Moria Casan se definió como abuela de Dante y Helena y sorprendió

Diva total, ícono de la libertad, de una postura de caminar por la vida con una mirada distinta. Así se transformó en una referencia absoluta la enorme Moria Casán, quien en más de una ocasión reconoció que en la crianza de su hija Sofía Gala acudió a muchas licencias, en otras vías a las madres tradicionales.

Justamente a partir de esas confesiones, la actriz causó sorpresa al analizar su rol como abuela. Todo indicaría que se trataría de una mujer que alimentaría los caprichos de los niños, y niñas, que se entregaría a pleno a disfrutar, sin marcar límites algunos.

No obstante, Moria aceptó que late algo en su interior que se vincula con una actitud controladora con Helena (13) y Dante (8), los gurruminos que aterrizaron en este plano de la mano de su madre Sofía. Una descripción de la diva que nadie avizoraba.

En una charla con Implacables, Casán  detalló su manera de ejercer el abuelazgo: “Más o menos. No todo es color de rosas. La otra vez la fui a buscar a Helena a una fiesta de adolescentes. No estaba muy chocha”. Especificó la figura gigante e ícono pop del país.

Para ampliar en los comportamientos que ejecuta con sus nietos, Moria añadió: “Le exijo mucho, no le doy tantos permisos. No soy la abuela permisiva, tengo que tener del lugar al que va el teléfono, dirección, análisis de sangre...”. Impresionante.

Para terminar, la actriz de cientos de éxitos del cine, teatro y televisión realizó una comparación de cómo se movió con su hija, a diferencia de sus nietos, y sostuvo:  “Con Sofía fui libre, pero controlada. Yo sabía siempre dónde estaba”.

Por otra parte, la animadora también especificó el sano vínculo amoroso que late en su corazón con Pato Galmarini: “Estamos casi conviviendo, un poco yo en la casa de él. Es la primera vez que me voy a una casa y que me compran un cepillo de dientes".