Muere Ibáñez, dejando huérfanos a "Mortadelo y Filemón" y a generaciones de lectores

Barcelona, 15 jul (EFE).- El dibujante más relevante del cómic español, Francisco Ibáñez, ha fallecido este sábado en Barcelona a los 87 años, dejando huérfanos sus 'hijos' Mortadelo y Filemón, el botones Sacarino o Pepe Gotera y Otilio, y a generaciones de lectores que durante más de 65 años se rieron y fueron felices con sus historietas.

La muerte de Ibáñez se ha conocido a media tarde a través de la cuenta de Twitter de Penguin España, que ha resaltado la lucidez y sentido del humor de Ibáñez, al que ha calificado como la "figura más importante del cómic español".

Francisco Ibáñez, un trabajador incansable que nunca llegó a jubilarse, autor de miles de historietas, había publicado hace menos de tres semanas su último álbum de los desastrosos agentes de la T.I.A., con el título "Mortadelo y Filemón. Mundial de Baloncesto 2023", dedicado al próximo campeonato internacional de este deporte.

La fatal noticia de la muerte de Ibáñez ha suscitado innumerables reacciones en las redes sociales desde todos los rincones de España, tanto de dibujantes, como de políticos o de lectores que le han agradecido los grandes momentos pasados con sus álbumes y las carcajadas que provocaban sus viñetas.

Entre los mensajes de condolencia y nostalgia, los de muchos ciudadanos, de al menos tres generaciones, que se iniciaron en la lectura con sus tebeos y en una época, como ha dicho uno de sus seguidores en un tuit, "sin internet, ni tablet, ni consola, sin TikTok y casi sin bici ni balón, en el que el mayor tesoro eran esas páginas de colores".

"Debo tantas horas de diversión a F. Ibáñez que no sé qué decir. En mi casa, tres generaciones -mi padre, yo, mis hijos- hemos reído a carcajadas con sus historietas y personajes. Trabajó hasta el final para hacernos a todos un poquito más felices", ha destacado uno de sus incondicionales.

Los lamentos por el deceso del historietista han sido unánimes en el ámbito del cómic y así Meritxell Puig, directora de Cómic Barcelona, principal cita del sector en España, ha calificado a Francisco Ibáñez como el autor de cómics "más importante en lengua castellana de todos los tiempos".

Por su parte, el historietista Carlos Azagra ha lamentado que Ibáñez se haya ido justo cuando compañeros de profesión le estaban preparando un homenaje y ha constatado que con su muerte "nos has dejado un poco más huérfanos".

Numerosos políticos han abandonado por unos segundos la dinámica de la campaña electoral para despedir en internet a Ibáñez, que acompañó a muchos de ellos en su infancia y juventud a través de los inseparables "Mortadelo y Filemón" y otros de sus personajes.

En su cuenta de Twitter, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su cariño a la familia y amigos del dibujante, a quien -ha dicho- muchos echarán de menos porque hizo la vida "mucho más divertida a varias generaciones de este país".

El presidente catalán, Pere Aragonès, ha destacado que Ibáñez fue "un dibujante de imaginación y tenacidad desbordante" y "un referente del humor y la ironía", además de "creador de un mundo que ha marcado a muchas generaciones", mientras el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha subrayado que deja "el recuerdo imborrable de los míticos personajes" a los que dio vida sobre el papel.

Francisco Ibáñez Talavera nació el 15 de marzo de 1936 en Barcelona, desde pequeño se aficionó a leer tebeos y con solo 11 años publicó su primer dibujo en una revista infantil, "Chicos".

Estudió Comercio y Peritaje Mercantil, y entre 1950 y 1957 trabajó en el Banco Español de Crédito, primero como botones -experiencia de la que nacería "Sacarino"- y después como ayudante de cartera y riesgos.

En esa época, de la que Ibáñez recuerda que sus jefes siempre le pillaban haciendo dibujitos, ya colaboraba en revistas como "El Chicolino", "La Risa" y "Alex", o en el suplemento dominical de "La Prensa", y en 1957 dejó el trabajo en el banco para dedicarse por completo y profesionalmente a la historieta.

Entre 1957 y 1985 trabajó para Bruguera, la principal editora de cómics y del negocio del tebeo en España durante los años sesenta y setenta, en cuya revista "DDT" comenzó a difundir sus primeros chistes.

El 20 de enero de 1958 apareció en la revista "Pulgarcito" la primera historieta de Mortadelo y Filemón, su creación más emblemática, a los que dibujó en centenares de disparatadas aventuras y con los que ha completado 220 álbumes.

Influenciado por la escuela franco-belga, en 1969 publicó "El sulfato atómico", historieta larga en formato de álbum, con viñetas muy cuidadas y que marcó la apertura de Ibáñez al mercado extranjero.

En 1985 Ibáñez dejó la editorial Bruguera, en desacuerdo por haberse quedado con los derechos de sus personajes, que reclamó por vía judicial, y fichó por Grijalbo, época en la que creó las series "Chicha, Tato y Clodoveo, de profesión sin empleo" y "7, Rebolling Street"

La ley de Propiedad Intelectual aprobada en 1987 facilitó a Ibáñez la recuperación de "Mortadelo y Filemón", que tras su salida de Bruguera habían dibujado otros autores, sin el éxito que le proporcionaban los guiones de su creador.

Ediciones B, que se hizo con todo el fondo editorial de Bruguera al quebrar esta editorial, llegó a un acuerdo con Ibáñez para que se hiciera cargo otra vez de los personajes que lo lanzaron a la fama, y desde 1989 se concentró en crear nuevos álbumes de Mortadelo, muchos de ellos relacionados con temas de la actualidad y con guiños a las modas y tendencias del momento.

Los últimos álbumes de "Mortadelo y Filemón" se han centrado también en temas que enlazaban con la actualidad, ya fuera política, social o deportiva, como "El Tesorero", "Sueldecitos más bien bajitos...", "¡Elecciones!", "El Capo se escapa", “Tokio 2020”, "El Cambio Climático" o "Mundial 2022".

A finales del pasado mes de junio apareció el último de sus álbumes, "Mortadelo y Filemón. Mundial de Basquet 2023", el número 220 de la colección Magos del Humor, publicado por Bruguera, sello que en la actualidad pertenece al grupo Penguin Random House.

Entre las distinciones de Ibáñez figuran el Gran Premio del Salón Internacional del Cómic de Barcelona a su trayectoria (1994), la Medalla de Oro de Bellas Artes (2002) y el Premio Oso a la labor de una vida del Salón Internacional del Cómic de Madrid ("Expocómic 2002").

(c) Agencia EFE