Nico Abad aprende en ‘MasterChef Celebrity’ que todo lo que sube tiene que caer

Nico Abad ha aprendido por las malas lo cruel que puede ser Masterchef Celebrity. Foto: Samuel de Roman/Getty Images.
Nico Abad ha aprendido por las malas lo cruel que puede ser 'MasterChef Celebrity'. Foto: Samuel de Roman/Getty Images.

MasterChef, en todas sus variantes, es un programa en el que un día brillas en una prueba y al siguiente estás abandonando la cocina tras un plato desastroso en la prueba de eliminación. En la actual temporada de MasterChef Celebrity lo hemos visto con los casos de Ruth Lorenzo o Patricia Conde. Y en la entrega emitida este 10 de octubre, Nico Abad lo comprobó en sus propias carnes, y seguro que se acordó del famoso dicho de que todo lo que sube tiene que bajar. Y no solo hablamos de la posición en la competencia, sino también la confianza en uno mismo.

En la primera de las pruebas, los aspirantes se jugaban el pin de la inmunidad, a través de las famosas batallas. Para obtenerlo había que superar varias rondas, en la que los cítricos y el aceite de oliva serían los protagonistas.

Tras pasar con éxito la elaboración de un ceviche, un guacamole y un soufflé con helado, solo quedaron como aspirantes al codiciado pin Nico Abad e Isabelle Junot. Entonces las reglas dieron un giro y entró en las cocinas del concurso María Lo, la andaluza que ganó la última temporada de anónimos, y que era una auténtica fiera en los fogones. Los jueces harían una cata a ciegas de un plato de cada uno, y el mejor obtendría el broche, aunque si ganaba María, el premio terminaría desierto.

Isabelle y Nico pudieron elegir los ingredientes del plato, y se decantaron por un postre, algo que chocó a María, pues estos platos suelen ser los más difíciles. Como era de esperar, la mejor, y con diferencia, fue María, así que no hubo pin de la inmunidad. Nico, sin embargo, fue el mejor de los concursantes de la actual temporada, y pudo donar 4.000 euros a la ONG que considerase, eligiendo entonces Apascide, Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera.

En las redes sociales, los espectadores se mostraron un tanto enfadados con esta decisión. Por un lado, porque tras casi una hora y 20 minutos de programa no había pasado nada, la competición seguía tal cual. Por otro, porque resulta una misión casi imposible superar a una persona que ya es toda una profesional de la cocina, y más si tenemos en cuenta el nivel que hay este año, que tampoco es para tirar cohetes. Algunos usuarios consideraban que, según la valoración, Nico debería haberse llevado el pin de la inmunidad.

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¿Supuso el premio a la ONG un soplo de confianza para Nico Abad? En absoluto. Porque tras la prueba por equipos acabó en la de eliminación, y ahí le vimos completamente derrotado. Hasta el punto de que llegó a pensar en abandonar las cocinas y tirar por completo la toalla.

En esta ocasión, Nico y los demás compañeros (Isabelle Junot, María Zurita y Fernando Andina) tuvieron que enfrentarse, de nuevo, a un postre. En concreto, una piña de repostería, que tiene un bizcocho borracho, compota, una mousse, un glaseado y hojas de fondat. Casi nada. Y debían tenerlo listo en 120 minutos.

VITORIA-GASTEIZ, ESPAÑA - 09 DE SEPTIEMBRE: Nico Abad asiste al estreno de MasterChef Celebrity en el Teatro Principal el 09 de septiembre de 2022 en Vitoria-Gasteiz, España. (Foto de Carlos Álvarez/Getty Images)
VITORIA-GASTEIZ, ESPAÑA - 09 DE SEPTIEMBRE: Nico Abad asiste al estreno de MasterChef Celebrity en el Teatro Principal el 09 de septiembre de 2022 en Vitoria-Gasteiz, España. (Foto de Carlos Álvarez/Getty Images)

Para Nico, esta piña fue una piedra en su camino. Se bloqueó por completo, hasta el punto de que casi no podía ni articular una sola palabra. Reconoció que tenía ganas de marcharse, pero no lo hacía por respeto al programa. Ahí demostró ser un gran profesional, alguien comprometido con aquello que hace, pues no cabe duda que alguien con menos correa realmente se habría dado la vuelta y cruzado de brazos.

Viendo cómo se estaba ahogando en un vaso de agua, Jordi Cruz le invitó a leer la receta de nuevo, y que repitiese los pasos uno a uno. El resultado de su plato fue una “plasta con sabor indefinido”, pero para su suerte, lo que presentó Fernando Andina fue mucho peor y fue el actor el que abandonó las cocinas.

Nico Abad comprobó, con todo esto, que un momento estás en lo más alto y en el otro caes hasta el fondo, sin confianza en aquello que estás haciendo. Como espectador, me da la sensación de que habrá aprendido una importante lección con todo esto y que le servirá como punto de inflexión para seguir hacia adelante. A los jueces de MasterChef les gusta que los aspirantes evolucionen, y ciertamente Nico lo está logrando. A ver cómo se le da la cosa a partir de ahora.

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