Frutas con hueso, un cóctel contra el calor que te pone guapa
Esta temporada toca comer melocotones, albaricoques o paraguayas... No solo te refrescan. Descubre lo que pueden hacer estas frutas por tu salud general, y cómo afectan al estado de tu piel y cabello
La frescura, sabor y poder saciante convierten a las frutas de hueso en un aliado contra las altas temperaturas y en los favoritos del verano. Melocotones, albaricoques, paraguayas, nectarinas, ciruelas… Veamos que nos aportan estas frutas de temporada.
Las frutas de hueso (como todas las demás) son una fuente natural de antioxidantes y nutrientes. Son un alimento bajo en calorías muy indicado en dietas de adelgazamiento. Nos aportan además una gran cantidad de antioxidantes y vitamina A que mejoran el estado de nuestra piel, uñas, dientes y pelo, ayudando a prevenir de enfermedades de la vista, cabello y uñas. Y por su alto contenido en hierro son también un gran aliado contra la anemia.
Como una pequeña farmacia
El melocotón es el rey por excelencia y llegó a Europa procedente de China, donde se creía que era un emblema del árbol de la vida y sus frutos un símbolo de longevidad. De hecho, un estudio del Shandong Institute of Pomology (China) afirma que fortalece el sistema inmune.
El 87 por ciento del peso del melocotón es agua, esto unido a su bajo contenido en grasa, hacen de esta fruta un alimento ideal para llevar una dieta equilibrada. Es un tentempié increíblemente bajo en calorías (un melocotón grande aporta solo 70 calorías); también son excelentes fuentes de vitaminas y nutrientes, como fibra, potasio, vitamina A y vitamina C.
Dos piezas de melocotón cubren el 50 por ciento de la necesidad diaria de vitamina C que requiere nuestro cuerpo. También es un buen diurético ya que aporta potasio, fósforo, magnesio y hierro, por lo que es aconsejable en casos de hipertensión arterial. Su contenido en fibra ayuda a mantener bajos los niveles de colesterol.
El tesoro que esconden en su pulpa
Por otro lado, el consumo regular de melocotón (y sus variedades, que te comentamos a continuación) también mejora el aspecto de la piel y el cabello debido sus componentes, entre los que destacan los betacarotenos. Este pigmento ayuda a que nos bronceemos más rápido y a que los rayos del sol tengan un impacto menos negativo en nuestra piel. También reduce la hipersensibilidad a la luz solar.
Además, los melocotones eliminan eficazmente los poros y regeneran la piel. Contienen Vitamina C, que incrementa la producción de colágeno, o lo que es lo mismo, mejora la elasticidad de la piel, dejándola más tersa. Y precisamente, como regenera el tejido de la piel e hidrata las células cutánea, se aconseja para los jóvenes que tienen acné o sequedad en la piel y para aquellos que padecen úlceras estomacales.
Asimismo, incluirlo en tu dieta reduce las posibilidades de quedarte calvo al prevenir la pérdida de pelo. Así lo explica el doctor Bashar Bizrah, fundador de la clínica Beyond Med Center en Londres (Kensington).
"Para mantener el cabello saludable, es vital que el cuero cabelludo tenga suficiente humedad", cuenta el doctor en Men’s Health. "El cuero cabelludo contiene glándulas de aceite que producen sebo, un aceite natural que lubrica la hebra del cabello a medida que crece". Los melocotones son buenos ya que se trata de una fruta rica en vitaminas A y C y actúa como una especie de crema hidratante ideal para el cuero cabelludo.
Las variedades más populares
El Prunus armeniaca o albaricoque es originario de las zonas templadas de Asia, Corea del Norte o Manchuria y los romanos lo introdujeron en Europa a través de Armenia. Se consumen con piel y se puede conservar en el frigorífico en una bandeja o en una bolsa siempre que esté agujereada para evitar la condensación que provocaría que se estropeara. Tiene mucha vitamina A, nutriente esencial para la vista, el cabello, la piel, los huesos y el sistema inmunitario.
En concreto, dos piezas de esta fruta aportan más del 10 por ciento de la vitamina C y vitamina A que necesita nuestro organismo. Recuerda que la vitamina C ayuda a reparar huesos, dientes y cartílagos y además forma parte de una proteína que ayuda al tejido cicatricial. Mientras que la vitamina A mejora la visión, protege la piel y mantiene en condiciones óptimas nuestro sistema inmunitario y nuestra mucosidad intestinal. Además es rico en sustancias antiinflamatorias y potasio, y puede ayudar a regular la frecuencia cardiaca y mejorar los valores de tu presión arterial.
La nectarina es un fruto redondo que procede del melocotón, pero, a diferencia de éste, su piel no es vellosa sino lisa. Pese a que se encuentra en el mercado durante prácticamente todo el año, su época de recolecta es en mayo. Se trata de un alimento que destaca por su significativo aporte de vitamina C, agua e hidratos de carbono.
Es ideal para prevenir la hipertensión gracias a su alto contenido en potasio (lo que ayuda a regular los latidos del corazón que, junto con la acción de los antioxidantes, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares) y muy bajo en sodio. Mejora las digestiones debido a su efecto colerético, el cual estimula la producción de bilis que a su vez digerirá mejor las grasas, evitando problemas digestivos como digestiones lentas y pesadas. Destaca también la presencia de ácido fólico ideal para mujeres embarazadas.
Otra fruta que no puede faltar en verano es la paraguaya, muy similar a un melocotón pero achatada. Tiene una piel de color amarillo rojizo con tonos verdosos y comparte también con el melocotón, la pelusilla aterciopelada característica de su piel. La gran cantidad de carotenos lo convierten en un importante anticancerígeno y antioxidante. Ayuda contra los estados de nerviosismo o ansiedad.
El contenido de la ciruela es mayoritariamente agua. Existen más de 200 variedades, pero la más conocida por su sabor y calidad es la llamada Claudia, otras variedades conocidas en nuestro país son la Golden Japan y Santa Rosa. Es conocida por su acción laxante, lo que le hace ser un alimento muy recomendable en casos de estreñimiento. Esta característica se debe a la combinación en su composición de fibra soluble e insoluble, a su alto contenido en sorbitol y compuestos derivados de la hidroxifenilxantina, que estimulan la actividad de los músculos del colon y facilitan el tránsito intestinal.
Recomendaciones de consumo
• Las frutas de hueso deben consumirse maduras.
• Se recomienda lavarlas bien antes de su consumo.
• En el caso de que desees consumir estas frutas peladas, basta con escaldarlas en agua hirviendo durante unos segundos y, posteriormente en agua fría. Tras ello la piel se desprende sin dificultad.
• Puedes consumirlas en fresco, desecado (seco u orejón), en almíbar o en mermelada.
A la hora de elegirlos, no deben estar ni muy maduros ni muy verdes y no deben contener manchas marrones. Para conservarlos en casa, si están un poco verdes es mejor dejarlos fuera de la nevera, y dentro de ella si ya han madurado. Ya sabes, si todavía no eres un amante de la fruta de hueso, te sobran razones para empezar a tomalas
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