Monstruo del mar, la película de animación con la que Netflix aspira a llevarse un Oscar

Monstruo del mar, la película de animación con la que Netflix aspira a llevarse un Oscar
Monstruo del mar, la película de animación con la que Netflix aspira a llevarse un Oscar - Créditos: @Prensa Netflix

Monstruo del mar (The Sea Beast, Estados Unidos, 2022). Dirección: Chris Williams. Guion: Chris Williams, Nell Benjamin. Duración: 119 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: muy buena.

La crisis que atraviesa Netflix -baja preocupante en las suscripciones, despido de personal en todo el mundo, pérdida de valor de las acciones de la compañía- se traduce en señales confusas: por un lado, la reciente cancelación Pearl, la serie de animación de tono feminista que preparaba Meghan Markle, la esposa de Enrique de Inglaterra; por el otro, el estreno de Monstruo del mar, una gran producción que ya es una de las preferidas de los usuarios argentinos de la plataforma y con la que la compañía apunta a llevarse un Oscar en una categoría donde por lo general manda Disney.

Justamente en Disney es donde acumuló mucha experiencia Chris Williams (director de Bolt, Big Hero 6 y Vaiana, todos largometrajes disponibles ahora mismo en la plataforma Disney+). Y esta vez ha volcado ese valioso bagaje en una película ambiciosa, extensa (dura casi dos horas), visualmente impactante (las secuencias submarinas son fascinantes) y cargada de mensajes que sintonizan deliberadamente con el canon actual de la corrección política. Es, efectivamente, un producto sólido, notoriamente contemporáneo, elaborado a conciencia a lo largo de casi dos años (incluyendo trabajo remoto durante la pandemia) y con buenas chances de conseguir los premios que la plataforma que lo financió sueña con llevars e. El trabajo codo a codo con Sony Pictures Imageworks, un estudio con sede en Vancouver, Canadá, dedicado integralmente a la animación por computadora y los efectos visuales, dio buenos resultados.

Los protagonistas de esta aventura oceánica que tiene algo de Piratas del Caribe y mucho más de Moby Dick, la gran novela de Herman Melville llevada al cine por John Huston (con guion del propio Huston y nada menos que Ray Bradbury), son dos huérfanos que perdieron a su familia más cercana en incidentes ocurridos el mar y ahora luchan contra unas criaturas gigantes y temibles que son demasiado parecidas a las de la exitosa saga de Dreamworks Cómo entrenar a tu dragón. Uno es un adulto: Jacob Holland, eficaz cazador de monstruos marinos que de pronto se encuentra envuelto en una trama de peligro y aventura con una niña polizona que insospechadamente se transformará en su socia perfecta. Maisie, la menor en cuestión, es precoz, atrevida, valiente y muy sagaz. Tiene un sentido de la justicia mucho más afinado que el de todos los adultos de la historia, que de nuevo son los que ofician de villanos, como en Red, Luca y Encanto, otros films de animación recientes en los que los más chicos hacen gala de una ética ejemplar que los mayores parecen haber descartado para siempre. Y su piel es morena. No es la única mujer negra en el barco que comanda el capitán Crow, un hombre duro y con sed de venganza que tiene una relación paternal con Jacob, pero mucho menos sensibilidad que su protegido.

Monstruo del mar
Monstruo del mar - Créditos: @Prensa Netflix

El tercero en discordia es el monstruo marino del título, un enorme bicharraco rojo señalado como una amenaza pero que en realidad solo se defiende cuando invaden su hábitat natural. Estrella indiscutible de las escenas más espectaculares de la película, Red Bluster vence a un colosal cangrejo púrpura en una batalla trepidante que probablemente asuste a los espectadores más pequeños y es el foco de atención de las escenas en las que Williams homenajea a King Kong y Godzilla. Igual que esos célebres monstruos del cine, es una representación hiperbólica y bestial de algunas taras de la sociedad que intenta eliminarlo, que en este caso -más allá de que el relato está ambientado en un pasado lejano- también tienen sus ecos en el presente. Porque el cuento de Monstruo del mar -en cuyo catálogo de influencias, aunque sean oblicuas, también deben incluirse aquellos clásicos que marcaron a su director, como las sagas de Star Wars e Indiana Jones- tiene más de una moraleja: pone en cuestión las convenciones más tradicionales y aquello que la historia oficial -siempre escrita, como se sabe, por los vencedores- nos presenta como indiscutible, e induce a respetar las diferencias, a revisar las virtudes asociadas automáticamente al heroísmo y sobre todo a tomar conciencia de que el riesgo que solemos ver en todo aquello que nos es ajeno quizás no sea tanto en comparación con el que está mucho más cerca de casa .