Netflix: Moxie, una historia adolescente sobre el despertar al feminismo

Moxie, el film de Netflix, protagonizado por Hadley Robinson como una estudiante secundaria que encuentra en el activismo feminista el modo de cambiar el mundo
Netflix

Moxie (EE.UU. / 2021). Dirección: Amy Poehler. Guion: Tamara Chestna, Dylan Meyer. Fotografía: Tom Magill. Elenco: Hadley Robinson, Amy Poehler, Lauren Tsai, Nico Hiraga. Duración: 111 minutos. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: buena.

Moxie es una típica historia sobre los desafíos, alegrías y dolores de crecer. Su protagonista es una chica inteligente pero un poco tímida, que tiene una mejor amiga de toda la vida; la acción sucede en una secundaria de las que siempre se ven en este tipo de películas, con los pasillos llenos de lockers; hay una chica popular y un jugador de fútbol americano que es tratado como un rey, aunque no lo merezca. Todos los clichés del coming of age del cine norteamericano están ahí. Pero la originalidad de la película dirigida por Amy Poehler es que se centra en cómo un pequeño acto de rebelión feminista puede ser el punto de partida para cambiar las injusticias de ese status quo tantas veces visto en la pantalla.

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Basada en la novela homónima de Jennifer Mathieu, el film cuenta la historia de Vivian Carter, una adolescente de 16 años que pasa bastante desapercibida en el colegio, mientras sueña con el momento de irse a la universidad con su mejor amiga, Claudia. La llegada de una chica nueva a la escuela, Lucy, una latina con conciencia feminista, despierta en Vivian una furia latente contra el sexismo imperante a su alrededor. Revisando objetos del pasado activista de su madre, interpretada por la propia Poehler, decide crear un fanzine feminista, que deja de forma anónima en el baño de mujeres del colegio. Su creación genera una verdadera revolución entre sus compañeras y cambia la vida de Vivian, quien se enfrenta a las dificultades de crecer, tanto en lo personal como en su recién encontrado activismo.

La trama romántica, inexorable en esta clase de relatos, ocupa un lugar secundario en la película. Lo principal en Moxie es el despertar de estas chicas a las ideas y la acción para hacer valer sus derechos. El objetivo que se propone el film es transmitir un mensaje y todo está pensando al servicio de cumplirlo, lo cual termina haciendo que resulte bastante esquemático y didáctico.

Su propósito funciona mucho mejor cuando ahonda en las particularidades de las experiencias de Vivian y otros personajes, sostenidas por las muy buenas actuaciones de Hadley Robinson y el resto del elenco. Escenas que retratan detalles de la relación de la protagonista con su mamá, del incipiente romance con un chico que es aliado de su causa, de su amistad con Claudia y cómo se renueva en este momento tan cambiante de sus vidas. Lo que esas escenas comunican a través de estas relaciones, invitando a pensar en los temas del film, es mucho más potente que lo que proponen las consignas o situaciones más obvias.

Más allá de su innegable encanto y buenas intenciones, lo que resulta curioso de Moxie es que parece que hubiese sido un film más adecuado para una generación anterior. Da la sensación –desde una mirada adulta que bien puede estar equivocada– que el despertar al feminismo de estas chicas, tal como está planteado en el film, desde una conciencia de género casi nula, no se corresponde con una realidad en la que los jóvenes son el motor detrás de un proceso de grandes cambios al respecto.