Olivia Wilde se lleva una importante victoria judicial sobre su exmarido Jason Sudeikis
La actriz Olivia Wilde se quedó muy sorprendida, y en absoluto para bien, cuando el pasado mes de abril recibió una citación judicial procedente de su exmarido, Jason Sudeikis, en medio de un acto público en Las Vegas, nada menos que durante la presentación de su nueva película 'Cowboys and Aliens' en la CinemaCon.
Un hombre se saltó los protocolos de seguridad del acto y subió al escenario para entregar el sobre a una asombrada Olivia, quien micrófono en mano trató de guardar la compostura y tomarse a broma el esperpéntico suceso. Posteriormente saldría a la luz que su antiguo esposo, también actor y exhumorista de 'Saturday Night Live', había tratado de presionarla para que cediera en sus pretensiones relacionadas con la custodia de sus dos hijos en común.
"Las acciones de Jason iban dirigidas a amenazarme y pillarme con la guardia baja. Podría haberme entregado esos documentos de forma discreta, pero en su lugar optó por hacerlo de la manera más agresiva posible. Que Jason quiera avergonzarme a nivel profesional y llevar nuestro conflicto a la esfera pública es extremadamente contrario a los intereses de nuestros hijos", aseguraba la intérprete en una declaración que facilitó poco después al juez que gestiona el litigio.
Puede que esa embarazosa escena haya contribuido precisamente a la victoria que, esta misma semana, se ha llevado la intérprete y directora estadounidense, quien ahora mantiene un hermético romance con el cantante Harry Styles, sobre su 'bromista' exmarido. El magistrado ha determinado que Otis y Daisy, de ocho y cinco años, respectivamente, residen oficialmente en California, donde lo hace su madre, y no en el estado de Nueva York, como pretendía su progenitor.
En el documento citado anteriormente, los letrados de Olivia Wilde argumentaban que el gesto hostil de Sudeikis hacia su antigua esposa era indicativo de su escasa voluntad de colaboración de cara a un posible acuerdo para la custodia compartida de los niños. Fue precisamente ese feo detalle, como sostiene la intérprete, el que la llevó a solicitar que sus hijos fueran considerados ciudadanos de Los Ángeles a todos los efectos.