La novela que unió a Selva Alemán y Arturo Puig para toda la vida
El mundo del espectáculo está conmocionado por la muerte de Selva Alemán, quien falleció este martes a los 80 años. La noticia se dio a conocer a través de un breve mensaje en las redes sociales del Multiteatro Comafi, de Carlos Rottemberg, donde protagonizó “Cartas de amor” junto a su esposo, Arturo Puig. ¿Cómo fue el encuentro que unió a los actores para toda la vida?
Se conocieron en 1974, en la casa de Diana Álvarez mientras leían los guiones de la novela que harían juntos: Fernanda, Martín y nadie más, que se trasmitió por Canal 9. El flechazo fue inmediato; sin embargo, tuvieron que esperar y hasta disimular lo que sentían mientras trabajaban. Es que los dos estaban casados y él era padre de dos pequeños, Ximena y Juan. Después llegó el encuentro en un café, lugar en el que decidieron que sus vidas deberían unirse por el resto de sus días, y así fue que este año llegaron a celebrar cinco décadas de amor.
“¿Se acuerdan cómo fue la primera salida?”, les preguntó Fernando Dente en Noche al Dente (América TV), programa en donde, hace algunos meses, realizaron su última entrevista juntos. “Un café en Olleros y Libertad que había un bar”, expresó Puig, aunque los dos se sinceraron sobre lo malos que eran para recordar fechas e incluso acontecimientos importantes. Debido a esto es que decidieron elegir el 30 de abril, cumpleaños de Selva, para dar el sí. “Para no olvidarse”, confesaron, entre risas.
Al escucharlos, el conductor quiso saber más sobre la historia de amor prohibida, como de película. “Cuando ustedes se conocieron, ¿cada uno estaba en un matrimonio?”, les preguntó. “Sí. Pasó lo inevitable, como el tiempo lo está diciendo también”, expresó ella. Ante la inquietud sobre si se habían juntado para decidir qué hacer, contestaron. “Ahí justamente en ese café, pero ya hacía seis meses que trabajábamos juntos. Todos sin decir nada, disimulando. Hacíamos pareja romántica y nada más”, completó.
Quisieron ser padres juntos, pero no pudieron llevarlo a cabo. “Me hubiera encantado ser mamá, pero no pudo ser. Lamentablemente, no pudo ser”, se sinceró Selva en 2020, cuando visitó Almorzando con Mirtha Legrand (bajo la conducción de Juana Viale). “Pero sos abuela”, le remarcó la conductora. “Soy abuela, y además he trabajado de mamá postiza con los hijos de Arturo, que realmente los quiero como si fueran mis hijos, por supuesto. Pero no pude, no pude, yo tuve distintas operaciones, muy joven, y a los 35 años ya me dijeron, no podés. Y en esa época no había tantas posibilidades como ahora”, resumió la actriz.
En lo que respecta a la actuación, ambos tuvieron la oportunidad de trabajar juntos en reconocidas obras de teatro como “Picnic” (1979), “Cartas de amor” (1990), “Cristales rotos” (1995), “¿Quién le teme a Virginia Woolf?” (2006), “Darse cuenta” (2009-2010) y “El precio” (2011).
El año pasado, en diálogo con la revista HOLA!, se refirieron al significado que tenía para la pareja el compartir la misma pasión por la actuación. “A mí me costaría mucho hablar con una pareja que no fuera actriz o que no tuviera algo que ver con el espectáculo, porque uno tiene ciertos códigos que necesita compartir con su pareja. Además, nos hemos apoyado en los respectivos trabajos y eso fue clave”, expresó él.
Por su parte, ella agregó: “Cada uno de nosotros fue muy respetuoso con la carrera que ya traía el otro. Fuimos cautos, cuidadosos, nos manejamos bien. Sin hablarlo demasiado, se fue dando así naturalmente”.
Pero, como trabajaron juntos, decidieron dejar de hacerlo durante diez años “porque se peleaban”. “Jamás, nunca pasamos letra juntos. Esto es realmente curioso, porque en el sentido del trabajo tenemos muchas cosas en común, opiniones parecidas o iguales en relación con nuestros trabajos y de los demás, pero hay algo que no nos confunde: cada uno tiene su sistema, y los dos son totalmente diferentes”, expresaron en aquel entonces.
Selva Alemán, una actriz con extensa trayectoria
Carmen Selva Giorno -su nombre real-, llevaba la actuación en los genes, debido a que su madre era la recordada actriz Carmen Vallejo. Se afilió a la Asociación Argentina de Actores en 1961 y en 2003, el sindicato le entregó el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable junto con el Senado de la Nación.
Comenzó su carrera siendo muy joven y rápidamente se convirtió en una de las figuras más destacadas de nuestro país, lo que la llevó a estar constantemente activa. Además del teatro, participó de distintas producciones que no pasaron desapercibidas en la pantalla chica, como Nuestra galleguita, Mujercitas, Situación límite, Atreverse, Alta Comedia, Son Amores, Lalola, Malparida, Fiscales, La bonita página, Tiempo final, entre muchas otras.
Mientras que en cine se la vio en películas como Pimienta, Contar hasta diez, La isla, El grito de Celina, La murga, El último piso, Mamá querida, Objetos, entre otras.