o para perseguir una meta o un sueño. ¿Dónde dice eso? ¿Dónde está escrito eso? Nosotros hacemos nuestra propia historia. Nosotros tenemos la capacidad de poder ir tras lo que queremos sin importar lo que sea y tenemos que apagar los comentarios negativos, empezando con nuestros mismos, con las cadenas generacionales que a veces tenemos de programaciones pasadas en nuestra familia. Tenemos que romper con eso y tenemos que aprender a ser una persona nueva, empoderarnos y ir tras lo que queremos.
¿Cuál consideras que ha sido el desafío más grande en la crianza de tus hijos?
El desafío más grande en la crianza de mis hijos fue cuando pasé por el proceso de divorcio, porque ya mamá y papá no estaban viviendo juntos, pero a la misma vez fue algo que los hizo bien fuertes. Tienen un padre extraordinario y una mamá presente también, ambos estamos presentes. Pero a la misma vez, mis niños son unos luceros, yo creo que todos los padres dicen esto de sus hijos, los ven como una estrella, como su vida entera. Y mis hijos han pasado por muchas cosas, han viajado mucho conmigo también, han visto una mamá superarse y no caer en una depresión, una mamá que supo tomar las riendas de su vida y cuando yo me divorcié, yo me quedé sin nada. Yo tuve que empezar de cero, trabajar y sacarlos adelante. Y entonces, yo pienso que una característica que ellos tienen muy buena es la resiliencia. Son unos niños muy resilientes, unos niños muy observadores y unos niños muy maduros. Y muchas veces los padres tendemos a ponerlos en una burbuja y decir “no van a entender”, con ese miedo de sobreprotegerlos. Pero he aprendido a darles alas, a dejar que vuelen y darle esa confianza de que mamá sabe que ellos son capaces y de que son inteligentes, y que entiendo lo que están pensando y que los respeto.
Así que es una dinámica diferente, pero a la misma vez me hubiera gustado que mis padres hubieran hecho eso conmigo. Y vuelvo a lo mismo, cadenas generacionales que tenemos que romper. Siempre queremos ser una mejor versión de lo que fueron nuestros padres y una mejor versión de nosotros mismos con nuestros hijos. Y yo sé que ellos van a hacer un mejor trabajo todavía con sus hijos.
¿En esta etapa complicada en quién te apoyaste para la crianza de tus hijos?
Yo me apoyé en mis padres, me apoyé en el ejemplo de mi abuela, en paz descanse, que también se divorció en la época de los 60 y sacó adelante a tres hijos. Me apoyé en el ejemplo que me dio mi abuela materna, que crio 13 hijos. Imagínate, mi mamá era una número 13. Me apoyé en el ejemplo también de mi mamá, que crio un niño encamado. Mi hermano nació con una condición genética y falleció a los 19 años. Y yo vi a ella estudiar enfermería, graduarse, cuando yo tenía 14 años, cuidar a mi hermano y nunca tenía un no para mí. Siempre me llevaba a mis clases de modelaje, siempre sacaba a tiempo, aunque tuviéramos que llevar a mi hermano con tanques de a las clases y me esperaba en la guagua. Así que creo que vengo de un legado de mujeres que son bien emprendedoras, pero sobre todo mujeres que tienen un carácter fuerte. Y la mujer latina es así, la mujer latina hacemos todo por nuestros hijos.
Mi familia me apoya Y creo que es el mensaje, y hablo mucho de esto, pero creo que es el mensaje que quiero dejar para todas las mujeres que estén pasando por lo mismo, algún tipo de divorcio, que estén solas sacando sus hijos adelante y tengan dos, tres trabajos y dicen: “Caramba, no tengo tiempo para hacer algo que me apasiona”. Puedes hacerlo también. No podemos ser negligentes con nosotras, porque si mamá no está bien, nuestros hijos no van a estar bien.
Algún consejo que te haya ayudado a mantenerte bien, saludable, guapa…
Lo que yo hago todas las mañanas, cuando me miro al espejo, es hacer decretos. Y esto es después de mi oración, porque yo soy una mujer que tiene muchísima fe y que creo mucho en Dios. Y aparte de mis oraciones, decretos en el espejo: “Eres capaz, eres fuerte, eres valiente, eres hermosa”. Decírmelo a mí misma, al espejo, es como reprogramar mi subconsciente de que soy capaz, de que puedo, de que hoy va a ser un día bonito, de conexión. Y eso es lo que me mantiene saludable, aparte de que también tengo una muy buena psicóloga, la salud mental es lo más importante, y tener personas y grupos de apoyo que te den ese apoyo emocional.