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A los 65 años murió el gran actor Claudio Da Passano, que fue parte del elenco de la película Argentina, 1985

Claudio Da Passano en su impecable composición como el dramaturgo Carlos Somigliana, en Argentina 1985
Claudio Da Passano en su impecable composición como el dramaturgo Carlos Somigliana, en Argentina 1985

A los 65 años, falleció hoy el actor Claudio Da Passano. La noticia fue comunicada esta mañana por la Asociación Argentina de Actores y por el momento se desconocen las causas de su deceso. “Con gran dolor despedimos al actor Claudio Da Passano, afiliado a nuestro sindicato desde 1985. Llevó adelante una amplia y destacada labor en teatro, cine y televisión. Nuestras condolencias a su compañera, la actriz Malena Figó, familiares y amistades, abrazándolos en este duro momento”, dice el comunicado de la entidad presidida por Alejandra Darín. A partir de ese momento, las repercusiones sobre esta lamentable pérdida de un creador enormemente querido y respetado en el medio comenzaron a multiplicarse en las redes sociales.

Hijo de María Rosa Gallo y Camilo Da Passano y hermano de la actriz Alejandra Da Passano, Claudio supo construir una larga trayectoria. Uno de sus últimos trabajos fue en Argentina, 1985, el film de Santiago Mitre donde interpretó al dramaturgo y colaborador de Julio Strassera, Carlos Somigliana, uno de autores teatrales medulares de la generación del 60 y una figura clave de la mítica edición de Teatro Abierto.

Da Passano creció en el seno de una familia de artistas, por lo que su vocación estuvo muy marcada desde pequeño. Esta persona de mirada cálida y afectuosa, de una dicción perfecta en el escenario y de una paleta interpretativa que le permitía transitar tanto el drama como la comedia reconocía en un reportaje publicado en LA NACION, en 2008 que su punto inicial con la actuación era un tanto difuso. Sin embargo, se permitió evocar una anécdota de cuando aún iba al colegio. “Mi habitación quedaba en el fondo de un pasillo largo y, un día, cuando pasé por el cuarto de mis padres, que aún dormían, porque la noche anterior habían tenido función, sentí algo: el olor a dormido”, precisó. Así advirtió que solo siendo actor podría prestarles tanta atención a sus emociones y a los sentidos. En perspectiva, siempre fue fiel a eso. De sus padres aprendió a valorar la profesión y a poner en práctica “la alegría en el trabajo”, confesó en aquella charla. En 1985, año del famoso Juicio a las Juntas, junto a su madre y su hermana representaron Sólo cuando me río, obra de Neil Simon.

Casi como siguiendo la tradición de esas grandes familias de artistas, su pareja, Malena Figó, es hija de Elena Petraglia y Daniel Figueiredo, y hermana de María Figueras. “Tenemos las mismas imágenes de chicos, de ver a nuestros padres trabajar, de correr por los teatros, eso nos identifica, compartimos un pensamiento parecido sobre la profesión”, reconoció ella cuando estrenaron El reproche, obra de Víctor Hugo Morales que tenía prevista algunas funciones en Mar del Plata. Claudio y Malena son los padres de Vica, una adolescente que prefiere dibujar en vez de ser actriz. A su padre, la fotografía y la música eran sus otras pasiones.

Claudio Da Passano y Guido Botto Fiora en La materia oscura
Claudio Da Passano y Guido Botto Fiora en La materia oscura

Completó su formación con José Bove, Rubens Correa, Agustín Alezzo, María Esther Fernández y Joy Morris. Una de sus primeras apariciones en televisión fue junto a su madre, en la ficción Dos en la ciudad. El teatro ocupó un gran lugar en su vida. En 1983 debutó en el Teatro Nacional Cervantes con una obra de La Banda de la Risa, grupo clave de la época del que también formaron parte Claudio Gallardou, Diana Lamas y Tony Lestingi. En los inicios de este colectivo presentaban unas rutinas de circo en diferentes plazas de la ciudad. Con el paso del tiempo, esos obras en las que revisitaban el legado de las artes circenses pasaron a formar parte de la programación de salas alternativas, públicas y comerciales y de diversos festivales internacionales. Durante ese período ese renovador colectivo teatral del que Da Passano era parte estrenó títulos como Fausto… o rajemos que viene Mefisto y Martín Fierro.

A partir de aquellas experiencias empezó a ser convocado por directores como Daniel Veronese, Andrés Bazzalo, Mónica Viñao o el georgiano Robert Sturua en Arturo Ui, de Bertolt Brecht, y Shylock, de William Shakespeare. Viajó a España con la obra Memorias del infierno, una producción del Teatro San Martín dirigida por Sergio Renán. A los pocos años, volvió a Europa con Un hombre que se ahoga, una adaptación de la obra Tres hermanas, de Anton Chejov, que fue dirigida por Daniel Veronese. Su importante paso por las tablas incluye títulos como Terrenal, la elogiada obra creada y dirigida por Mauricio Kartun en donde compartía escenarios junto a Claudio Rissi y Claudio Martínez Bel y que acaba de ser premiada en Cuba; o Toc Toc, una obra clave del circuito comercial. Entre sus tantos otros trabajos fue Polonio, en la versión de Hamlet, que dirigió Rubén Szuchmacher; e integrante de los espectáculos como El himno, Memorias del infierno, Pingüinos, Un enemigo del pueblo, Los hijos se han dormido, El río en mí, Sinvergüenzas y El retrato del pibe, entre otras obras.

La hora de los "Claudios": Da Passano y Martínez Bel, a la espera de Rissi
Da Passano y Martínez Bel en Terrenal, una de las producciones claves de Mauricio Kartun - Créditos: @gza. viviana porras

En televisión, formó parte de los ciclos Requetipillos, El Tigre Verón, Limbo, Chiquititas, Los secretos de papá, Poliladron y Alta Comedia, entre otros. En cine, participó de proyectos como Yo nena, yo princesa, ¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?, Papá se volvió loco, Delito de corrupción y, recientemente, en el film de Santiago Mitre, Argentina, 1985, que ayer fue nominado al Premio Oscar. “Un día fui al set (no me tocaba filmar) a visitar a mis compañeros, que estaban ensayando una escena en la sala de audiencias original. Entonces, entré y estaban, de espaldas, los actores que interpretan a los militares. No me lo esperaba, me agarró distraído y tuve un ataque de angustia y llanto. Cuento esto para que se comprenda la carga con que íbamos a trabajar; teníamos que cuidarnos de que eso no pasara: de lo contrario, hubiésemos tardado más en finalizar el film. A todos nos pasó un poco lo mismo. Es un tema muy potente que nos toca de cerca, que divide a la sociedad y no está resuelto, entonces está presente en el cuerpo de cada uno. Habiendo pasado la época, hay que resolverlo de una vez”, reconoció en un reportaje publicado en El Digital. Allí mismo reconoció que las veces que vio la película no pudo evitar llorar.

Hoy, su familia, sus amigos, sus tantos compañeros de trabajo (entre ellos, el mismo Ricardo Darín, protagonista de Argentina, 1985) y el público que Claudio Da Passano supo construir a lo largo de tantos años lloran su muerte.

Su velatorio es hoy, de 17 a 22, en Thames 1164 y mañana, de 8 a 11.