Yahoo Estilo Nicandro Díaz, el productor que soñaba con ser cantante de ópera y tuvo un trágico final
Este 18 de marzo murió el productor Nicandro Díaz tras sufrir un accidente en motocicleta mientras estaba de vacaciones en Cozumel, Quintana Roo. A sus 60 años encontró en el mar un trágico desenlace para una vida con la cual estuvo agradecido y que, a través de las telenovelas, le permitió entender que "si todo está bonito, no hay historia".
Fue un convencido de que el amor siempre debía prevalecer, y fue una máxima que aplicó también en su vida. Basta si no ver las sentidas reacciones de sus compañeros y amigos, que lo recuerdan no solo por su gran aporte a las telenovelas sino por su calidez humana.
Este lunes 18 de marzo falleció a los 60 años el productor televisivo Nicandro Díaz. Inició su carrera como asistente de producción en exitosas telenovelas como “Monte Calvario” y “Rosa Salvaje”. Como productor ejecutivo dejó plasmado su talento en 16 telenovelas, siendo ‘Un… pic.twitter.com/6cMzPeD4og
— Foro_TV (@Foro_TV) March 18, 2024
Hace poco más de un año, en entrevista con el periodista Alberto Peláez, Nicandro Díaz hizo una serie de reflexiones y comentarios respecto a su trabajo que bien pueden interpretarse como el epitafio de un hombre que vio en Televisa y la televisión un todo que le permitió cumplir su misión de vida.
"Que puedas dejar huella, porque el objetivo de la vida es ese, dejar huella. Casi siempre dejamos huella con un hijo, con los hijos, con los seres queridos, en el trabajo. Pero la magia de lo que era el videotape, o ahora el disco duro, de tener en la pantalla un factor creativo creado de muchos elementos… Creo que esa posibilidad que te da esta empresa de trascender de esa manera es incomparable", expresó.
En Televisa se formó. Allí hizo su carrera y demostró lealtad a la empresa hasta el último momento.
Jamás olvidó que al egresar de la universidad encontró su primer empleo bajo el mando de Valentín Pimstein, productor y pionero de las telenovelas en México, quien lo acogió como asistente para Monte calvario (1986), uno de los melodramas ochenteros exitosos en la pantalla chica.
"Me siento afortunado de haberme topado con esta oportunidad que tuve", contó a Peláez. Asimismo, se confesó al decir que la telenovela más entrañable dentro de su trayectoria fue Destilando amor (2007), un contenido del cual se sintió orgulloso y que a la postre llamó su atención por la repercusión que tendría Angélica Rivera, la protagonista, dentro del ámbito político como primera dama durante su matrimonio con el expresidente Enrique Peña Nieto.
Destilando amor llegó cuando se sentía maduro como productor y fue un éxito de audiencia. Se trató de su primer gran melodrama de corte adulto luego de hacer un recorrido con tramas infantiles (Gotita de amor, Carita de ángel, ¡Vivan los niños!) y juveniles (Contra viento y marea).
En retrospectiva, viendo el impacto que tuvieron ambas telenovelas en sus respectivas épocas, Díaz aplicó lo que aprendió cuando Valentín Pimstein lo aventó al ruedo de pasar de asistirle a coordinar la producción de Rosa salvaje en su segunda fase al aire. No fue un reto sencillo, pues había que mantener ese contenido como el plato fuerte de Televisa.
Su último trabajo como productor fue Golpe de suerte (2023-2024), adaptación de la teleserie chilena Si yo fuera rico. Al mando de este contenido, Díaz obtuvo un índice de 3,1 en su inicio y cerró con una media de 2,8, de acuerdo a datos de Nielsen IBOPE Media. Esas cifras fueron valoradas como alentadoras para el productor respecto al panorama que percibía para la televisión abierta con la llegada y proliferación de plataformas de streaming.
"Para mí tiene todo el futuro del mundo, así como tiene su presente y tiene su futuro. (...) A la televisión abierta le doy toda la vida del mundo. No creo ver el momento en que desaparezca la televisión aunque me queden cinco años de vida", comentó a Alberto Peláez, rechazando la idea de una debacle de la televisión abierta y las telenovelas.
Nicandro Díaz murió habiendo compartido públicamente cuál era su ilusión: "soñando, me hubiese gustado ser un gran cantante de ópera. Ser el vehículo de las emociones de una ópera". No condujo esos niveles emocionales mediante el canto pero sí con las telenovelas.
