Necesidades de salud mental no satisfechas en la comunidad Latina de SC

El Herald-Journal ofrece esta versión traducida de este artículo como un servicio gratuito para nuestra audiencia de habla hispana.

Gia Quiñones lloró cuando vio un docuentario sobre la inmigración de Latinoamérica a los Estados Unidos.

Como mujer Latina nacida en otro pais, vio su historia de inmigrante en tantas familias Latinas que vivían, temían y amaban el país al que ahora llama hogar.

“Sé lo que es estar en clase y no entender una sola palabra,” dijo Quiñones. "Y también me doy cuenta de que no he superado esas emociones porque todavía lloro muy intensamente."

Para muchos en la comunidad Latina, la necesidad de servicios de salud mental está en gran medida insatisfecha.

En un estudio de la Inmigración Latina de 2019 hecho por la Universidad de Carolina del Sur encontró que 38.9% de las comunidades hispanas de Carolina del Sur designan su salud mental como "no buena.” Y, sin embargo, solo el 3.4% de la población hispana de los Estados Unidos recibe servicios de salud mental.

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Hay alrededor de 26,500 personas que el censo ha contado en el condado de Spartanburg que se identifican como hispanos o Latinos, según los últimos datos del censo. De ese número, 6,591 personas de habla hispana indicaron que no hablan inglés "muy bien."

Gia Quinones, en el evento 'Familias Unidas/Families Belong Together' organizado por Alianza en la Iglesia Unitaria Universalista, el Sept. 27, 2020 en Spartanburg.
Gia Quinones, en el evento 'Familias Unidas/Families Belong Together' organizado por Alianza en la Iglesia Unitaria Universalista, el Sept. 27, 2020 en Spartanburg.

Cuando se trata de servicios de salud mental, Quiñones es una de las pocas médicas Latinas de habla hispana que atiende una gran necesidad. Actualmente, es la única persona que brinda consejo professional en español en Spartanburg Area Mental Health.

"Si solo tienes un profesional de la salud que no está al tanto de las experiencias vividas de las que provienen las personas Latinas, no podrán obtener la ayuda que realmente necesitan,” dijo Jordan Crosby, especialista en salud mental que anteriormente trabajó en el Distrito Escolar 6, donde el 12% de la población es hispana.

El año pasado, los legisladores estatales no lograron aprobar una ley para darle acceso a más de 100 trabajos prohibidos a los que reciberion autorizacion de DACA en Carolina del Sur.

Los beneficiarios de “Deferred Action for Childhood Arrivals” —  Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o DACA — son personas que son traídas a los Estados Unidos sin documentación cuando son menores de edad.

Ellos no pueden recibir licencias profesionales, lo que los excluye de trabajar en más de 40 ocupaciones en Carolina del Sur. Los futuros profesionales de la salud mental, enfermeras y maestros también están excluidos de recibir licencias profesionales.

La limitación en las licencias profesionales para los beneficiarios de DACA también plantea una preocupación económica.

En 2017, la Cámara de Comercio de Spartanburg publicó un mensaje recomendando que la Delegación del Congreso de Carolina del Sur se haga cargo del problema sobre las licencias profesionales, citando la necesidad de posibles talentos entre las comunidades empresariales.

Dra. Laura Barbas-Rhoden es la fundadora de Alianza Spartanburg, una organización dedicada a facilitar la inclusión de las comunidades hispanas/Latinas en Spartanburg. Barbas-Rhoden también es profesora de español en Wofford College.
Dra. Laura Barbas-Rhoden es la fundadora de Alianza Spartanburg, una organización dedicada a facilitar la inclusión de las comunidades hispanas/Latinas en Spartanburg. Barbas-Rhoden también es profesora de español en Wofford College.

“No están ofreciendo su talento lo más posible porque su talento está siendo rechazado,” dijo Laura Barbas-Rhoden, fundadora de el Hispanic Alliance Network, Alianza Spartanburg, y profesora de español en Wofford College. "Y en algunos casos, simplemente están abandonando el estado. Y hay varias personas que están viendo que eso sucede. ¿Y [piensan] que quieren vivir en un lugar que envió a sus mejores amigos a empacar?"

Al ser testigo de muchas dificultades entre las comunidades Latinas, Quiñones está desanimada por la cantidad de limitaciones legales y sociales que se imponen a las familias inmigrantes, incluso a aquellas con una visa temporal.

“El estrés de tener una visa de trabajo o una visa de estudiante y tener que averiguar qué harías, dónde estarías o cómo cambiarías tu estatus. Es muy estresante el camino hacia la ciudadanía,” dijo Quiñones. "¿Y hay siquiera un camino? Nuestro sistema de inmigración es tan defectuoso que es muy difícil cambiar tu estatus.”

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Comunidades hispanas y Latinas en Spartanburg

El condado de Spartanburg tiene la quinta población hispana más grande de Carolina del Sur.

De los 14,920 residentes en el condado de Spartanburg que se designan como hispano o Latinos, una abrumadora mayoría proviene de América Latina.

Si bien parte de la población hispana ha estado en los Estados Unidos durante generaciones, muchas personas todavía están conectadas con las olas de emigración de América Latina desde la década de 1990.

Barbas-Rhoden dijo que Spartanburg tiene oportunidades que lo convierten en un destino para inmigrantes Latinos.

"Spartanburg se encuentra en una fábrica post-textil y en el comienzo de una fase de fabricación," dijo Barbas-Rhoden. "Así que hay construcción de carreteras y viviendas, servicios de cuidado del césped, todas esas cosas que históricamente han sido sectores en los que trabajan los inmigrantes Latinos en las economías recientes.”

Dra. Laura Barbas-Rhoden es la fundadora de Alianza Spartanburg, una organización dedicada a facilitar la inclusión de las comunidades hispanas/Latinas en Spartanburg. Barbas-Rhoden también es profesora de español en Wofford College.
Dra. Laura Barbas-Rhoden es la fundadora de Alianza Spartanburg, una organización dedicada a facilitar la inclusión de las comunidades hispanas/Latinas en Spartanburg. Barbas-Rhoden también es profesora de español en Wofford College.

Para la mayoría de las personas en Spartanburg, la estabilidad histórica en sus familias puede ser normal, promedio y poco interesante, dijo Barbas-Rhoden. Y, sin embargo, para muchas familias Latinas que han llegado más recientemente, la inestabilidad de su estatus migratorio y el aislamiento social que experimentan debido a las barreras culturales y del idioma se vuelven crónicos y se entierran más profundamente con el tiempo.

“En nuestras comunidades de inmigrantes, los problemas de salud mental, las luchas y las enfermedades no se tratan, muchas veces hasta que los síntomas se vuelven crónicos o graves,” dijo Quiñones. “Para una persona que ha estado luchando contra la depresión y la ansiedad, se vuelve crónico suicida ideación [y] intentos de suicidio.”

La historia de la familia de Quiñones

Quiñones nació en Lima, Perú. Cuando tenía 11 años, sus padres se mudaron a la zona rural de Mississippi, lejos de la crisis económica y política que atravesaba Perú en las décadas de 1980 y 1990.

Quiñones recuerda no tener apoyo cuando llegaron a la zona rural de Mississippi, aparte de sus padres y su hermano. Pocas personas eran Latinas o Hispanas y casi ninguna hablaba español.

"Creo que muchas familias inmigrantes luchan con el aislamiento aquí en los Estados Unidos,” dijo Quiñones. "Nosotros queremos estar aquí porque aquí es donde podemos mantener a nuestra familia, pero la mitad de mi (corazón de los padres) estaba de vuelta en su país de origen. Querían estar allí.”

Adaptarse al nuevo ambiente tomó su peaje a todos los miembros de la familia.

Alianza Spartanburg organizó el evento 'Familias Unidas/Families Belong Together' en la Iglesia Unitaria Universalista en Spartanburg el 27 de septiembre de 2020. Alianza Spartanburg es una red social que apoya a la comunidad inmigrante de Spartanburg. La vigilia se realizó para apoyar a los inmigrantes que se han visto afectados por la separación familiar y la detención. Gia Quiñones, integrante de Alianza Spartanburg, fue una de las oradoras del evento.

Para sus padres, venir de Perú como un empresario y una maestra pero solamente oder encontronrar trabajo laboral que no se alineaba con sus habilidades era algo a lo que nunca se acostumbraron.

"Yo veía que (mi mamá) estaba pasando por un momento difícil, pero ella no lo verbalizaba. Ella verbalizaba diferentes cosas y decía 'vamos al auto' y ‘esto va a ser bueno porque vas a aprender inglés.’” dijo Quiñones. “Pero lo que vemos en la forma en que se comportaba era que estaba triste. Y tal vez luchaba contra la depresión.”

Cuando Quiñones iba a la escuela, no hablaba inglés. Su madre le dio una nota que decía "Mi nombre es Gia" y "Tengo que ir al baño,” pero Quiñones dijo que perdió el control en su primer día. No poder comunicarse con los demás y no poder expresar sus necesidades fue especialmente difícil, le dijo Quiñones al Herald-Journal.

“Los niños son niños, y quieren saber de ti porque eres nuevo,” dijo Quiñones. “Así que vienen a tu cara y puedes ver sus bocas moviéndose. Yo les diria ‘mi nombre es Gia, y se veia la excitación inicial. Pero, luego rápidamente ves cómo retroceden porque no los entiendas.”

Quiñones dijo que a veces ni siquiera hablaba porque sabía que sus compañeros de clase no podrían comunicarse con ella. No había intérprete en su escuela, y nadie hablaba con ella.

Antes de que Quiñones se convirtiera en ciudadana Estadounidense, su licencia de conducir de Mississippi y el permiso de trabajo de su madre decían en letras rojas “no residente.”

"Así que era como si nos etiquetaron,” dijo Quiñones.

Las luchas de salud mental entre muchas personas Latinas

Para las comunidades Latinas en Spartanburg, hay luchas con el estatus migratorio, el idioma y el aislamiento social, junto con sentimientos antiinmigrantes y racistas.

Barbas-Rhoden ha escuchado muchas historias a lo largo de los años, su participación en el Distrito Escolar 6, Alianza Spartanburg y como profesora de español en Wofford.

Uno de los estudiantes de Latinxx de Barbas-Rhoden, mientras esperaba para dar un discurso en un partido de fútbol de la escuela secundaria, escuchó a la gente gritar "construye el muro!”

“Y piensas en cómo se desarrollan estas narrativas en un espacio en particular,” dijo Barbas-Rhoden. "¿Qué significa (conturyer el muro)? Si estás en un momento de vulnerabilidad, eso puede parecer muy traumático. ¿Y qué recursos tienen las personas para responder a esas experiencias que les dicen que no pertenecen?"

Jordan Crosby, a licensed marriage and family therapist, works as a counselor in the Spartanburg area.  He helps young people with their mental health needs. Here, he talks about his job and helping young people.
Jordan Crosby, a licensed marriage and family therapist, works as a counselor in the Spartanburg area. He helps young people with their mental health needs. Here, he talks about his job and helping young people.

Jordan Crosby, quien trabaja con estudiantes hispanos y Latinos del Distrito Escolar 6, dijo que muchos estudiantes Latinos de segunda generación experimentan aislamiento cultural, depresión y ansiedad por el estado de sus tutores, así como trastorno de estrés postraumático (TEPT) por trauma crónico.

“Si tienes familiares (sin estatus) que han sido detenidos o deportados, hay mucho trauma con eso,” dijo Crosby. "Es posible que estos niños regresen a casa y sus padres no estén. No recibieron aviso. Eso puede suceder en cualquier momento. El trauma de estar siempre preocupado por lo que podría pasar y estar siempre al límite puede generar mucha desconfianza en el sistema.”

Las experiencias traumáticas de agresión sexual y violencia al cruzar la frontera pueden provocar TEPT y recuerdos traumaticos.

“Es algo muy, muy oscuro experiencar esa violencia y agresiones sexuales en tu camino aquí, pero es una realidad,” dijo Crosby. "Para muchas personas, llevar a sus hijos a un lugar mejor requiere muchos sacrificios y mucho trabajo.”

Barbas-Rhoden dijo que ve a "docenas de niños" yendo a la escuela sin sus padres.

“Ya no tiene ingresos y está a punto de quedarse sin vivienda,” dijo Barbas-Rhoden. "Así que tienes un trauma colectivo, pero a menudo se vive en silencio. A menudo es un padre detenido en una parada de tráfico, que termina detenido y deportado.”

El trauma y el miedo a la deportación exacerban aún más la ansiedad y la depresión entre las personas Latinas.

“Los niños toman muy literalmente la sensación de proteger el estatus cuando tienen conversaciones con personas en la escuela,” dijo Quiñones. “Les dicen 'nunca se puede hablar de que mamá o papá no tienen residencia ni ciudadanía.’ Y algunos niños lo han llevado al nivel de mutismo selectivo en el que simplemente no hablan en absoluto.”

Para los inmigrantes de Honduras y Guatemala, donde las operaciones mineras en las regiones montañosas a menudo agotan las áreas de agua y devuelven químicos tóxicos al paisaje, tener familias en casa puede ser una preocupación constante en sus vidas diarias.

"Si eres de ese lugar, es posible que te preocupen los miembros de tu familia que te dicen 'no tenemos dinero para comprar agua y ya no hay mucha agua aquí’,” dijo Barbas-Rhoden. "Imagínese a una persona haciendo trabajos de construcción. Estás en tu lugar de trabajo desde el amanecer hasta el anochecer, pero en su cabeza estás pensando: 'Tengo que ver las noticias y tengo que salir a tiempo para enviar dinero a casa desde Walmart.’”

Cuando las comunidades hispanas y Latinas intentan buscar ayuda

"Uno de los principales desafíos en Spartanburg es que hay muy pocos servicios de salud mental que se ofrezcan en otros idiomas y que los ofrezcan profesionales que compartan una identidad común — la capacidad para satisfacer la necesidad es muy limitada,” dijo Barbas-Rhoden.

Crosby, quien trabaja extensamente con clientes que experimentan crisis de salud mental, enfatiza la necesidad en Spartanburg de encontrar con más consejeros de salud mental que compartan la cultura Latina y que su idioma nativo sea el español.

Aunque Crosby estudió español en la universidad, no ofrece consejería en español, señalando preocupaciones sobre la delicadeza del lenguaje en la consejería de salud mental.

"Trabajamos en situaciones de vida o muerte. No es raro que recibo una llamada y alguien está a punto de saltar de un puente o de una sobredosis de pastillas,” dijo Crosby. "Entonces, en estas situaciones, debes ser muy delicado en la forma en que hablas.”

"Y cuando hablas en un idioma que no es tu lengua materna, no siempre eres consciente de las connotaciones de las palabras. Hay tanto significado que se puede perder,” el dijo. “Y realmente quieres minimizar la cantidad de incertidumbre porque ya hay mucha incertidumbre en la vida de los clientes.”

Esta traducción fue hecha por Brian Muñoz. Puedes seguirlo en Twitter en @brianmmunoz.

This article originally appeared on Herald-Journal: Necesidades de salud mental no satisfechas para Latinos en SC. Beneficiarios de DACA excluidos de la profesión