Netflix: Impúdica mezcla un poco de romance, otro de misterio, una cara conocida y una escritora famosa, pero el resultado defrauda

Netflix: Impúdica mezcla un poco de romance, otro de misterio, una cara conocida y una escritora famosa, pero el resultado defrauda
Sergei Bachlakov/Netflix

Impúdica (Brazen / Estados Unidos, 2022). Dirección: Monika Mitchell. Guion: Edithe Swensen, Donald Martin, Suzette Couture (basado en la novela de Nora Roberts). Montaje: Christopher A. Smith. Música: James Jandrisch, Jeff Tymoschuk. Elenco: Alyssa Milano, Sam Page, Malachi Weir, Emilie Ullerup, Matthew Finlan, Alison Araya, Colleen Wheeler. Duración: 94 minutos. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: mala.

Dos situaciones parecen ponerse en tensión desde los primeros minutos de Impúdica, el nuevo thriller de misterio de Netflix. Kathleen (Emilie Ullerup), maestra de colegio secundario, ensaya frente a una pantalla los movimientos de Desiree, la dominatrix a la que encarna en el sitio erótico Fantasy Inc.; Grace Miller (Alyssa Milano), escritora de best sellers, lee un fragmento de una de sus novelas de misterio ante una sala repleta de lectores entusiastas. Hermanas en la vida real, cada una en la ficción construye el mundo al que otros quieren acceder. Para Kathleen, el atuendo erótico de Desiree, con una máscara que esconde a medias su alter ego, es también una forma de obtener el dinero necesario para pelear la custodia de su hijo frente al poder de su exmarido, un abogado exitoso y millonario. Para Grace, esa literatura de aeropuerto no es una mera vía de ganancia sino una forma de exponer “la explotación de las mujeres, la misoginia y el poder del patriarcado”.

Pese a las altisonantes declaraciones, las intenciones detrás cada creación son las mismas, el dinero para Kathleen/Desiree, el éxito de ventas para Grace y la perfecta rentabilidad para la película de ocasión de la plataforma. Inspirada también en la inventiva de una autora de best sellers de misterio como Nora Roberts, Impúdica intenta demostrar que la realidad puede copiar a la ficción más disparatada. Cuando Grace recibe el llamado de su hermana para ayudarla en su disputa legal, no solo la aguarda el edulcorado romance con el detective de la casa de al lado en los suburbios de Washington, sino un crimen tan espeluznante como el que ha nacido de su frondosa imaginación. A partir de allí su experiencia literaria se revela como la plataforma perfecta para una investigación que intenta remedar la versión Hallmark del whodunit sin más pretensión que poner a los sospechosos a danzar en escena hasta revelar el indicado.

La verdad es que no hay demasiadas sorpresas ni sutilezas en el recorrido de Impúdica. No es que la novela de Roberts ponga la vara muy alta, sino que el trabajo a reglamento de la directora Monika Mitchell, responsable de algunos éxitos de Navidad para la plataforma y de la dirección de varios episodios de Un lugar para soñar, no parece tener demasiadas ambiciones. Todo lo que puede temerse aparece sin escatimar cliché alguno: los planos aéreos de situación, las torpes transiciones, los golpes de efecto, las explicaciones a cámara. La combinación entre lo más previsible del terror y lo más cursi de la narrativa romántica hace que la historia navegue en ese limbo en el que los crímenes siempre dejan un ratito para el coqueteo y la fogosa reconciliación.

Impúdica, el nuevo éxito de la plataforma de streaming
Sergei Bachlakov/Netflix


Impúdica, el nuevo éxito de la plataforma de streaming (Sergei Bachlakov/Netflix/)

Alyssa Milano no sale indemne del vendaval, ya que no solo protagoniza la película sino que la produce. Así que no solo se reserva el personaje de Grace Miller sino su sagaz liderazgo de la investigación, definido por la Capitana Rivera (Alyssa Milano), a cargo del equipo policial, como “excelente en el desarrollo de perfiles de criminales”. Por si fueran pocas sus virtudes, también podrá vestirse con el festivo atuendo de Desiree, explorar sus propias fantasías como alimento de la literatura y traspasar a ese terreno de ficción en el que se autoproclama experta. El problema, en definitiva, no son tanto las limitaciones actorales o la previsibilidad de la resolución, sino ese intento absurdo de captar el mayor público posible a costa de la mezcla del algoritmo: un poco de romance, otro de misterio, una cara conocida, una escritora famosa. Fórmula que se hunde en un tono anodino y una puesta en escena deslucida que ni siquiera habilita el consumo irónico.

En ese sentido, el terror había sido siempre el género de la fácil explotación del morbo, en el que parecía bastar con un par de sustos, unos alaridos femeninos y un producto tan flojo como vendible. Pero ahora el policial también recoge los vicios de esta irrefrenable tentación de sumar y seguir, para pasar el rato y no aspirar a demasiado. Pero incluso en esa vorágine, y más allá de las limitaciones del material de origen –que en el caso de Roberts ya determinan un horizonte de expectativas- hay películas que no consiguen trascender el cumplimiento a rajatabla de la fórmula, la chatura de una puesta desabrida y el destino irremediable de olvido. Eso es Impúdica, basta saberlo antes de apretar el play.