Natalia Téllez y el trauma que arrastra desde niña por culpa de su madre
POR Alejandro Feregrino-. Desde que se convirtió en madre hace poco más de un año, Natalia Téllez ha tenido mucho tiempo para reflexionar acerca de las inseguridades que vivió durante su infancia debido a los estereotipos de belleza que se transmitían en los años 90, pero también por algunos comentarios de su madre durante su infancia que la volvieron muy insegura.
Ahora, está dispuesta a hacer todo lo necesario para no transmitirle esas inseguridades a su hija Emilia, a quien tuvo con su actual pareja, el fotógrafo y productor musical Antonio Zabala.
“Pienso en toda la cantidad de horas que he gastado pensando estupideces, porque ‘es que el vestido’, ‘siento que engordé’ (...) soy niña de los 90 que creció viendo a las más flacas de las flacas y queriendo ser eso, porque eso es lo que veía”.
“No sé cómo extirpar eso de mi cabeza para no pasárselo a Emilia”, reflexionaba hace un par de días durante la transmisión del programa ‘Netas Divinas’.
La actriz y conductora aseguró que de niña creía que era fea porque su mamá nunca le dijo que era bonita, pero sí resaltaba otros aspectos.
“Porque un día te sientes súper reina, súper diva porque quedó chidísimo el peinado, y los otros 362 días dices ¡ay, me veo de la chingada!”.
“Era tan consciente mi mamá en no decirlo. Todas las mamás decían ‘qué bonita mi bebé’. Y mi mamá me decía ‘ay, Natalia, qué bonito dibujo’... y yo pensaba ‘estoy culera, hasta mi mamá lo sabe’”.
Natalia ha participado en telenovelas como ‘Rebelde’ y ‘Palabra de Mujer’, y como conductora en diversos programas de Telehit y Televisa, entre ellos ‘La Voz México’, ‘Hoy’ y ‘Quién es la Máscara’.
Desde 2018 forma parte del programa ‘Netas Divinas’ que aborda diversos temas desde una perspectiva femenina.
En ese foro, donde se siente muy cómoda arropada por compañeras como Paola Rojas y Galilea Montijo, ha hablado en diversas ocasiones sobre las dificultades y los retos que implica ser mamá.
Hace algunos meses, por ejemplo, reconoció al aire que sufría depresión postparto: “Lo que siento es, en una misma hora o hasta media hora, 20 minutos, la alegría, la felicidad más infinita y después siento el infierno, el miedo y terror más profundo, pero en un lapso de tiempo digo ‘Esto no es normal'”.
En otra ocasión, reconoció que la ausencia de su madre, quien falleció cuando ella tenía 15 años, hacía que la maternidad para ella fuera aún más difícil.
“Mi mayor inseguridad siempre ha sido que no tengo mamá y que siento que hay un lado femenino con el que no logro conectar y ahorita que tengo una hija me está siendo difícil”.
No obstante, para ella la maternidad se ha convertido en un reto, pero también en la etapa más maravillosa que ha tenido en su vida.
“Cien por ciento, me cambió la vida, pero no a mí en las cosas que me gustan de mí. Eso creo que es una de las mejores bendiciones que puedes tener como mamá y como ser humano”, dijo en otra ocasión.