Muñoz Molina reivindica la escritura en libertad en tiempos de amenazas

Fráncfort (Alemania), 18 oct (EFE).- El autor español Antonio Muñoz Molina reivindicó este martes en Fráncfort la escritura en libertad y destacó que en tiempos "tan poblados de incertidumbres, temores y amenazas", la única certeza en el oficio de escritor es el compromiso con los valores civiles.

Muñoz Molina y la también escritora Irene Vallejo pronunciaron esta tarde sendos discursos en la ceremonia de inauguración de la Feria del Libro de Fráncfort, la más importante del mundo en su sector, de la que este año es país invitado de honor y que fue presidida por los reyes Felipe VI y Letizia y por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.

Una ceremonia en la que actuó la cantante y compositora Silvia Pérez Cruz, reciente Premio Nacional de Músicas Actuales 2022, y en la que estuvo presente en los discursos el papel de los libros en un mundo amenazado por la guerra.

"Mi oficio de escritor, mi vida misma, son inseparables de mi condición de ciudadano libre de España y de Europa", recalcó este autor, que estuvo en 1991 en la primera ocasión en la que España fue invitado de honor en esta cita literaria.

Recordó que Salman Rushdie llevaba ya dos años escondiéndose de la condena a muerte dictada por imanes fanáticos, "y la libertad de espíritu y de expresión era muy peligrosa o del todo imposible de ejercer fuera del ámbito de las democracias liberales".

"Treinta y un años después, Salman Rushdie, ejemplo admirable de hombre libre y escritor sin miedo se recupera de un ataque criminal contra su vida, y en muchos países las personas dedicadas al oficio de contar las cosas tan como son o de imaginarlas como podrían ser se enfrentan a la censura, a la cárcel, a la persecución, al asesinato", recalcó el autor.

Una de las grandes diferencias entre la literatura española que vino a Fráncfort en 1991 y la actual es la irrupción de las mujeres en la literatura. Y otro cambio es la llegada de casi seis millones y medio de inmigrantes, que ahora son el 14% de la población convirtiendo a España en uno de los más diversos de Europa, lo que se refleja en la literatura.

"Yo no sé si ahora, en conjunto, la literatura española es mejor o peor que hace treinta años, y ni siquiera si es más libre". Lo que sí es, añadió Muñoz Molina, es mucho más variada y plural, también por la rica literatura en las otras lenguas "igual de nuestras que no son la castellana", y porque el español ibérico es enriquecido por quienes escriben en América Latina y publican en España".

Irene Vallejo, autora del ensayo "El infinito en un junco", sobre la historia del libro, que se convirtió en un fenómeno de ventas, dedicó su discurso a la reivindicación de la figura de los traductores, a la que la feria dedica este año una especial atención.

Y "mientras rugen los discursos que nos dividen", Fráncfort es, precisamente, "capital y encrucijada de traducciones. Aquí la literatura y las ideas vienen en busca de otra piel, de renacimientos sin fin. Al traducir, partimos de la diferencia para reivindicar la cercanía", destacó Vallejo.

Recordó la autora que la historia de la literatura está también plagada de exilios y que los escritores despojados de sus lectores, prohibidos en su patria, dependen de las traducciones,

El director de la feria de Fráncfort, Jürgen Boos, indicó que muchas veces no se ve la labor genial de los traductores y que, cuando la sociedad ha olvidado escuchar, es más necesario entender lo que nos dicen en otro idioma.

"La diversidad es el bien mas importante que tenemos, hay que escuchar y entender lo que pasa en la sociedad", subrayó Boos.

El primer ministro de Hesse, Boris Rhein, tuvo un recuerdo para Ucrania y para los que luchan para y por la libertad en Europa y destacó el papel del libro que, al permitir sumergirse en otra cultura, es el mejor recurso para un mundo pacífico. "Los dictadores queman libros y hay que hacer todo lo posible por protegerlos", dijo.

La presidenta de la asociación de libreros alemanes, Katrin Schmidt-Friedrich, se refirió a la crisis energética y al aumento de precio de papel, lo que afecta a un mercado "ya sin mucho margen".

Y explicó que, según los datos de finales de septiembre, las librerías alemanas sufrieron un descenso del 8,7 por ciento de sus ingresos.

Por Carmen Naranjo

(c) Agencia EFE