No te dejes engañar por las comparaciones con 'Stranger Things', la nueva serie de Amazon es mucho más que eso

El pasado 29 de junio llegó a Amazon Prime Video su nueva gran apuesta fantástica, Paper Girls, e inmediatamente empezaron las comparaciones con Stranger Things. De hecho, ya desde que se lanzó el primer tráiler hace unos meses, la serie no pudo escapar de ser relacionada con el fenómeno de Netflix, con el que tiene en común principalmente la ambientación ochentera y el reparto juvenil.

Yo mismo estoy incurriendo en esa odiosa comparación con este artículo, pero mi intención con él es precisamente hacer un llamamiento a ir más allá de esas comparaciones, lógicas pero injustas, para descubrir que Paper Girls es mucho más que “la Stranger Things de Amazon”. Quien se anime a darle una oportunidad -y aviso, merece la pena- verá que no se trata de una copia, sino de un relato de ciencia ficción emocionante, original y con voz propia que necesita escapar de la sombra del éxito imparable que ha acaparado la nostalgia por los 80 como si la hubiera inventado.

Fotograma de 'Paper Girls' (cortesía de Prime Video)
Fotograma de 'Paper Girls' (cortesía de Prime Video)

Y es que, para empezar, el dato clave con el que debería bastar para detener las comparaciones peyorativas es que Paper Girls, creada por Stephany Folsom (guionista de Toy Story 4 y la nueva serie de El señor de los anillos), está basada en un cómic que se empezó a publicar antes de que la serie de los hermanos Duffer viera la luz en Netflix. Paper Girls es una creación del guionista Brian K. Vaughan y el ilustrador Cliff Chiang, cuyo primer número se publicó en octubre de 2015, abarcando hasta julio de 2019 con un total de 30 números. El aclamado tebeo, publicado por la editorial Image Comics, obtuvo muy bien recibimiento y varios premios Eisner, importantes galardones de la industria del cómic.

No se puede negar que la decisión de adaptar Paper Girls en forma de serie podría estar motivada por el éxito de Stranger Things. Que Amazon quisiera su propio fenómeno ochentero (al igual que Movistar+ lo intentó y fracasó estrepitosamente con Paraíso) y recurriera a la pandilla de Vaughan y Chiang es una posibilidad bastante grande, pero eso no resta originalidad a una historia que precede a la de Netflix y que, puestos a analizar bien a fondo, se separa de ella en muchos sentidos.

Sí, las dos comparten un planteamiento fantástico centrado en un grupo de preadolescentes de los 80 que se enfrentan a una amenaza sobrenatural. Para más inri, las protagonistas de Paper Girls son, como indica el título, repartidoras de periódicos que se desplazan en bicicleta, esa imagen que se asocia indivisiblemente al cine de aventuras estilo Los Goonies o Cuenta conmigo, influencias evidentes de Stranger Things. O lo que podríamos llamar el espíritu Amblin, que tantos cineastas se empeñan en emular y recrear estos días.

Pero entre Stranger Things y Paper Girls hay una diferencia bastante importante. Mientras la primera se apoya más en la fantasía sobrenatural y el terror, la segunda es puramente una serie de ciencia ficción que gira en torno a los viajes en el tiempo y sus paradojas, telón de fondo de un conflicto de dimensiones épicas.

Behind the scenes photography for Paper Girls.
Behind the scenes photography for Paper Girls.

La historia sigue a Erin (Riley Lai Nelet), Tiffany (Camryn Jones), Mac (Sofia Rosinsky) y KJ (Fina Strazza), cuatro niñas que se conocen en su ruta de entrega de periódicos durante la madrugada después de la noche de Halloween de 1988, viéndose atrapadas en el fuego cruzado entre viajeros en el tiempo que están librando una guerra a través del espacio-tiempo. Las cuatro son transportadas al futuro, concretamente al año 2019, donde deberán encontrar la manera de volver a casa, embarcándose en un alucinante viaje donde se encontrarán con las versiones adultas de ellas mismas, resignándose ante la realidad de que su futuro es muy diferente al que imaginaban a los 12 años, mientras a su vez huyen de Los Viejos, una peligrosa facción militar que ha prohibido los viajes en el tiempo para conservar su poder.

Solo hace falta ver un capítulo de Paper Girls para darse cuenta de que no estamos en Hawkins. Si Stranger Things presenta una versión más idealizada de la inocencia perdida y la infancia en los 80, Paper Girls adopta una perspectiva algo más amarga, aunque no desprovista de emotividad y ternura, de lo que significó crecer en aquella época. Por otro lado, la de Amazon tiene un punto de vista más marcadamente femenino, llegando a explorar y colocar en el centro de su historia temas como la menstruación o la identidad sexual, y cómo esto afecta a las niñas en su desarrollo personal y amistoso. No falta el humor y la ternura, pero se aproxima a sus personajes con cierto toque realista que no huye de los aspectos más agrios o melancólicos de su experiencia.

Porque en Paper Girls, la ciencia ficción es solo un pretexto para hablar sobre los dolores del crecimiento (los famosos growing pains, que casualmente, o no, es la serie favorita de una de las protagonistas, Erin). La serie está cargada de giros sorprendentes y dosificados estallidos de acción, pero lo que la sostiene es el desarrollo de sus cuatro protagonistas, obligadas a superar sus diferencias par volver a casa, así como la forja de su amistad en circunstancias extremas y la reflexión que hace con ella sobre el paso del tiempo, las expectativas (autoimpuestas) y la dolorosa decepción de hacerse mayor y no estar donde querías.

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La serie pone a Erin, Tiffany, Max y KJ en una situación que hemos visto en muchos títulos de viajes en el tiempo, Regreso al futuro a la cabeza, pero al ser niñas en pleno crecimiento, el choque con la realidad es especialmente intenso. Así vemos a las protagonistas hacerse mayores a la fuerza al enfrentarse literalmente a su propio yo, a una versión adulta que se convierte en el reflejo distorsionado o resquebrajado de sus esperanzas. Es una relectura de los relatos coming of age que aborda el paso de la niñez a la edad adulta usando las herramientas de la ciencia ficción de forma fresca e inteligente. Y sin olvidar la emoción, como decía, con escenas verdaderamente bonitas que pillan desprevenido y sorprenden golpeando los sentimientos.

Paper Girls narra un misterio de ciencia ficción que engancha y nos lleva por derroteros inesperados en cada episodio, pero reitero, lo que hace que funcione tan bien es el buen hacer de su reparto. Las cuatro actrices protagonistas no podrían estar mejor elegidas, parecen directamente sacadas de las viñetas del cómic y personifican a la perfección a cada una de sus análogas ilustradas. En general, es una adaptación buena (con sus cambios) y fiel, pero las niñas en particular realizan un trabajo excelente, aportando mucha personalidad a cada una de ellas y dando la talla especialmente en los momentos dramáticos, donde se lucen verdaderamente (ojo al momento en el que KJ descubre la verdad sobre sí misma o a Mac rompiendo a llorar después de verse obligada a renunciar a una nueva vida con su hermano, dos escenas conmovedoras). Sin olvidar al elenco adulto, especialmente a una fantástica Ali Wong como la versión adulta de Erin y a una intensa Adina Porter como Priora, la aterradora e implacable villana de la serie que persigue a la pandilla cual Terminator a través del tiempo.

Mientras Stranger Things nos invita a imaginar un pasado idealizado por el cine que nunca existió, Paper Girls nos habla de un futuro que sí llegó, pero no fue como esperábamos. Hay elementos en común entre las dos, eso es obvio, pero hay que incidir en que no estamos ante una copia, sino que la idea de Vaughan es precedente a la del éxito de Netflix, y por tanto, no merece ser menospreciada o descartada por esta razón. Y por supuesto, tampoco se trata de menoscabar a Stranger Things (quien esto escribe no puede ser más fan y de hecho, ambas serían recomendables de forma recíproca), sino de reivindicar el mérito de Paper Girls, en este caso eclipsado por llegar más tarde.

Fotograma promocional de 'Paper Girls' (cortesía de Prime Video)
Fotograma promocional de 'Paper Girls' (cortesía de Prime Video)

Paper Girls necesita que la audiencia se fije en ella, que descubra su envolvente atmósfera y estética bañada en tonos rosa y violeta, que se sumerja en su absorbente misterio y se anime a conocer a sus protagonistas, personajes complejos y con mucha alma. Desde que se estrenó, la serie está pasando más bien desapercibida, opacada por mil y otra series que forman parte de la conversación online y las superproducciones que están al caer (El señor de los anillos: Los anillos de poder, La Casa del Dragón, She-Hulk: Abogada Hulka…), y tampoco ayuda que Prime Video apenas la haya promocionado, lo cual podría indicar cierta desconfianza o interés.

Con la reciente cancelación de The Wilds, parece que Amazon se estaría replanteando su estrategia de producción de títulos de corte juvenil, y en ese panorama, Paper Girls estaría en peligro, sobre todo teniendo en cuenta lo poco que se está hablando de ella. Lo cierto es que, de seguir adelante, la serie necesitaría todo el apoyo de la compañía, ya que la escala del cómic se vuelve cada vez más grande, y sin audiencia, no habrá confianza para depositar en ella el presupuesto necesario. Por eso, desde aquí animo a todo el mundo a echarle un vistazo y ayudar a conseguir algo que cada vez parece más una utopía: que una serie no se quede a medias y nos pueda contar su historia completa.

La primera temporada de Paper Girls, formada por 8 episodios, ya está disponible en Amazon Prime Video.

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