Novalima celebra con nosotros dos décadas de una aventura marcada por la electrónica y los ritmos peruanos

Los integrantes de Novalima no recuerdan exactamente cuántas veces han visitado los Estados Unidos en toda su carrera. Piensan que han sido cinco, o quizás seis. Y eso ha incluido presentaciones memorables en la ciudad de Los Ángeles, como las dos que se dieron en California Plaza como parte de la serie gratuita Grand Performances.

Este jueves, el combo peruano que se dio a conocer por su atractiva combinación de música electrónica y ritmos afroperuanos regresa a nuestras costas para brindar un concierto más íntimo en las instalaciones del Moroccan Lounge, ubicado en el centro de nuestra ciudad. Pero lo hace no solo con material nuevo entre las manos, debido al reciente lanzamiento de su producción “La Danza, Pt. 1”, sino también con los ánimos completamente dispuestos para celebrar sus 20 años de existencia.

En realidad, Novalima se creó en 2001, pero fue en 2003 cuando se publicó su primer álbum epónimo. Incluso cuando se produjo la salida del segundo disco, “Afro” (2006), el proyecto funcionaba todavía como una entidad de estudio conformada por Grimaldo del Solar (productor y encargado de los ‘beats’ electrónicos), Rafael Morales (guitarra) y Ramón Pérez Prieto (teclados), cuyas adolescencias habían transcurrido en los ámbitos del rock ‘under’, como parte de bandas tan emblemáticas de su lugar de origen como Curriculum Mortis (que practicaba el thrash metal) y Avispón Verde (proponente del rock psicodélico).

Read more: Grupo Frontera, Menudo, Chicano Batman y más artistas latinos llegan en concierto este domingo

Sin embargo, el crecimiento de la popularidad de sus creaciones hizo que los tres amigos decidieran reunirse en la capital andina (ya que, en ese momento, Del Solar vivía en Barcelona y Morales en Londres) y darle vida a una auténtica banda, a la que se integraron músicos afroperuanos como Milagros Guerrero (voz), Juan Medrano “Cotito” (cajonero) y el legendario Manuel Vásquez Goyoneche “Mangué” (cajonero), quien falleció en 2012.

Ya con este formato, Novalima grabó “Coba Coba” (2008), la placa que le dio una nominación al Latin Grammy en la categoría de Mejor Álbum Alternativo y que le abrió incluso más las puertas internacionales, permitiéndole incluir una canción en la banda sonora de la popular película hollywoodense “Machete” (2010).

Tras grabar otras producciones, participar en diversos ‘remixes’ y presentarse en muchas ciudades alrededor del mundo, el conjunto se encuentra a punto de emprender una gira estadounidense de aniversario que incluirá también fechas en Seattle, Portland, Berkley, Washington, Nueva York y otros destinos. Nos reunimos virtualmente con Del Solar y Pérez Prieto para hablar del ‘tour’, de la trayectoria completa del grupo y de la complicada situación política que atraviesa su país de origen.

Más allá de la gente que ha formado parte de sus presentaciones y de sus grabaciones, Novalima ha atravesado una evolución musical bastante clara. Lo más evidente en su estilo ha sido siempre la combinación de música electrónica contemporánea y música afroperuana tradicional, que en cierto momento estuvo muy marginada. Pero ¿qué es lo que sienten ustedes en cuanto al género que practican? 

Ramón Pérez Prieto: Es un poco difícil decirlo. En realidad, creo que los tres productores [que encabezan el proyecto], es decir, Rafael, Ramón y yo, somos melómanos. Nos gusta la diversidad musical, y de ahí viene obviamente la fusión en nuestras composiciones. Tenemos un poco de reggae, de funk, de electrónica, de jazz, de latin y, por supuesto, de música afroperuana. Pero estamos tratando siempre de incursionar en nuevas mezclas y fusiones. Esa es nuestra búsqueda permanente.

Grimaldo del Solar: El hilo conductor de todo esto es rehacer o reinterpretar música tradicional con géneros nuevos. Hemos estado muy relacionados a lo afro, pero no solo a lo afroperuano, sino también a lo que se hace directamente en África, empezando por el afrobeat y otros estilos antiguos.

De hecho, el tercer álbum que lanzaron, “Planetario” (2015), tenía una visión mucho más internacional que los anteriores. Hay momentos por ahí que suenan muy brasileños, aunque, bueno, la raíz sigue siendo africana, ¿cierto?

Del Solar: Al final, casi toda la música sale de África. Por lo mismo, nosotros recorremos el continente entero, exploramos por todos lados, y regresamos siempre a la misma base.

Pero “Chu’say” (2017), su penúltimo álbum, estaba inclinado claramente hacia lo andino.

Del Solar: Tuvo además ciertos toques amazónicos. Y es que también nos interesa experimentar con otros sonidos tradicionales que se practican en Perú. Pero esa parte andina es algo que decidí explorar más en un proyecto paralelo que se llama Punku y en el que trabajo con Sylvia Falcón [una admirada soprano cuyo registro ha sido comparado con el Yma Sumac].

¿Se ponen algunos límites en lo que respecta a la fusión?

Del Solar: No tenemos límites; nos basamos en nuestros gustos. Novalima nació justamente con la idea de no hacer algo particular. Queríamos producir música que en ese momento considerábamos una fusión entre la música tradicional -no solo peruana, sino de todas partes del mundo- y la electrónica, que es lo que estábamos escuchando. Y de ahí comenzamos a experimentar un poco con cajones peruanos, lo que nos llevó a hacer más canciones afroperuanas. Nunca planeamos cuál iba a ser el siguiente paso.

La intención inicial se puede perder con los años, porque cuando ya eres un grupo con un sonido distintivo y tienes que hacer un disco nuevo, puedes llegar a encasillarte a ti mismo sin darte cuenta, con la finalidad de sonar de una manera específica. Es por eso que luchamos para no ponernos límites, y eso puede ser difícil de lograr.

Pérez Prieto: Empezamos a hacer esto los tres, solos, pero ya llevamos mucho tiempo como banda, y convivir con los demás músicos hace que te vayas inevitablemente hacia el lado de lo que esos músicos interpretan. Eso se nota sobre todo en el lado de las percusiones y los ‘beats’, porque ellos se inclinan obviamente hacia el lado afro, y nosotros hacia el lado occidental.

Ya que han viajado tanto por el mundo, ¿cómo han visto la evolución del conocimiento internacional que se tiene sobre la música peruana? La cumbia amazónica se volvió más o menos popular en Estados Unidos debido a los compilados de “The Roots of Chicha” producidos por el francés-estadounidense Olivier Conan, pero durante mucho tiempo, la imagen que se tenía era aparentemente la de un tipo tocando zampoña en una estación de tren o en un parque de Europa.

Del Solar: Cuando hablabas de música peruana tradicional en Europa, esa era la imagen, en efecto. Pero yo siento que la música afroperuana se puso de moda internacionalmente gracias al compilado que hizo David Byrne [“Afro-Peruvian Classics: The Soul of Black Perú”] y que fue el origen de su relación con [la emblemática cantante afroperuana] Susana Baca, para la que produjo varios discos.

¿Pero cómo van las cosas ahora? Porque ese primer compilado fue lanzado hace casi treinta años.

Del Solar: Sí, pero terminó por abrir también la puerta para Novalima y otro tipo de proyectos que apelan al jazz. Aunque, en los últimos años, lo que más está de moda de música peruana tradicional fuera de nuestro país es la cumbia, porque ese es un género que se escucha en todos lados.

¿Qué significó para ustedes la nominación al Latin Grammy del 2009?

Pérez Prieto: Fue una gran sorpresa. Además de ponernos en el radar mundial, nos ofreció la posibilidad de ir a Las Vegas para recibir la nominación, porque no nos llevamos el premio, obviamente. Y eso nos permitió conocer a músicos que habíamos visto solamente por la tele, como a [los integrantes de] Calle 13, que ese año se llevaron como 14 o 15 premios [NR: fueron 5, en realidad].

Del Solar: Pero igual fue raro, porque nos pusieron en la categoría de Mejor Álbum Alternativo, y las bandas que estaban allí iban por un lado completamente distinto al nuestro. De todos modos, fue algo que nos ayudó a hacernos conocidos.

Ustedes dos y Rafael se iniciaron en los ‘90 como integrantes de bandas que tocaban metal extremo, hardcore y rock progresivo. ¿Cómo fue que se metieron tanto en la electrónica y en la música afro peruana, y por qué no decidieron, por ejemplo, fusionar estos estilos con algo proveniente del rock? 

Del Solar: Los primeros discos que tuve fueron de KISS y AC/DC. Después empecé a escuchar mucho metal. Luego, me pasé al rock alternativo. De hecho, vivía en Estados Unidos durante esa época, y vi a Nirvana en un club para 150 personas, dos semanas antes de que saliera el video de “Smells Like Teen Spirit”. Después me interesé en el jazz y en las fusiones que se estaban haciendo con la electrónica, y eso es algo que le pasó también a los demás.

Pérez Prieto: En los ‘90, cuando teníamos nuestras bandas, nos dimos cuenta de que la realidad de ser músico en este país era bien triste, porque ni siquiera nuestros héroes nacionales [del género] podían vivir de lo que hacían. Decidimos ponernos a estudiar, cada uno por su lado, y encontramos la herramienta del ‘home studio’, que fue la que le abrió las puertas al proyecto de Novalima. Al exponernos a la fusión de la música electrónica y la música folclórica, descubrimos a [el grupo parisino] Gotan Project, [la banda colombiana] Sidestepper y los ‘remixes’ que se estaban haciendo con canciones de [el pionero nigeriano del afrobeat] Fela Kuti, lo que nos llevó a darnos cuenta de que ni siquiera teníamos que estar en el mismo país para sacar adelante un trabajo de estudio que nos mantuviera activos.

Del Solar: Pero yo creo que en Novalima hay de todo. A veces, de manera consciente o sin darme cuenta, uso cosas de otros géneros en nuestras composiciones. Tenemos incluso un ‘beat’ que proviene de un disco de [la banda de thrash metal] Slayer. Si nos ves en vivo, te darás cuenta de que seguimos teniendo mucha influencia del rock.

Read more: Punku electrifica la música de los Andes y el Amazonas

La primera fusión entre la electrónica y lo afroperuano fue hecha a mediados de los ‘80 por Miki González, un español que se crió en Lima, que se convirtió en uno de los rockeros más famosos de Perú y que colabora frecuentemente con músicos afroperuanos. Ustedes tampoco forman parte de la comunidad afroperuana, pero colaboran también constantemente con músicos afroperuanos en sus presentaciones y en sus grabaciones. Pese a ello, esto podría hacer que algunos los acusaran de apropiación cultural.  

Pérez Prieto: Fue por eso que buscamos justamente a los músicos que nos acompañan, y que emprendimos una investigación de un año antes de meternos en el afro. Yo recorrí todas las peñas que existían, con “Mangué” y con “Cotito”, para escuchar a todos los músicos y poder entender los ritmos que tocaban. Esta es una música que yo he escuchado desde niño, pero componerla era otra cosa. Esos encuentros me permitieron también estrechar lazos más fuertes y no presentarme simplemente ante ellos como el dueño de la verdad.

Todas estas colaboraciones tienen que ver con el sonido tan especial que tenemos, que trata de respetar ciertas métricas y que, cuando las rompe, cuenta también con la venia de los músicos provenientes de la comunidad afroperuana, lo que nos permite saber que no estamos transgrediendo o aprovechando su cultura, sino dándole una nueva vida y llevándola nuevamente a la luz, ya que no se había modernizado y estaba perdiendo por ello vigencia.

Actualmente, hay artistas peruanos que han seguido de algún modo lo que ustedes presentan en el plano musical, como es el caso de la banda Dengue Dengue Dengue!, igualmente limeña. ¿Se puede hablar de la existencia de una escena de electrónica afroperuana, o se trata de proyectos separados?

Del Solar: Conocemos a Dengue Dengue Dengue!, pero no somos parte de ningún círculo. Me parece que abrimos el campo para un montón de proyectos que fusionan diferentes estilos de música peruana con electrónica y que descubrieron gracias a nosotros que había la posibilidad de salir afuera, de editar discos afuera y de hacer giras afuera. Muchos de los grupos que están sonando ahora fueron hechos por DJs o productores que sí se conocían ya. Pero lo que más me gusta es que han surgido muchos proyectos de jóvenes afroperuanos que están, por ejemplo, rapeando, y que tienen mucho mensaje y mucho orgullo de raza.

Novalima acaba de lanzar un EP nuevo, “La Danza (Pt. 1”). Por el nombre, imagino que tendrá una secuela.

Del Solar: Sí; saldrá en octubre. Decidimos no lanzar un álbum completo para hacer algo diferente, que nos permita ir lanzando música casi a lo largo de un año entero. También tiene que ver con el modo en que la gente consume música en la actualidad.Yo mismo, que soy melómano, no escucho casi nunca un disco entero cuando sale, incluso cuando se trata de grupos que me gustan.

Estas canciones hablan mucho de sanación, y eso hace que sea inevitable pensar en la inestabilidad social que se vive en Perú. ¿Cuál fue la intención por ese lado? 

Del Solar: Estas cosas salen también sin planearlas. Fue recién en el momento de la mezcla del disco cuando nos dimos cuenta de que varias de las canciones hablaban de la evolución de cada uno ante la vida. Creo que nosotros mismos estamos evolucionando como personas, nos estamos haciendo mayores, y eso se va traduciendo en lo que componemos.

Pérez Prieto: La manera de componer depende de cada disco. Grimaldo, Rafael y yo somos los que componemos. En mi caso, lo primero que viene es la música.

Del Solar: A veces llega uno de nosotros con una idea, pero se queda trabado, y lo resuelve con los otros dos o con algún invitado. Los colaboradores también tienen la libertad de aportar o hasta de hacer completamente las letras en algunos casos.

Hay una canción en particular que me llama la atención. Se llama “Nación”, y tiene una letra que promueve la unidad y la diversidad, lo que tiene sentido en vista de todo lo que está pasando por allá.

Pérez Prieto: Esa letra se hizo antes de que saliera el presidente que ahora está preso [Pedro Castillo]. El país estaba políticamente dividido en dos. Por un lado, estaba la parte que peleaba por los derechos [humanos] y estaba contra la corrupción, totalmente izquierdista y a veces extremista; y por el otro, estaban los mismos políticos que han estado en el gobierno desde hace 10 o 15 años y que siguen haciendo las mismas fechorías. Esta polarización hizo que termináramos con este presidente, que gracias a Dios, duró solo seis meses.

Del Solar: Desgraciadamente, en este momento, estamos retrocediendo en vez de avanzar, aunque sea lentamente, hacia algo mejor. Me entristece, porque en algún momento no demasiado lejano, pensé que estábamos mejorando. Pero no creo en el juego de la izquierda ni en el de la derecha.

Para mí, todos son unos delincuentes que se manejan por dinero y que cambian de ideología en un segundo cuando les conviene. Tenemos una clase política enferma, y creo que eso muestra que el país está enfermo, en realidad. La solución sería tener una buena educación, tener un buen sistema de salud. Eso es lo básico, lo esencial; pero nadie está pensando en eso.

Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Sign me up.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.