Morrissey no soporta los tributos del mundo de la música a Sinead O'Connor

Morrissey credit:Bang Showbiz
Morrissey credit:Bang Showbiz

El antiguo cantante de los Smiths está asistiendo con un enfado creciente a los tributos que han ido apareciendo en las redes sociales tras confirmarse la noticia de la muerte de Sinead O'Connor y que provienen a menudo de otras figuras relevantes de la industria discográfica.

Todos los mensajes se hacen eco del supuesto respeto y admiración que sus compañeros de profesión sentían hacía ella y el estupor inicial de Morrissey ha dado paso a una indignación que no se molesta en ocultar al ver cómo la alaban y la tildan de 'icono' y 'leyenda' ahora que ya es demasiado tarde.

"Su discográfica la abandonó después de que vendiera 7 millones de álbumes para ellos. Se volvió loca, sí, pero nunca fue poco interesante. No había hecho nada malo. Tenía una vulnerabilidad de la que sentirse orgullosa... y hay un cierto odio en este mundo hacia los cantantes que no 'encajan' (esto lo sé muy bien), y nunca se les alaba hasta la muerte - cuando, finalmente, ya no pueden responder".

Morrissey ha enviado un mensaje claro a sus amigos y conocidos recordándoles que no tuvieron las agallas de apoyar a Sinead cuando estaba viva y pedía literalmente que alguien le tendiera la mano a través de Twitter. También ha dedicado unas duras palabras a los periodistas musicales y los ejecutivos que la pusieron en sus listas negras y ahora "hacen cola para llamarla icono feminista".

El músico de 'There Is a Light That Never Goes Out' afirma que a nadie debería sorprenderle que Sinead haya fallecido y compara su triste destino con el de otras estrellas femeninas con problemas de salud mental: "¿A quién le importó lo suficiente como para salvar a Judy Garland, Whitney Houston, Amy Winehouse, Marilyn Monroe, Billie Holiday? ¿A dónde vas cuando la muerte puede ser el mejor resultado? ¿Valía esta locura musical la vida de Sinead? No, no lo valía".

En su opinión, Sinead era un desafío para el resto del mundo, alguien a quien no se podía encasillar ni callar porque tenía el valor de hablar cuando todos los demás guardaban un silencio para no correr riesgos; recordemos que en 1992 la artista rompió una foto del Papa Juan Pablo II cuando actuó en Saturday Night Live para protestar por su falta de acción ante los abusos sexuales de los curas de la iglesia católica en Irlanda. Ese gesto le costó muy caro: boicot, censura, represalias… pero no la frenó. "Fue acosada simplemente por ser ella misma", ha resumido Morrissey.