Murió el destacado pedagogo, director y pianista Guillermo Opitz

Opitz, un maestro ejemplar
Opitz, un maestro ejemplar

El pianista, director coral y pedagogo Guillermo Ángel Opitz murió en Buenos Aires, a mediados del pasado mes. Tenía 90 años. El intérprete y docente había comenzado sus estudios musicales en la Escuela y Coro de la Cruz, de Dresden, Alemania, y más tarde se perfeccionó en Suiza y Austria. A su regreso a la Argentina, orientó su formación al piano. En nuestro país se desempeñó como maestro interno y preparador de varias temporadas líricas del Teatro Colón y de la Ópera de Cámara del Teatro San Martín. Por otra parte, fue fundador y director de seis agrupaciones vocales, dictó clases magistrales y cursos de perfeccionamiento para cantantes y pianistas acompañantes en Buenos Aires y en distintas localidades del país.

A Opitz lo sobrevive su extensa labor, que no solo tuvo una gran prédica en su actividad como docente; también dejó composiciones, algunas inéditas, y adaptaciones corales. Entre otras, se destacan Recordos de Galicia (tres movimientos para corno inglés y cuarteto de cuerdas u orquesta de cuerdas), Tres Canciones de Juan Pedro Esnaola (adaptación para tenor solista y acompañamiento coral), Seis Villancicos Populares Argentinos (adaptación para cuatro voces solistas y coro con acompañamiento de guitarra) y Kinderlieder (suite burlesca en estilo paródico para cuatro voces, flauta, clarinete, fagot, quinteto de cuerdas y piano).

Durante casi 20 años fue titular de la cátedra de Dirección Coral en la UCA; luego, en el Instinto Superior de Arte del Teatro Colón, llevó adelante dos cátedras de música de cámara, que dictó hasta la semana previa a su muerte.

Fue director artístico de la Fundación Música de Cámara, que creó en 1983 para difundir la música vocal e instrumental. Por esta actividad recibió el Premio Konex. Entre otros lauros, fue reconocido con el Premio Trayectoria (1997) de la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina y como Caballero de la Orden del Mérito, por el gobierno alemán, ese mismo año. Ya este siglo obtuvo el Diploma de Honor del Honorable Senado de la Nación Argentina.

Sobre el escenario también realizó una intensa actividad, la mayoría de las veces en proyectos de cámara, compartidos con Carlos Pessina (concertino del Teatro Colón), el barítono Ángel Mattiello y los chelistas Paul Tortelier y Arto Noras, entre otros.

Guillermo Opitz se destacó en sus actividades interpretativas y también en la docencia
Guillermo Opitz se destacó en sus actividades interpretativas y también en la docencia - Créditos: @Picasa

Además, gracias al patrocinio del Museo de Arte Español Enrique Larreta, dirigió tres conjuntos dedicados a la música polifónica española del Renacimiento y el Barroco: el Coro del Cancionero de Upsala, el Coro Tomás Luís de Victoria y los Cantores del Museo Larreta. También creó y dirigió durante 12 años el Coro Heinrich Schütz, de la Institución Cultural Argentino-Germana.

Sentado al piano, se destacó en sus actividades interpretativas, que quedaron reseñadas en diversos medios: “Hermoso sonido y fraseo flexible y expresivo” (El País – Montevideo, 1964); “Excelente acompañante, intérprete de calidad, dueño de fina musicalidad” (El Plata – Montevideo 1964); “Un intérprete de sutileza estilística para las grandes obras maestras, técnicamente muy preciso y múltiplemente versado (Freie Presse – Buenos Aires,1972); “Motivado emocionalmente por una mente sensible y que detectó cada detalle (La Prensa - Buenos Aires, 1973).