La noche de Mirtha Legrand | Ariel Tarico dejó muda a la Chiqui con una imitación: “Te quedaste sin palabras”

Ariel Tarico fue invitado a la mesa de Mirtha Legrand
Ariel Tarico fue invitado a la mesa de Mirtha Legrand

Las preguntas picantes y comentarios incisivos ya son un clásico en el programa de Mirtha Legrand, y siempre es la diva de la televisión argentina la que deja mudos a sus invitados. Anoche, gracias a la destreza de Ariel Tarico, sucedió todo lo contrario. Con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, los periodistas Rolando Barbano y Horacio Pagani y el diputado José Luis Espert como testigos, la Chiqui le pidió al humorista que la imite, y lo que sucedió luego fue un momento único en la historia de La noche de Mirtha Legrand: la conductora se quedó sin palabras .

La Noche de Mirtha
La Noche de Mirtha

Cuando en la mesa el tema excluyente era la política, Mirtha interrumpió a sus invitados para hacerle una pregunta directa al humorista. “Voy a hablar un momentito con Tarico, si me permiten, porque está muy calladito”, introdujo, y de inmediato, con el dedo levantado, desafió a su invitado: “A ver, imitame. Ahora te quiero ver. Imitame”, disparó. “Bueno, gracias querida. Gracias por darme la palabra”, respondió el pedido Tarico con una sonrisa y la misma voz de la Chiqui, lo que provocó la carcajada en varios de los participantes de la mesa.

A ver, ¿qué sentís cuando me mirás a los ojos? ¿Qué sentis?”, siguió Tarico, y sumó a su caracterización un gesto típico de la Chiqui: se llevó la mano al mentón. “Estás frente a tu espejo. A ver, ¿qué le dirías?”, insistió, todavía metido en el personaje. Mirtha solo atinó a reírse, y el humorista aprovechó la poco frecuente reacción de la gran diva de la TV para rematar el momento. “Te quedaste sin palabras, eh”, dijo, y le guiñó un ojo. “La Chiqui sabe”, cerró, y se unió a las risas de la conductora.

Luego de un aplauso generalizado, Mirtha le consultó a Tarico cómo se le ocurrió imitarla. “Y, me diste de comer muchos años”, se sinceró. “Yo digo, ¿seré así? ¿Yo seré esa y no me doy cuenta? Pero lo hacés muy bien”, lo felicitó Legrand. En ese momento, Tarico repasó que, además de su trabajo en la radio, está haciendo temporada en el Teatro Politeama con su espectáculo Tarico on the Rotemberg: Sean de termos y mabeles, junto a David Rotemberg. “Tu personaje la verdad es que es muy aplaudido, así que te lo tengo que agradecer acá. Dice cosas por ahí más fuertes. Es como El otro yo del Dr. Merengue”, explicó, y usó como ejemplo el personaje creado por Guillermo Willy Divito.

Políticos también

Luego de dejar en claro su gran capacidad como imitador, a Tarico le llegó otro desafío en vivo. “Me dijeron que me imita”, intervino José Luis Espert, quien estaba sentado junto a él. “Con el personaje de Mirtha, en un momento del espectáculo digo: ´¿vieron la voz de José Luis Espert, que se parece a la del locutor de una terminal de ómnibus? Y luego empiezo -con la voz del político- ´Plusmar anuncia la salida de su servicio de la hora cero con destino a Mar del Plata por plataforma 58. El que no toma ese colectivo, cárcel o bala´. Y el teatro explota”, detalló sobre lo que sucede con el público durante la obra.

El personaje más difícil

Poco antes de debutar con su último espectáculo, Tarico habló con LA NACIÓN. En esa charla contó la génesis de sus personajes y cuál fue el que más le costó construir.

Luego de revelar que cada una de sus caracterizaciones nace desde la observación, se “ser como una esponja”, Tarico explicó: “Se me van pegando los tonos… Primero mando un mensaje por WhatsApp al grupo de la tele que tenemos con Sebastián Meléndez y con el guionista Ezequiel Mesa. Tiro un primer audio y lo vamos construyendo. Hay veces en que los personajes tardan en instalarse”.

Luego, repasó que en la obra con Rotemberg hacen a todos los presidentes, pero que uno de ellos fue el que más dificultades le generó. “El que más me costó siempre fue Duhalde. Es una voz difícil y él, como personaje, también es muy gris, tirando a oscuro (ríe). En la radio le habíamos encontrado la vuelta: cada vez que hablaba, le poníamos de fondo la música de El padrino”, recordó, y explicó que si bien los políticos le mandan mensajes o se los cruza en la radio, trata de no charlar mucho con ellos. “Ellos son políticos, yo soy el cómico. Listo, ya está”, cerró.