Netflix: Zac Efron rompe el molde de los documentales de viajes con famosos

Zac Efron, con los pies en la tierra (Down to Earth with Zac Efron, EE. UU./2020). Protagonistas: Zac Efron y Darin Olien. Fotografía: Jeff Santos. Edición: Rachael Wax Taber. Disponible en Netflix.Nuestra opinión: muy bueno.

Los programas de TV y las series documentales con las andanzas de los famosos por lugares exóticos y curiosos del planeta ya tienen las características de un género propio. Hasta que Zac Efron, de manera bastante inesperada, llegó a este nuevo territorio audiovisual para romper el molde y proponer, desde este marco, algo distinto y muy interesante.

Antes de la llegada del astro surgido en High School Musical, la idea de estas producciones estaba bastante clara y podía dividirse en dos. De un lado, aquellos ciclos que acompañan a las celebridades de viaje buscando cosas extravagantes y divertidas en todo tipo de destinos, los más conocidos o los menos convencionales. Todos la pasan muy bien en este plan televisado de turismo de lujo que en el fondo siempre tiene propósitos promocionales.

Hay otra variante, elaborada con un espíritu menos lúdico y bastante más didáctico. Es la convocatoria a algún famoso para que se sume como acompañante a excursiones, travesías y salidas preparadas con propósitos divulgadores. Vemos allí caras conocidas del cine o la TV que en un momento libre participan de un safari ecológico, de la observación de especies amenazadas o del cuidado del medio ambiente. Casi siempre como observadores y participantes que no salen de un segundo plano, conscientes a la vez de que su presencia sumará un respaldo simbólico muy importante a causas siempre muy valiosas.

Con los pies en la tierra es un paso adelante quizás no demasiado significativo, pero suficientemente explícito, en este camino. Con un esquema bastante sencillo, bastante humor y una puesta en escena muy atractiva, Efron y su compañero de ruta Darin Olien (un especialista en alimentación y vida sana) superan los límites hasta aquí bastante estrechos de las modalidades enunciadas a partir de un valor que ponen en juego todo el tiempo: la curiosidad.

El dúo sale a recorrer el mundo para saber si es posible encarar una existencia más sustentable. Observan, por ejemplo, en Islandia cómo es posible aprovechar de manera integral la energía generada por la naturaleza, descubren en Francia todas las virtudes que ofrece el agua y tratan de rastrear en Cerdeña los secretos de la longevidad. Hay más preguntas, siempre interesantes, que aparecen a lo largo de recorridos por otros lugares de nuestro continente: Costa Rica (donde descubren las propiedades de la yerba mate), Puerto Rico, Iquitos, Lima.

Es muy probable que hayamos visto antes a través de la TV visitas parecidas a los mismos lugares, pero lo interesante es la nueva mirada que se nos propone en este ciclo. Una mirada que nace del lugar elegido por Efron para situarse en el camino: alguien que parece preguntarse con toda la sinceridad del mundo si la vida cómoda y placentera que disfruta gracias a la fama le impide ir un poco más allá. E imaginarse, por ejemplo, en su propia vejez o compartiendo las necesidades de quienes buscan una cura para sus enfermedades.

Cada episodio parece armado exclusivamente a partir de lo que a Efron le llama más la atención. Las reflexiones que vuelca en primera persona como narrador son el resultado de ese compromiso y una expresión constante de genuino asombro. También hay satisfacción, porque son las respuestas que él mismo salió a buscar. No recordamos que otro famoso se haya preguntado antes de manera tan genuina sobre los males del mundo y cómo remediarlos. Y lo haga desde una postura más relajada, que por eso mismo suena más auténtica. Nos acostumbramos demasiado a ver cómo los famosos defienden la ecología de manera mucho más adusta y solemne.

Por supuesto, cada viaje también tiene sus comodidades. Y hay que reconocerle a esta serie un gesto de honestidad que no abunda: después de cada episodio aparece una placa en la que se reconoce el uso del llamado "product placement", que consiste en menciones de marcas o lugares que de hecho funcionan como publicidades veladas. Un recurso promocional muy frecuente, que aquí molesta menos que en otros programas de su tipo.

Ya sabemos que el documental es el mejor aliado que tiene el mundo audiovisual para satisfacer nuestros deseos de conocimiento. Lo bueno, en este caso, es que sea un famoso el que se haya dado cuenta de eso y decida ponerse al frente de una idea que expresa con sinceridad ese mismo anhelo.