Qué hace y en qué parte del mundo vive Dolores, la hermana de Máxima Zorreguieta que aparece en la serie
Desde que se estrenó a mediados de agosto la serie Máxima (Max), la misma que relata la vida de Máxima Zorreguieta, no solo se habla de la familia real, sino también del entorno de la argentina. Debido a esto es que muchos se preguntaron qué es de la vida de Dolores, la hermana de la reina consorte de los Países Bajos.
Pese a que Máxima tiene otros hermanos, una de las hijas del primer matrimonio de su padre, Jorge Zorreguieta, está en boca de todos por su rol en la ficción. Es que se la ve en varias oportunidades muy cercana a quien se convirtió en la esposa de Guillermo Alejandro, pero también cuestionando el rol de su padre como ministro de Agricultura y Ganadería en la última dictadura militar argentina.
Conocida como “Loli”, estudió en la Escuela Nacional Prilidiano Pueyrredón, luego se fue a vivir a Manhattan, donde se matriculó en la New York University. Desde hace 20 años está radicada en Estados Unidos y por su amplia carrera como artista plástica participó de numerosos seminarios, fue becaria y protagonizó exposiciones individuales en diferentes países de América Latina, América del Norte y Europa.
La mujer de 54 años siempre mantuvo un bajo perfil y así lo demuestra en su cuenta de Instagram, donde tiene poco más de 1.600 seguidores. En su feed, comparte parte de sus pinturas y manualidades; además, aprovecha para realizar convocatoria a sus distintas conferencias.
Cabe destacar que Dolores, junto a Ángela y María, es hija del exministro y Marta López Gil, una famosa filósofa, quien, según ella, la influyó mucho en la creación de su arte. “El sufrimiento y la violencia son los ejes fundamentales de mi trabajo. Que mi madre haya sido filósofa tiene mucho que ver con mi obra y mi vida. Haber crecido con poesías y textos filosóficos en casa me marcó y me dio un buen apoyo teórico”, explicó en una de sus entrevistas.
Pero, ¿por qué Loli cuestionaba a su padre? Tal como se mencionó, la joven no aceptaba la relación entre su progenitor y el llamado Proceso de Reorganización Nacional. Lo que también significó un problema para Máxima y Guillermo Alejandro a poco de dar el sí, ya que Holanda, en aquella época, fue un país que recibió exiliados políticos.
Pese a que no se demostró que el hombre que falleció en 2017 a los 89 años haya tenido relación directa con los crímenes de lesa humanidad, la noticia generó una fuerte oposición entre los neerlandeses. Debido a esto, el Parlamento se había expresado en contra de la boda. No obstante, llegaron a un acuerdo para que se llevara a cabo, pero sin la presencia del exfuncionario. Además, tampoco pudo asistir a la ceremonia de coronación de Máxima como reina consorte.
En varias oportunidades, la reina de los Países Bajos reconoció el impacto emocional de la ausencia de su padre, a quien homenajeó en la ceremonia con la canción “Adiós Nonino”, de Astor Piazzolla. Millones de personas vieron en ese momento cómo la, por entonces, princesa de Holanda se quebraba en llanto ante las cámaras.