Netflix: Revancha ya, la” remake” teen de un clásico de Alfred Hitchcock que funciona dentro de sus pretensiones
Revancha ya (Do Revenge, Estados Unidos/2022). Dirección: Jennifer Kaytin Robinson. Guion: Jennifer Kaytin Robinson y Celeste Ballard, inspirado en la película de Alfred Hitchcock, Extraños en un tren. Fotografía: Brian Burgoyne. Edición: Lori Ball. Música: Este Haim, Amanda Yamate. Elenco: Maya Hawke, Camila Mendes, Sarah Michelle Gellar, Austin Abrams. Disponible en: Netflix. Nuestra opinión: buena.
La comedia negra de Jennifer Kaytin Robinson podría ser muy fácil de desestimar. A fin de cuentas, no esconde que la inspiración detrás de su historia es nada menos que una de las mejores películas de Alfred Hitchcock (coescrita por Raymond Chandler y con una novela de Patricia Highsmith como base, nada menos), la memorable Extraños en un tren. Al mismo tiempo, el guion de la cineasta y de Celeste Ballard apunta a una audiencia juvenil y se nutre de la cultura pop, desde las referencias que hacen no tan casualmente los personajes a un soundtrack en el que abundan hits pop actuales, como “Happier Than Ever” de Bilie Eilish y “Brutal” de Olivia Rodrigo , canción insignia del film, y una banda sonora compuesta por Este Haim.
Además, Revancha ya tiene una agenda marcada: visibilizar las desigualdades en el trato a los hombres y mujeres en un marco académico, entre otros contextos. Todos esos componentes podrían convertirse en carne de cañón para quien decida tomarse al largometraje de Robinson (quien recordemos fue coguionista de Thor: amor y trueno) demasiado en serio. Afortunadamente, es su autoconsciencia lo que lo rescata de comparaciones cuyo resultado, como canta Rodrigo, podría haber sido brutal.
En el film de Hitchcock, Guy Haines (Farley Granger) es un joven tenista que conoce casualmente en un tren a Bruno Anthony (Robert Walker). Para no aburrirse en el trayecto, entablan una charla que va desde lo trivial a lo macabro cuando ambos fantasean cómo sería matar a sus respectivos enemigos para que ninguno resulte sospechoso de los crímenes del otro. Sin embargo, Guy estaba simplemente entreteniendo esa fantasía mientras que Bruno decide llevar a cabo su parte, empezando así una lucha de poderes fascinante y, al tratarse de Hitchcock, también bastante cínica. En Revancha ya se toma dicha premisa -un acuerdo de ayuda mutua entre dos figuras un tanto cuestionables- pero se la tamiza para abordar, en primera instancia, el bullying y sus consecuencias a corto y largo plazo .
Drea (la estrella de Riverdale Camila Mendes) es la figura popular de un colegio de élite de Miami y está en pareja con Max (el talentoso Austin Abrams, quien desde la película Ciudades de papel a la serie Euphoria da en la tecla con cada rol), un adolescente de familia rica con quien Drea ve un futuro posible por fuera de ese microclima. La realidad la azota cuando se filtra un video íntimo que le mandó a su pareja y tanto él como sus amigos la excluyen de ese círculo cerrado.
Por una casualidad, una abatida Drea conoce a Eleanor (Maya Hawke), una nueva estudiante del colegio quien busca vengarse de Carissa, una joven que expuso su sexualidad delante de sus compañeros y le generó un trauma que aspira a superar con el rencor como motor. Drea y Eleanor forjan una amistad por conveniencia para derrocar a las personas que les hicieron daño, solo que una tiene un as bajo la manga que se revela en el tercer acto del film. Si bien Revancha ya no puede eludir ciertas tentaciones de las historias teen -las críticas a los grados de popularidad, los triángulos amorosos, los estereotipos de ciertos personajes-, halla en Hawke y en Mendes una dupla efectiva que, a pesar de proceder con inconsciencia, termina resultando querible cuando la directora las muestra en sus momentos más vulnerables. Aquí es donde su película se asemeja más a su ópera prima, Alguien extraordinario, y a Unpregnant (HBO Max), cuyo guion escribió también con la amistad femenina como base.
De todas maneras, lo que hace que el film cobre vuelo es la lucha de sus protagonistas contra un sistema patriarcal que las oprime de diferentes modos (a Eleanor se la encasilla por ser queer, a Drea se la somete por provenir de una familia trabajadora) y que tiene a Max como punta del iceberg. Abrams interpreta a la perfección el rol del “falso aliado” cuyos micromachismos se perciben a kilómetros de distancia.
Por lo tanto, podrá ser fácil desestimar a Revancha ya, pero su secreto es que sabe cuándo reírse de sí misma y cuándo criticar mordazmente esos ecosistemas donde la apariencia es la clave. En ese aspecto, Mendes tiene un espacio de lucimiento mayor que aprovecha con éxito.