Murió Steve Albini, productor de discos claves de Nirvana y Pixies

Steve Albini tenía 61 años
Steve Albini tenía 61 años - Créditos: @Paul Natkin

Steve Albini, el ingeniero de sonido, músico y productor que dejó su huella en la escena del rock alternativo de los años noventa, murió a los 61 años de un ataque al corazón, según informó el staff de Electronic Audio, su prestigioso estudio de grabación.

Reconocido como un productor clave de la escena de los años 90, Albini prefería que lo recordaran como ingeniero de grabación. Su labor junto a Pixies y Nirvana (es justo recordar también Rid of Me, de PJ Harvey), sin lugar a dudas marcaron a fuego tanto sus experiencias personales como su currículum. A la Argentina vino en varias oportunidades al frente de su banda, Shellac, con la que tenía planenado salir de gira para presentar su álbum To All Trains, que saldrá el 17 de mayo.

Steve Albini nació en Pasadena, California y vivió una infancia itinerante antes de que su familia se estableciera en Missoula, Montana. Cuando era adolescente, su descubrimiento de The Ramones transformó su “infancia normal en Montana” en una entidad completamente diferente y más... salvaje. En los años siguientes, mientras estudiaba periodismo en Illinois, se vio atraído por la escena punk de Chicago. Saltó a la fama a principios de la década de 1980 como líder de Big Black, el trío conocido por su rock agresivo basado en guitarras que se caracterizaba por tocar en vivo con una caja, sin baterista, una rareza para la época.

Steve Albini al frente de Shellac, en Primavera Sound Barcelona, en junio de 2022
Steve Albini al frente de Shellac, en Primavera Sound Barcelona, en junio de 2022 - Créditos: @Jim Bennett

En su tiempo libre, Albini escribía artículos para la revista Matter, en los años 80. Con ellos se ganó la reputación de agitador cultural que lo acompañó el resto de su vida. A lo largo de su trayectoria, supo trabajar con artistas como Robert Plant, Jimmy Page, The Stooges, Pixies y PJ Harvey, entre muchos otros. El 21 de septiembre de 1993, Nirvana sacó su tercer y último álbum de estudio, In Utero, para el que la banda recurrió a él en calidad de productor.

Entrevistado por el sito Kerrang!, en 2021 Albini reveló una divertida anécdota relacionada con la producción del disco. La historia es que Nirvana le había pagado 100.000 dólares para trabajar en la grabación del álbum, pero el grupo tuvo la oportunidad de no gastar un centavo si ganaba una apuesta. ¿En qué consistió? El productor e ingeniero de sonido les propuso jugar al pool. Si alguno de los miembros del grupo le ganaba, él trabajaría gratis; pero si ganaba el productor, la banda debía pagarle el doble. “Lo hice con todas las bandas con las que trabajé, pero nadie aceptó la oferta. No es que sea un gran jugador, pero tengo las mismas chances de ganar que cualquiera en un juego limpio. En última instancia, no me iba a cambiar la vida si conseguía el doble de dinero para la sesión o si trabajaba gratis. Pero supongo que Nirvana era un poco más reacio a arriesgarse que yo”, confirmó el rechazo de la oferta por parte del grupo que lideraba Kurt Cobain.

Albini estaba lejos de ser un gran admirador de Nirvana cuando recibió el llamado para trabajar con ellos. Como líder de grupos de rock “antisistema”, como Big Black, se mostraba bastante escéptico cuando una banda mainstream pedía por sus servicios. Finalmente, aceptó trabajar en el disco por una tarifa fija y declinó un trato estándar que también le hubiera permitido obtener una parte de las regalías. “Creo que pagarle regalías a un productor o ingeniero es éticamente indefendible. Me gustaría que me paguen como a un plomero: yo hago el trabajo y ustedes me pagan lo que vale. No hay forma de que acepte tanto dinero. No podría dormir”, escribió.

Dos años atrás, antes del desembarco de Primavera Sound en Buenos Aires, su creador, Gaby Ruiz, hablaba con admiración y orgullo de Shellac, la banda de Albini y grupo fetiche de su festival. “Cuando veo a Shellac repetidas veces en nuestro cartel siendo una de las bandas más complicadas del planeta, que no firman un contrato, siempre dan la mano, que sabes que van a observar tu grilla y como que no le guste no van a venir, una banda que toca poquísimo y para mí es uno de los puntales de esa ética dentro del rock. He conseguido anunciarlos en Los Ángeles (también estarán en Buenos Aires), que me parecía algo complicadísimo por cómo es ese mercado y cuando vi su nombre en el cartel me reí solo”, contaba el productor catalán.