El 11 agosto de 2014, el actor Robin Williams se quitaba la vida. En ese momento, el intérprete lidiaba con la depresión que le produjo un diagnóstico erróneo de Parkinson, además de un cuadro de ansiedad y paranoia que agravaba su estado general. Y en el noveno aniversario de su muerte, su hijo decidió recordarlo a través de unas sentidas palabras en Instagram.

En la foto se ve a Williams en una cancha de tenis, luciendo unas bermudas holgadas, y una remera blanca. Su mirada parece estar dirigida al público, al que apunta con una raqueta. Y junto a esa foto, Zak Williams escribió: “Papá, en el noveno aniversario de tu muerte, elijo recordarte por las elecciones de vestuario más excelentes. Estos días siempre son difíciles, y amo recordarte por haber sido siempre tan, pero tan vos. ¡Te amo un montón!”.

Robin Williams es una presencia constante en el Instagram de su hijo, quien siempre le dedica alguna palabra, en fechas que son o fueron significativas en la vida del actor. Sin ir más lejos, el pasado 21 de julio, Zak subió una foto y escribió: “¡Feliz cumpleaños número 72, papá! Estaba recordando lo mucho que amaba esa mirada que tenías. Esa mirada de sonrisa traviesa y cariñosa, que tus amigos y seres querido conocían tan bien. Alegre, curioso y maravilloso. ¡Te extraño y te amo por siempre!”.

Los oscuros días de Williams

En una entrevista para el podcast The Genius Life, Zak Williams se refirió a los últimos días de su padre. “Lo que vi fue frustración”, aseguro su hijo, sobre el estado de ánimo de Robin tras recibir un diagnóstico erróneo. Según se descubrió años después de su muerte, el actor en realidad sufría de demencia con cuerpos de Lewy, la segunda enfermedad más común de las demencias progresivas, después del Alzheimer. “Lo que estaba atravesando no coincidía en nada con la experiencia de otros pacientes con Parkinson. Por lo que pienso que eso debe haber sido difícil para él”.

Y agregó: “Había un problema de enfoque que lo frustraba, había problemas asociados con cómo se sentía y también desde una perspectiva neurológica no se sentía bien. Estaba muy incómodo”. Además aseguró que la medicina le hacía más mal que bien por el diagnóstico erróneo: “Esas drogas [las que le daban para combatir el Parkinson] no son una broma. También son muy duras para la mente y el cuerpo”.

La demencia con cuerpos de Lewy le afectó al actor el pensamiento, la memoria y el control de sus movimientos, lo que más tarde le generó “desafíos para desempeñarse en su oficio”, según sostuvo Zak. “No pude evitar sentirme frustrado por él. Puede ser realmente algo que te haga sentir solo incluso cuando estás con familiares y seres queridos”, señaló.

Los síntomas en el actor se intensificaron a lo largo de sus dos últimos años de vida: “Fue... no quiero decir que fue un período corto porque lo sentí mucho más largo de lo que realmente fue. Fue un período para él de intensa búsqueda y frustración”.

La decisión de Sarah Michelle Gellar

La actriz Sarah Michelle Gellar trabajó junto a Williams en la serie The Crazy Ones, que fue el último papel televisivo del actor antes de su suicidio. Y aunque su tiempo juntos en la pantalla duró poco, la intérprete estrechó un vínculo particularmente especial con su compañero. Fue así como esa muerte llevó a Gellar a tomar la decisión de suspender su actividad por un tiempo.

“Trabajé toda mi vida. Cuando tuve hijos, y eso fue justo después de la muerte de Robin, estaban sucediendo tantas cosas en mi vida que simplemente decidí parar y dije: ‘Necesito tomarme un descanso’”, explicó la actriz en una entrevista con la revista People, publicada en agosto del año pasado. La estrella de Juegos sexuales quiso disfrutar de esos primeros años formativos en la vida de sus hijos y ejercer la maternidad con dedicación, y destacó: “Quería tomarme el tiempo necesario para ser la madre que quería ser”.