Napa meet east LA: una oportunidad para el reencuentro

Alberta Domínguez sintió el calor saliendo de la estufa, escorteando las manzanas de sus mejillas mientras volteo quesadillas con una espátula.

Era su segunda hora trabajando. Decenas de tortillas de maíz se levantaron y quemaron en la estufa. A medida que la noche creció, la línea de asistentes del East LA Meets Napa Food & Wine Festival

creció para estirarse mucho a través de la tienda de La Parilla Restrurant, adornada con banderas de fiestas en cada color, sangrando en las multitudes de lineas que se forman alrededor de tiendas adyacentes.

Sin embargo, Domínguez trató a cada tortilla lanzada a la estufa como arte. Ella siempre-tan suavemente presionó la hoja plana sobre las suaves conchas de tortilla amarilla, casando con el queso de oaxaca y huitlacoche. Dejándolos en la estufa para cocinar, ella tendió a la flor de calabaza y queso de pimienta chisporroteando cerca de la quesadilla, mientras el humo se levantaba y tapaba el aire.

Cada producto acabado fue servido en una placa de plástico a los clientes, ya rellenado con los alimentos y vinos de los 15 restaurantes de Los Ángeles de propiedad latina que rodearon el espacio de la sede al aire libre fuera de Los Ángeles.

“Les encanta”, Karina Delacerda, cuya tía es dueña del restaurante, que ha estado abierto durante las últimas cuatro décadas en Boyle Heights. “Les encantan las quesadillas, es un gran éxito para la gente”.

El evento, organizado por AltaMed Health Services, el mayor centro comunitario de salud de toda la nación, celebra la riqueza de la cocina Latino en Los Ángeles, así como viñedos de propiedad latina en California a través de comida, vino y sabor de espíritus.

“Estamos emocionados de traer de vuelta nuestra mayor recaudación de fondos para apoyar los servicios de salud vitales para las comunidades a las que prestamos servicios en Los Ángeles y Orange que han sido desproporcionadamente devastados por el COVID-19 y sus efectos de onda económica y salud”, dijo Zoila D. Escobar, vicepresidente ejecutivo y jefe administrativo de AltaMed Health Services. Ella tambien es la presidente de la Fundación AltaMed.

Los fondos recaudados a través de las tasas de asistencia y donaciones apoyan los programas de AltaMed, que trabajan para proporcionar acceso a la atención médica y dental, servicios superiores, tratamiento y prevención del VIH y programas de tutoría para adolescentes.

Las festividades del viernes por la noche fueron las primeras en los dos últimos años, desde que el 15 evento anual fue puesto en pausa debido a la pandemia COVID-19. Hubo una amplia planificación adicional que entró en la entrega de este año, como requerir pruebas de vacunación o una prueba negativa de antígenos al ingresar al lugar, los chequeos de seguridad y la asistencia a la reducción de la planificación.

Antes de la pandemia, había más de 2.000 asistentes, mientras que el evento de este año sólo tuvo lugar alrededor de 700 participantes.

Para los Ceja Vineyards, un viñedo familiar de propiedad mexicano-americano que produce vino en los Valles Napa y Sonoma, no poder conocer nuevos clientes o reconectarse con otros antiguos en el East LA Meets Napa Food & Wine Festival durante esos dos años fue un desafío.

Amelia Ceja, que dirige la bodega junto a su marido, Pedro y el resto de los miembros de la familia, dijo que han erigido su propia tienda en el festival desde el evento de debut de AltaMed.

A través de muestras de sus vinos distribuidos al público, han podido destacar muchas de sus ofrendas de vino. Entre las ofrendas del festival de este año se encontraban su Chardonnay 2018 "Reserva", un vino blanco brillante acidez complicado por frutas tropicales, melocotones y crème brûlée sabores.

Sobre todo, Ceja dijo que la bodega espera promover la conciencia de la marca y llegar a través de Los Ángeles a través del evento.

“Es una forma fantástica de mantenerse conectado y lidiar con muchas situaciones desafiantes que hemos visto, especialmente durante la pandemia”, dijo. “Esto nos está reuniendo para apoyar a una organización increíble que invitó a restaurantes increíbles de la zona”.

Amelia dijo que ha sido una vendedora resistente y apoyo al festival de AltaMed porque los servicios y programas apoyan a los residentes independientemente de su estatus de inmigración. Habiendo emigrado desde Jalisco, México, al condado de Napa, esos valores llegaron a casa.

“Realmente resuena conmigo”, ella dijo.

Escobar dijo que era especialmente difícil planificar las festividades de este año debido a la pandemia COVID-19.

Antes de la pandemia, la amplia planificación necesaria para organizar el festival comenzaría con un año de antelación. Pero, alrededor de esta época del año pasado, el trabajo que normalmente se asignaría a la organización del evento fue a organizar sitios de pruebas y alojar eventos de vacunación.

Así, los empleados que normalmente se asignaron a esas tareas fueron retirados para hacer tiempo para organizar y conectar con proveedores para el festival. Una de las porciones más integrales del festival, y desafío, es encontrar y conectar con nuevos proveedores a través de Los Ángeles y California, dijo Escobar.

“Realmente comienza con cómo se conecta con gente que pensaste que estaba cerca y no, así que encontrar a esas nuevas personas que han tomado esos nuevos lugares, recordando dónde están hoy esos pipé en sus propios negocios”, dijo.

Es algo que es especialmente necesario para destacar las empresas latinas, que representan el 6% de las empresas de todo el país, según un informe del 2021 de la Oficina del Censo de los Estados Unidos.

“Podemos mostrar a la comunidad latina de una manera que eleva nuestra cultura, eleva la comida, el entretenimiento, los vinos, el espacio es una de las formas en que podemos asegurar que los latinos quieren quedarse aquí y quieren seguir ayudando a la economía y la productividad”, agregó Escobar.

Y muchos asistentes, como Tatiana Pacheco, escucharon sobre el evento a través de amigos, familiares o redes sociales.

Ella ve el evento como una manera de reconectar y experimentar con diferentes cocinas y alimentos latinoamericanos, como un sándwich de galletas de malvavisco de Oaxaca que recibió momentos antes de la tienda de la panadería y el Café de Porto.

“Es algo que nunca he intentado antes”, dijo Pacheco. “Es sorprendente ver la variedad que tienen aquí, tienen un poco de todo”.

Sergio Flores, que estaba ayudando a trabajar en el evento para el Rey Taco, dijo que el evento sirve como una forma de conectarse con nuevos clientes, y también flexionar sus habilidades bilingües.

No es raro que él hable inglés y español a los clientes y a los que ayudan a trabajar en la tienda. Y, para los compañeros de trabajo que exlcusiity hablan inglés, es capaz de ayudarlos a traducir y comunicarse con los clientes.

Durante horas a fin, ha estado trabajando para cortar y cortar cerdo del Trompo, la escupión vertical rotante de carne al pastor, para hacer tacos al pastor.

Pero, todo vale la pena, incluso como una línea se forma en la tienda, con los asistentes esperando obtener un gusto.

“Soy una persona de personas, por lo que es realmente un ganar-ganar para mí”, dijo.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.