Muere Lynne Marta, de 'Starsky y Hutch', semanas después del fallecimiento de su ex y compañero en la serie
La actriz Lynne Marta ha fallecido a los 78 años de edad después de una larga y dura lucha contra el cáncer, según ha informado su amigo y compañero de vida Chris Saint-Hilaire a The Hollywood Reporter. La estrella de Footloose y Starsky y Hutch falleció el pasado 11 de enero en su casa de Los Ángeles. La muerte de la actriz se produce semanas después del fallecimiento el pasado 4 de enero de su amor de toda la vida, el actor de Starsky & Hutch, David Soul, a los 80 años.
En 1983 describió su relación como una "relación abierta", ya que Soul estaba casado en ese momento con la actriz Karen Carlson. Durante los años que duró Starsky & Hutch, de 1975 a 1979, "David y Lynne vivieron juntos pero pasaron tiempo con otras personas". Apareció con él en 1977 en su especial de televisión David Soul and Friends. Marta había estado casada anteriormente con el fallecido actor Brick Huston de 1968 a 1975.
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La actriz es recordada por sus papeles en Joe Kidd, donde compartió escena con Clint Eastwood, y Footloose, junto a Kevin Bacon en 1984. En televisión, también apareció en varios series producidas por el fallecido Aaron Spelling, incluidos The Mod Squad, Los Ángeles de Charlie y The Rookies. También trabajó en otros proyectos para lapequeña pantalla como Las calles de San Francisco, Dan August, Cannon, Caribe y The Manhunter.
Marta a lo largo de su vida vivió un episodio terrible como vecina y amiga de Rebecca Schaeffer, la actriz de My Sister Sam que fue asesinada a los 21 años por Robert John Bardo, un fan obsesionado que había estado acosándola durante tres años. Marta, que vivía en el mismo piso del complejo de apartamentos de West Hollywood donde fue asesinada Schaeffe, testificó contra el asesino en el tribunal y brindó un vívido testimonio presencial. Su testimonio ayudó a encarcelar al asesino de por vida: "La puerta tembló, la pared tembló. El gato se elevó por los aires. Caí de rodillas y me arrastré hasta el dormitorio. Entonces, escuché el primer grito de Rebecca. Ella todavía estaba gritando mientras yo hablaba con el 911. Cuando llegué a la puerta, ella estaba llorando. Abrí la pequeña trampilla de mi puerta. Había un olor que nunca olvidaré: el olor a disparos".