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Los nueve días que pasó Paul McCartney preso en una cárcel de Japón

Paul McCartney y el recuerdo de cuando fue apresado en Japón
Paul McCartney y el recuerdo de cuando fue apresado en Japón

A pesar de la tranquilidad y buena imagen que define a Paul McCartney, el cantante tuvo un pasado vertiginoso luego del cierre de The Beatles. Corría el año 1980 y junto a su nuevo grupo musical conocido como Wings, cantaría en Japón. Luego de una serie de preparativos y advertencias previas sobre las leyes internacionales, el artista fue a prisión al instante de pisar suelo nipón.

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La historia acerca de que Paul atravesó nueve días en una cárcel de la isla japonesa, es poco conocida. Aún así, el cantante brindó recientemente una entrevista en la que reveló cómo fue su paso por la prisión y qué tipo de enseñanza le dejó.

Paul sorprendió al mundo luego de transportar en su maleta marihuana
Paul sorprendió al mundo luego de transportar en su maleta marihuana

Tras la disolución de The Beatles, el cantante inglés estaba ansioso por retornar a Japón, un país que lo había recibido con los brazos abiertos en el estadio Budokan, un centro deportivo construido para los Juegos Olímpicos de Verano de 1964. Bajo el “Japanese Tour”, Wings recorrería Tokio, Osaka y Nagoya, pero lamentablemente por un error de Paul, todo terminó en serios problemas.

El 16 de enero la banda aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Narita, en la capital nipona. Después de la rutina del control de migraciones, las autoridades le advirtieron que no podría permanecer en libertad dentro del país y que debería acompañarlos a la prisión. ¿El motivo? Una bolsa con 230 gramos de marihuana. “Cuando el tipo la sacó de la maleta, parecía más avergonzado que yo”, reconoció el cantante a la revista Performing Songwriter y añadió: “Pensé que él solo quería ponerla de nuevo donde estaba y olvidarlo todo”.

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Desde ese instante, una de las estrellas más importantes del rock en inglés, pasó a estar preso en una celda de dos metros cuadrados, en la que debía limpiarla a diario y donde no comprendía el idioma de sus vecinos. En soledad, el británico presintió que sería su fin. “No intenté esconderlo. Acababa de llegar de América y todavía tenía esa mentalidad americana de que la marihuana no era tan mala. No me di cuenta de lo estrictos que son los japoneses”, comentó.

Paul como vocalista de la banda Wings
Paul como vocalista de la banda Wings - Créditos: @Only the Best :-))

“Todo fue un error”, dijo Paul y añadió: “Hice una confesión la noche que fui arrestado y me disculpé por infringir las leyes japonesas, pero querían saberlo todo. Les tuve que contar toda mi vida: colegio, nombre de mi padre, ingresos, incluso mi medalla de la Reina”. En medio de su vergonzosa situación, la banda suspendió el tour. Por esos años, el mundo se asombró de que un Beatle estaba tras las rejas.

“Mi primera noche fue la peor. No pude dormir. Y cuando dormía tenía pesadillas. Estaba aterrado ante la posibilidad de no ver a mi familia en años”, esbozó Paul a Channel 4 y detalló: “Me dijeron ‘¡podrían caerte siete años de trabajos forzados!’… tuve una horrible sensación en la boca de mi estómago. No paraba de pensar, ‘¿Qué le he hecho a mi familia?’”.

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El quinto día se transformó en una luz para el vocalista, ya que Linda consiguió visitarlo. Le llevó ropa limpia y unos libros para poder sobrellevar el tiempo allí, más allá que Paul ya se había hecho amigo de sus vecinos presos, con los que fumaba tabaco y entablaba conversaciones sin sentido, ya que nadie entendía el inglés. Recién en el noveno día, sus abogados alcanzaron un acuerdo con la Justicia nipona y la estrella de rock retornó a Inglaterra. Sin show, sin dinero y sin juicio.

Un millón de libras esterlinas le costó al cantante el error de transportar marihuana hacia Japón, ya que tuvo que devolver el valor de las entradas al público. A pesar de las advertencias, Paul no escuchó a sus amigos. Una vez situado en su país, entendió que eso era una señal para separarse de Wings y así fue. “Había dejado de ser divertido y lo ocurrido en Tokio, definitivamente, propició la disolución. La banda estaba muy molesta conmigo. Todo el mundo nos había dicho, ‘no lleves drogas a Japón’”, reflexionó.