Netflix parece obsesionado con un asesino en serie en particular

Su historia ha sido contada por el cine en varias ocasiones. Incluso ha sido personaje en series como American Horror Story y objeto de estudio en multitud de podcasts sobre crímenes reales. Y aun así, Netflix no quiere dejar pasar la oportunidad de explorar el caso de Jeffrey Dahmer y sus terribles asesinatos como un eslabón más en el auge del true crime. Y lo hace por partida doble con dos series al mismo tiempo.

MILWAUKEE, WI - 6 DE AGOSTO: Jeffrey L. Dahmer ingresa a la sala del tribunal del juez Jeffrey A. Wagner el 6 de agosto de 1991. Dahmer había sido acusado de ocho cargos adicionales de asesinato en primer grado, lo que elevaba el número de homicidios de los que se le acusa a 12. El juez aumentó la fianza de Dahmer a cinco millones de dólares. Fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas o un total de 957 años de prisión. En otro juicio se sumó la 16. Dahmer fue asesinado por un compañero de prisión, Christopher Scarver, el 28 de noviembre de 1994 en la Institución Correccional de Columbia, Portage, Wisconsin.  (EUGENE GARCIA/AFP a través de Getty Images)

A lo largo de los últimos días (apenas cuatro para ser exactos) Netflix comenzó a promocionar sus dos apuestas casi al mismo tiempo. Por un lado, anunciando la fecha de estreno para la tercera temporada de la serie antológica Conversaciones con un asesino, así como desvelando la primera imagen de la serie biográfica que protagoniza Evan Peters como este criminal que desmembró a 17 víctimas para “mantenerlas a su lado”.

Se trata de dos producciones ajenas a cada una pero que cuentan con el mismo asesino en serie como protagonista y que, además, se estrenarán este mismo año y en el mismo servicio streaming. La primera en llegar sería Conversaciones con un asesino: las cintas de Jeffrey Dahmer, un documental de tres partes que se estrena el 7 de octubre y supone la tercera entrega después de ‘Las cintas de Ted Bundy’ en 2019 y ‘Las cintas de John Wayne Gacy’ en 2022.

Según informa Variety, esta serie documental contará con audios y entrevistas “nunca antes oídos” entre el asesino y sus abogados, adentrando al público en su mente retorcida mientras se analiza la responsabilidad de la policía en los fallos alrededor del caso a través de ojos modernos. Y es que si algo ha llamado siempre la atención en este caso -además del horror al que Dahmer sometió a sus víctimas- es la cantidad de errores policiales cuando tenían al asesino delante de sus narices.

Sin embargo, próximamente también veremos en la plataforma Monster: The Jeffrey Dahmer Story, la nueva serie limitada de Ryan Murphy que hace poco nos permitió ver una primera imagen de Evan Peters en la piel del asesino. En esta ocasión, la producción contará la historia desde la perspectiva de las víctimas explorando, también, los errores de la policía de Wisconsin.

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El hecho de que se trate de una serie independiente al resto de antologías de Ryan Murphy me hacen pensar que, quizás, Monster: The Jeffrey Dahmer Story consiga reforzar nuestra confianza en este creador. Tal y como hizo con la interesante e infravalorada serie biográfica Halston interpretada por Ewan McGregor. Y digo esto porque American Horror Story lleva varias temporadas cayendo en el saco de la repetición y American Crime Story perdió la vena trepidante y criminal que transitó por la saga con las historias de OJ Simpson y el asesinato de Gianni Versace, para llevarnos por derroteros telenoveleros al glamorizar el sexismo político y social en torno al caso de Monica Lewinsky y Bill Clinton.

Y una de las bazas que me ayudan a apostar por esta nueva serie es que suponga el reencuentro de Evans Peters con Murphy después de colaborar en nueve de las diez temporadas de American Horror Story además de la serie Pose. Peters siempre fue de los personajes favoritos e imprescindibles de esta antología, y aunque la primera imagen promocional no desvela demasiado, se trata de un actor que supo ganarse el respeto del público con cada uno de sus trabajos, alcanzando el reconocimiento global el año pasado con su magnífica interpretación en Mare of Easttown como compañero de Kate Winslet.

La aparente obsesión de Netflix por Jeffrey Dahmer con dos series al mismo tiempo y sin respiro aparente refleja directamente el fenómeno de la crónica negra en su máxima potencia. Porque desde que la plataforma pegara el pelotazo con Making a murderer en 2015, el interés del público no hizo más que crecer convirtiendo al streaming en sinónimo del género. A aquella apuesta le siguieron maravillas del documental criminal como The staircase, The keepers, Wild Wild Country, Killer Inside: The mind of Aaron Hernandez, Abducted in plain sight o Tiger King, entre otras, mientras el resto de plataformas se sumaban a la ola (hasta Disney+ tiene ahora sus propios ‘true crime’ a través de la sección de Star).

Y así como en 2019 vivimos el renacer del interés por los casos de Ted Bundy con dos producciones en el mismo catálogo de Netflix que dieron de qué hablar -con la serie documental Conversaciones con asesinos: las cintas de Ted Bundy y la película biográfica Extremadamente cruel, malvado y perverso con Zac Efron en la piel del asesino en serie (y ambas del mismo director, Joe Berlinger)- parece que ahora es el turno de repetir la obsesión. Pero apostando por uno de los casos más atroces y que más pesadillas podrían provocar entre los usuarios que se atrevan a descubrirlo en imágenes. Podría decir que, adaptar la historia de Jeffrey Dahmer y sus víctimas, podría ser la apuesta culmine del año para este género en alza. Y por eso no me extraña que a Netflix no le tiemble el pulso al estrenarlas en lo que queda de año sin espaciarlas lo suficiente como para que cada una tenga su momento independiente. Porque cuanto más exploten la historia, más darían de qué hablar y más repercusión generarían para ambas apuestas al mismo tiempo. Y, en consecuencia, más usuarios entrando en el servicio.

Conocido como el “caníbal de Milwaukee”, Jeffrey Dahmer se cobró la vida de 17 hombres a lo largo de 13 años -entre 1978 y 1991- mientras la policía perdió la oportunidad de apresarlo en varias ocasiones. Quizás por desinterés o negligencia, aunque hay quien observa este caso como ejemplo de discriminación policial al tratarse de víctimas afroamericanas y homosexuales. Fue encarcelado el día que su última víctima logró escapar con las esposas todavía puestas.

Los psiquiatras y especialistas que lo analizaron antes del juicio determinaron que si bien padecía un trastorno límite de la personalidad, psicótico y esquizotípico, estaba en su sano juicio al acometer sus crímenes.

Cometió su primer asesinato a los 18 años. Un crimen atroz que marcó la pauta para sus tendencias: se trataba de un autoestopista de la misma edad al que convenció para que bebieran juntos en su casa. Después de algunas copas el joven quiso marcharse pero Dahmer lo golpeó y estranguló con una mancuerna. Después de masturbarse sobre el cadáver, lo llevó al sótano de su abuela, diseccionándolo y enterrándolo en el patio trasero. Semanas más tarde, lo disolvió en ácido, rompió los huesos con un martillo y esparció los restos en un bosque. Y así, con los años, comenzó a desarrollar su modus operandi: intentaba conocer a hombres en bares y si no los convencía de irse a casa con él, entonces buscaba a alguien dispuesto a recibir dinero a cambio. Una vez allí los drogaba, estrangulaba, desmembraba y arrojaba los restos a la basura, mientras preservaba algunas partes como los cráneos, huesos o genitales. Y, mientras cometía el acto atroz, sacaba fotos del proceso. Su abuela vivía en la misma vivienda y nunca sospechó nada. Simplemente lo echó por los olores podridos que solían subir del sótano.

Con cada crimen sus fantasías aumentaban, desarrollando obsesiones, probando el canibalismo y hasta fantaseando con preservar a sus víctimas en un estado ‘zombi’ inyectándoles agua o acido hidroclórico en el cráneo.

Antes mencionaba los errores policiales que ambas series pretenden poner sobre la mesa y analizar. Y si bien desconozco cuáles van a retratar en sus historias, lo cierto es que fueron varios. Por ejemplo, Jeffrey Dahmer fue detenido mientras llevaba bolsas con restos de una victima en su coche. El policía le preguntó qué eran y Dahmer le dijo que era basura que trasladaba a un vertedero. Sin verificarlo, lo dejó marcharse.

Por otro lado, los vecinos se quejaban del olor que emanaba de su apartamento y el ruido habitual de una motosierra. Pero nadie hizo nada. En una ocasión, una víctima de 14 años escapó y, medio inconsciente, se quedó sentado en el portal de su edificio. Dahmer había salido y, al volver, se encontró con que unas vecinas habían llamado a la policia al ver al adolescente en dicho estado. El asesino les dijo que era su novio de 19 años, que habían bebido de más y, a pesar de estar manchado en sangre, los propios oficiales lo arroparon con una toalla, creyeron a Dahmer y hasta acompañaron al joven de nuevo al departamento. Lo asesinó poco después al quedarse a solas.

Dahmer fue sentenciado a 16 cadenas perpetuas en 1992 por 16 de los asesinatos cometidos, pero otro prisionero lo mató a golpes (literalmente) dos años más tarde en el Correccional de Columbia en Portage, Wisconsin.

El hecho de que fuera uno de los asesinos más terribles de la historia estadounidense inspiró a diferentes productores y creadores a lo largo de los años. Un jovencísimo Jeremy Renner lo interpretó en la película Dahmer, el carnicero de Milwaukee (disponible en Prime Video) en 2002, mientras Ross Lynch hizo lo suyo en My friend Dahmer en 2017 (Filmin y Prime Video). Pero no solo eso. También fue un personaje en American Horror Story: Hotel y su historia formó parte de un episodio de Dark Tourist, también de Netflix.

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