Nivel “Sobrehumana”: cuestionan cuál fue el rol de la cienciología en el trágico final de Kirstie Alley
La cienciología, el misterioso y secreto culto al que Kirstie Alley perteneció durante los últimos 40 años de su vida y al que llegó desesperada por poner fin a su adicción a la cocaína, podría tener algún tipo de incidencia en el trágico final de la actriz, quien murió como consecuencia de un cáncer de colon.
Según publicó el portal de noticias del espectáculo PageSix, los líderes de la cienciología confirmaron que realizarán para Alley un servicio fúnebre en Flag Land Base, en Clearwater. Como la actriz, de 71 años, profesaba la cienciología desde hace mucho tiempo -llegó al nivel más alto de aprendizaje, el Thetán Operativo Nivel VIII-, cuando se conoció su triste final las preguntas sobre el papel de la iglesia en su tratamiento médico comenzaron a multiplicarse.
Alley es la tercera figura pública perteneciente a la cienciología que muere de cáncer en los últimos años: la actriz Kelly Preston, de 57 años, falleció de un cáncer de mama en julio de 2020, y el pianista de jazz ganador del premio Grammy Chick Corea, murió a los 79 años de una rara forma de cáncer en febrero de 2021.
Según explicó a PageSix Tony Ortega, autor del blog sobre cienciología que publica The Underground Bunker, el primer síntoma de Alley fue un fuerte dolor de espalda. Luego llegó el diagnóstico: cáncer de colon. “ El primer libro de la Cienciología, Dianética, se basa en la idea de que la mayoría de las dolencias humanas son psicosomáticas y se pueden curar, por lo que cuando los cienciólogos se enferman, están capacitados para buscar primero una solución en la fe”, explicó Ortega. “Los cienciólogos saben que Hubbard (el fundador del culto) estaba realmente decepcionado con los médicos, por lo que busca alternativa ”, agregó luego.
Al igual que Preston, Alley sí recibió tratamiento médico, aunque quedan las dudas sobre si no fue demasiado tarde su acercamiento a la medicina tradicional. Para explicar por qué la actriz terminó visitando a un oncólogo, Ortega habló de matices. “ La cienciología está en contra de la atención y las drogas psiquiátricas. Pierdes tu prestigio si empiezas a usar Lexapro, por ejemplo. Pero a los seguidores no se les impide buscar tratamiento médico si tienen cáncer o algo por el estilo. (La iglesia) no te dirá que no vayas al hospital ”, aseguró.
Luego, Ortega intentó contar cómo se suelen manejar ante casos de enfermedades graves como el cáncer. “ En general primero intentarán ocuparse de las cosas a través de la auditación (asesoramiento), pero como se ha señalado, a veces (las personas) van al médico cuando ya es demasiado tarde y eso puede tener consecuencias trágicas ”, aseveró.
¿El nivel de Kirstie dentro de la cienciología le impidió buscar ayuda médica antes? Según la actriz y exciencióloga Leah Remini, quien tuvo una pelea pública con Alley después de criticar a la iglesia, habló con un periodista de la revista Rolling Stone un día después de la muerte de su colega: “Si bien se informó que Kirstie buscó un tratamiento convencional contra el cáncer, lo que le dio una oportunidad de luchar, la mayoría de los cienciólogos no buscan tratamiento hasta que es demasiado tarde”.
“ Los cienciólogos están convencidos de que pueden curarse a sí mismos de enfermedades como el cáncer. Es una de las cosas más siniestras que prometen. Y debido a que afirman ser una ciencia exacta, no una fe, a sus miembros se les lava el cerebro para que crean estas afirmaciones falsas como garantías ”, agregó Remini.
De la cienciología por un milagro
Alley, quien creció en Wichita, Kansas, se unió a Cienciología después de mudarse a Los Ángeles. En el libro que publicó en 2005, How To Lose Your Ass And Regain Your Life, recordó haberse convertido en adicta a la cocaína durante la relación que mantuvo con un hombre al que llamó “Cowboy Carl”. Los dos salieron después de que ella se separó de su primer marido, Bob Alley, en 1976.
La actriz recordó cómo debido a su adicción a las drogas todo se salió de control, lo que le provocó ataques de ansiedad extrema, insomnio, pérdida de peso y “pensamientos psicóticos”. “Siempre pensaba que iba a tener una sobredosis”, le dijo a Entertainment Tonight en 2012. “Esnifaba coca y luego me sentaba allí. Me tomaba el pulso pensando ´Me estoy muriendo, me estoy muriendo, me estoy muriendo’”, repasó.
La entrada al culto fue de la mano de un vecino, quien le habló del tema. Luego, ella se inscribió en un centro de Narconon, la red de rehabilitación de la cienciología que, según publicó PageSix, promueve largas horas en un sauna y una ingesta cada vez mayor de vitaminas. “Milagrosamente, y quiero decir milagrosamente, tuve una sesión de Cienciología y nunca volví a consumir cocaína”, contó en la entrevista.