Nacho Palau nos la ha colado en ‘Supervivientes’ por donde nunca habríamos imaginado

Uno de los personajes más interesantes de la actual edición de Supervivientes era el escultor Nacho Palau. Este hombre hasta hace unos años era alguien prácticamente desconocido, hasta que se hizo público que había tenido una relación sentimental con Miguel Bosé durante más de 20 años, y que habían tenido cuatro hijos juntos. Con su concurso en Honduras pretendíamos descubrir su forma de ser, sus emociones, sus sentimientos. En teoría, Nacho llegó a la isla soltero, y en algunas galas parecía incluso flirtear con Jorge Javier Vázquez, el presentador de los jueves. Pero todo eso resultó una ilusión, porque nos la estaba colando, pero bien.

Este martes, la gala Supervivientes: Tierra de nadie tuvo a Nacho como doble protagonista. Por un lado, porque volvía a ser el elegido por la audiencia para librarse de las nominaciónes: ya tiene la tranquilidad de que este jueves no se irá de la competición. Por otro, él era uno de los elegidos, junto a Ignacio de Borbón, para enfrentarse al puente de las emociones. Como ya sabrán los espectadores más fieles, este puente tiene escritas ciertas palabras (“amor”, “rencor”, “muere”, “culpa”…) y los participantes suelen compartir sus sensaciones más íntimas al respecto.

Así, precisamente el primer peldaño al que se enfrentó Nacho Palau iba sobre el amor, y para él, este sentimiento tiene nombre ahora mismo: Cristian. Se trata de “una persona que está conmigo desde hace un año. Un ángel. Un tío que me ha sabido llevar, que ha aguantado mucho y quiero aprovechar para darle su sitio. Tremendamente agradecido con lo que está haciendo por mí y por mi familia. Lo quiero muchísimo”. Por eso, cuando Supervivientes lleva ya 75 días de concurso, Nacho Palau ha decidido “darle su sitio”, hablando de él. “Lo adoro, lo quiero muchísimo y me espero durar muchísimos años más con él”, añadía.

Tal como se pudo saber después, el tal Cristian llegó a la vida de Nacho Palau, giros mágicos del destino, gracias al cantante de ‘Amante Bandido’. “Trabajaba para Miguel Bosé y allí se conocieron”, afirmó Kiko Matamoros, quien también explicó que este dato lo sabía una revista y que saldría a la luz más pronto o más tarde, si es que no se adelantaba el propio Nacho. Yago, sobrino de Palau y su defensor, reconoció que lo dicho por el último expulsado es cierto: “Se conocieron laboralmente porque Cristian trabajaba en una productora. Personalmente más tarde”.

En el puente de las emociones, Nacho habló también de sus hijos, y de Miguel Bosé. Lamentó todo el daño que les haya podido hacer, y asegura que sigue queriendo mucho al que fue su pareja.

“Los niños no tienen culpa de nada, no entendían, seguramente nosotros tampoco. Separarte de tus hijos, no saber explicarles, es muy duro. Horrible”, se lamentaba. Más tarde, Lara Álvarez le entregó una carta de sus hijos, que leyó en directo, y que le hizo emocionarse muchísimo.

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La bomba sentimental que soltó Nacho Palau se puede interpretar como un acto de generosidad y de amor. Aunque quería mantener su vida privada alejada de la televisión, él ha decidido gritar a los cuatro vientos que está muy feliz con este hombre llamado Cristian, quien parece una bellísima persona, muy volcada con su familia, que le ha permitido volver a creer en la magia del amor.

Sin embargo, como espectador, lo que me llega es que Nacho Palau está haciendo un concurso en el que no nos ha permitido conocerle de verdad en absoluto. Lleva más de dos meses pasando hambre y frío al otro lado del charco, y solo ahora, cuando queda muy poco de competición, ha decidido bajar la guardia y reconocer que, en realidad, no le va nada mal en España, que es feliz con un buen hombre. Que su corazón no está tan libre como pensábamos, y que cuando Jorge Javier Vázquez le tiraba la caña y él la recogía estábamos ante un juego televisivo y nada más.

Nacho Palau en el posado de 'Supervivientes' (Mediaset)
Nacho Palau en el posado de 'Supervivientes' (Mediaset)

Han sido muchas semanas siguiendo sus andanzas (y sus peleas, que vaya cómo se las gasta), pero en realidad Nacho tenía un escudo ante sí. No sabemos si porque quiere separar su vida personal de su recién estrenada faceta televisiva o por qué, pero antes de entrar a Supervivientes todos le consideraban una persona sin pareja. Ni él, ni nadie de su entorno, se dedicó a desmentirlo, nos permitieron alimentar ese perfil de padre soltero y luchador, que llevaba unos años pasándolo mal en materia económica desde su separación.

De momento, como decíamos, Nacho Palau se puede considerar uno de los favoritos de la audiencia. Sus compañeros lo han nominado en las dos últimas semanas, y en ambas ocasiones las votaciones lo salvaron el martes. A partir de ahora falta comprobar si el haberse abierto en el puente de las emociones se premia, por haber compartido su historia, o si se castiga, por haber sido más reservado de la cuentatras dos meses y medio de convivencia.

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