De novios a dupla creativa: cómo la ruptura de Gwen Stefani y Tony Kanal convirtió a No Doubt en una de las bandas más importantes de los 90
Las rupturas y las crisis amorosas han dado discos increíbles, como Blood On The Tracks, de Bob Dylan o Rumours, de Fleetwood Mac, que es fruto de conflictos, engaños e infidelidades de las parejas que integraban el grupo. En los 90, un caso emblemático fue Tragic Kingdom, de No Doubt, que en 2025 cumple 30 años. El álbum describe el fin de la relación entre la cantante Gwen Stefani y el bajista Tony Kanal tras siete años juntos, con la particularidad de que ambos continuaron siendo el motor creativo de la banda hasta su separación en 2015.
Este jueves, tras su fugaz reunión de 2024, volvieron a los escenarios en el marco del Fire Aid L.A, un festival a beneficio de las comunidades afectadas por los incendios en Los Ángeles. ¿Fue el puntapié para una reunión oficial con más conciertos?
Kanal entró a No Doubt en 1987, tras haber presenciado sus primeros shows, invitado por el baterista original Chris Webb. Por ese entonces, el líder era el tecladista Eric Stefani, hermano de Gwen, quien se ocupaba de los coros, mientras que John Spence era la voz principal. Gwen se sintió atraída por Tony y ambos empezaron una relación que mantuvieron en secreto durante un año, temiendo que su noviazgo atentara contra la estabilidad de la banda.
Sin embargo, los inicios de No Doubt fueron tortuosos por otras razones. Empezaron haciendo ska punk, influenciados por el 2 tone británico de Madness y The Specials. El género tuvo un pequeño revival a finales de los 80 y principios de los 90 en la costa oeste de los Estados Unidos y el grupo de los Stefani fue parte de esa oleada. Pero el suicidio de Spence los llevó a una separación temprana. Decidieron volver a intentarlo con el trompetista Alan Meade como cantante, que duró poco en ese rol y renunció, dejándole el puesto a Gwen. Con la incorporación del guitarrista Tom Dumont y el baterista Adam Young, el quinteto inició su etapa profesional.
Tras hacerse un nombre en la escena underground de California, captaron la atención del incipiente sello Interscope -célebre por sus fichajes de hip hop, rock y pop-, que editó su primer álbum homónimo en 1992. El apoyo de la discográfica fue nulo y el disco fue un fracaso debido a que el grunge había acaparado la atención de todos.
En 1993 empezaron a trabajar en lo que sería su álbum consagratorio, Tragic Kingdom, pero el sello rechazó el material y los obligó a trabajar con el productor Matthew Wilder. Eric, que no estaba dispuesto a ceder el control creativo, se fue alejando y en 1994 dejó la banda para seguir su otra pasión, el dibujo: fue contratado como animador de Los Simpson. Parte de esas canciones descartadas por Interscope, No Doubt las sacó de forma independiente a sus espaldas a principios de 1995. The Beacon Street Collection solo se conseguía en sus recitales y en las disquerías independientes del condado de Orange, California, de donde el grupo es oriundo. Aún así, vendieron cien mil copias, más del triple que su antecesor.
Al advertir que habían desarrollado un sonido más agresivo, su discográfica volvió a apostar por ellos y designó más recursos para su tercer disco, pero No Doubt había cambiado. Su fundador se había ido, pero también Kanal había decidido terminar su relación de siete años con Gwen porque necesitaba más espacio, cuando ella estaba lista para formalizar. Cualquier otra banda se habría separado frente a esos embates, pero para la cantante fue un momento de epifanía: descubrió que podía aliviar su dolor escribiendo canciones. “Antes, todo lo que me importaba era estar enamorada de mi novio. No tenía ningún poder creativo. Había sido muy mala en la escuela y no sabía qué hacer, solo cantaba en la banda de mi hermano. Tras la ruptura, empecé a escribir todas esas canciones y de pronto sentí que podía hacerlo”, confesó en una entrevista.
Una de esas composiciones catárticas fue “Don’t Speak”, que expresa sin tapujos el efecto devastador que tuvo en Gwen el fin de su noviazgo. El tema es el mayor éxito de No Doubt, llegó al número uno en varios países y los convirtió en estrellas a escala planetaria. Tragic Kingdom vendió 16 millones de copias en todo el mundo. Siete de sus catorce canciones fueron sencillos, por lo que el álbum, que vio la luz a finales de 1995, siguió sonando sin parar hasta 1998.
Tony Kanal mantuvo su puesto como bajista y hasta colaboró en la composición de canciones que hacían referencia a él o que hablaban de los sentimientos de su ex, como “Sunday Morning” y “Hey You!”. Pasó el resto de su carrera escuchando sobre el escenario los lamentos de su antigua novia. “Estuvimos de gira 28 meses presentando Tragic Kingdom. Estábamos atravesando la separación y en cada entrevista hablábamos de eso, así que la herida se abría a toda hora. Fue tan brutal que no sé cómo lo hicimos”, admitió años después. Lo cierto es que con el tiempo Stefani y Kanal se hicieron grandes amigos y se consolidaron como equipo creativo, casi siempre secundados por Tom Dumont.
Return To Saturn, editado en 2000, fue el siguiente álbum. Con un sonido más oscuro y alternativo, no tuvo ni por asomo el éxito de su trabajo anterior, pero mostró una importante maduración musical y los mantuvo vigentes en un período de transición en el que el nü metal y el R&B habían ganado terreno. Gwen esta vez no concentró sus letras en Kanal, sino en su nuevo novio, Gavin Rossdale, líder de Bush.
Al año siguiente sacaron Rock Steady, que volvió a ponerlos en el centro de la escena. Con este disco, influenciado por la new wave y el dancehall jamaiquino, No Doubt se alineó con el pop del momento y recuperó la frescura de la mano de hits como “Hey Baby” y “Hella Good”, escrita en colaboración con The Neptunes, el dúo integrado por Pharrell Williams y Chad Hugo, que en esos años convertían en oro todo lo que tocaban.
En 2004 decidieron parar un tiempo para dedicarse a sus proyectos personales y a la vida familiar, no sin antes cerrar una etapa con un compilado de grandes éxitos que incluyó una versión del hit de Talk Talk, “It’s My Life”.
Con No Doubt en pausa, Gwen Stefani inició su carrera solista con dos discos, Love. Angel. Music. Baby. y The Sweet Escape, que contaron con la producción y la composición de Tony. El primero tiene una canción titulada “Cool” que habla de su historia de amor y de cómo su noviazgo se transformó en una gran amistad.
El grupo volvió a sacar material nuevo recién en 2012. El éxito en solitario de Stefani y su segundo embarazo retrasaron su regreso, aunque en 2009 se habían juntado para una gira. Les llevó más de una década hacer Push and Shove y el desgaste en ese álbum es evidente. Por eso, más allá de alguna presentación esporádica en algunos eventos puntuales entre 2014 y 2015, la banda entró en un parate que, hasta su reunión del año pasado, parecía definitiva.
“No sé qué va a pasar con No Doubt. Cuando Tony y yo estamos conectados creativamente, es mágico, pero creo que nos hemos distanciado en cuanto al tipo de música que queremos hacer”, admitió Stefani en 2016 a Rolling Stone. Cuando hicieron Push and Shove “estaba realmente agotada y quemada y tenía mucha culpa”. “Me decía: ‘tengo que hacerlo’, y esa no es la forma adecuada de hacer música”.
Con la fiebre de reuniones que hubo en los últimos años y tras su sorpresiva aparición en el festival Coachella el año pasado, la vuelta de No Doubt en el marco del Fire Aid L.A. generó expectativas ni bien se los anunció. El público ya demostró que quiere volver a verlos y ellos ya probaron en 2024 que su conexión sigue intacta. ¿Será 2025 el año en el que finalmente decidan volver a los escenarios?