‘My Fault: London’ es un romance juvenil con acción, pero sin la pasión de ‘Culpa mía’
Tras el estreno de la segunda parte española del fenómeno de Culpables en diciembre de 2024, Prime Video lanza Culpa mía: Londres, una nueva versión británica que traslada la historia de Noah y Nick a un nuevo escenario, pero sin alejarse demasiado de la fórmula original. La intención parece clara: expandir la historia a una audiencia más amplia en inglés y darle un aire fresco, pero ¿realmente lo logra o solo repite los mismos errores?
La película está dirigida por Dani Girdwood y Charlotte Fassler, con guion de Melissa Osborne, y las interpretaciones de Asha Banks (Asesinato para principiantes) como Noah y Matthew Broome (Las bucaneras) como Nick.
Para quienes no lo sepan, Culpa Mía nace de la mente de Mercedes Ron, quien escribió la trilogía Culpables en Wattpad, la plataforma en línea para publicar relatos donde explotó en popularidad. Tenía la fórmula mágica: un romance prohibido entre hermanastros con mucho drama, adrenalina y tensión sexual.
En Culpa Mía: Londres, la trama sigue la misma estructura que la original: Noah vive en Florida hasta que su mamá se enamora de un millonario y se mudan a Londres. Ahí conoce a su nuevo hermanastro, Nick, el típico chico malo mujeriego, que corre autos de manera clandestina y participa en un club de pelea. Desde el principio, la química entre ellos es evidente, pero la película no se toma demasiado tiempo en construirla.
En general, la historia avanza a buen ritmo, pero deja de lado algunos detalles clave. Por ejemplo, el trasfondo de Noah y su trauma con su padre queda poco explorado, lo que hace que sus ataques de pánico en situaciones violentas no tengan el impacto emocional que deberían.
Además, el tema tabú del “casi incesto”. Si bien la nueva versión evita enfatizar demasiado en lo polémico del vínculo, es imposible ignorar que la relación original entre hermanastros se mueve en una zona moralmente ambigua. No es un lazo biológico, pero el contexto familiar en el que se conocen añade una capa de incomodidad que la película no termina de explorar del todo. En lugar de jugar con ese dilema y con la tensión que podría generar, simplemente lo presenta como un obstáculo menor que no tiene mayor impacto en la trama.
Y si dejamos de lado el contexto familiar de la relación entre Noah y Nick, la película no logra transmitir la misma intensidad que en la versión española. Falta esa contradicción jugosa de “te deseo, pero no debería”, ese juego de atracción y resistencia con el que enganchan este tipo de historias. Aquí parece que están juntos porque el guion lo necesita, no porque haya una evolución natural en el vínculo. Falta pasión, conflicto y esa sensación de que lo prohibido es lo que los atrae.
Las escenas de acción son un punto fuerte, ya que las carreras de autos están bien logradas. Sin embargo, hay decisiones narrativas que no terminan de encajar. Por ejemplo, la madre de Nick aparece demasiado pronto en la historia, lo que genera dudas sobre cómo planean unir los eventos de Culpa Tuya en una posible secuela.
Otro aspecto que resulta cuestionable es el mensaje que transmite la película. La historia sigue recurriendo a estereotipos como la chica de clase media que se enamora del chico rico, quien solo con ella descubre su lado vulnerable. También está la contradicción de Noah, quien rechaza la violencia debido a su pasado, pero termina involucrándose con Nick, que tiene actitudes que recuerdan a la figura paterna que ella intenta evitar. ¿La historia nos muestra un ejemplo de lo que no se debe hacer en una relación o simplemente romantiza dinámicas tóxicas? No queda claro.
La película toca temas delicados como el abuso, la violencia y el trauma, pero los menciona sin profundizar en ellos. Se sienten más como elementos de trasfondo que como algo que moldea a los personajes y su relación. En su defensa, la versión española tampoco los analiza a detalle.
A pesar de estos fallos, Culpa mía: Londes es una película entretenida para quienes disfrutan los romances juveniles. No revoluciona el género ni aporta una perspectiva diferente, pero cumple con lo que promete. Si viste la versión española, notarás las diferencias, pero en esencia sigue siendo la misma historia con diferente presentación.