Omar Fierro: el galán que se negó a explotar el escándalo (y su amor con Verónica Castro) por fama
De entre los actores que surgieron a la fama a finales de los 80 y principios de los 90 como la "segunda generación" de galanes de la TV mexicana, quizá el que ha tenido una carrera más longeva, versátil y -curiosamente- respetada, sea Omar Fierro, algo que nadie hubiera creído del exjugador de fútbol estudiantil y modelo de comerciales célebres.
Pero ojo, aunque muchos son quienes lo recuerdan como 'Ángel' en 'Amor en silencio', en realidad Omar Fierro no salió de ahí así nada más. Como decía, el hombre de 1.90 de estatura comenzó su carrera después de retirarse de jugar fútbol americano estudiantil, para incursionar en el modelaje en 1982, cuando tenía 19 años. Así fue como comenzó a aparecer en catálogos de grandes almacenes como El Palacio de Hierro, Liverpool y París-Londres (ahora extinta, pero aún muy recordada por su slogan: "La gran boutique") y de marcas de ropa para caballero.
Su paso a la televisión se dio precisamente en comerciales y él, con el valor bien puesto a hombros, se presentó con su reel y sus fotos en Televisa para solicitar oportunidad de actor. En la oficina de Valentín Pimstein, el "Mago" lo vio y lo mandó a tomar clases de arte dramático y dicción en lo que sería el CEA, para que se preparase. Mientras estudiaba, Pimstein le dio algunos papeles pequeños, casi de extra en telenovelas como 'Principessa', 'Vivir un poco', 'Monte Calvario' y 'Guadalupe', en las que participó (así como en 'Cachún Cachún Ra-Rá') combinándolo con su trabajo como modelo ya que para entonces ya estaba casado y había nacido su primer hijo, Omar Jr.
Fue gracias a Carla Estrada que Omar tuvo mejores papeles a partir de 1987 con apariciones en 'La pobre señorita Limantour', 'Quinceañera' y finalmente 'Amor en Silencio', que lo puso en los cuernos de la luna y lo llevó a aparecer hasta en la sopa (a esto habría que agregarle un fugaz noviazgo con Érika Buenfil, que coincidió justo con el final de la telenovela) lo que le dio la popularidad necesaria para afianzar su carrera y formar parte de esa generación de galanes a la que pertenecieron también figuras como Guillermo Capetillo, Eduardo Palomo (fallecido en 2003), Fernando Ciangherotti, Arturo Peniche, Rafael Rojas, Ernesto Laguardia, Ari Telch, Fernando Colunga y Alfredo Adame — aunque todos sabemos que Adame acabó convertido en el hazmerreír nacional y sigue siéndolo, hundiéndose cada vez más en estrafalarias grescas y pleitos callejeros.
Por el contrario, Omar nunca fue de escándalos, acaso el más notorio vendría cuando tuvo una relación sentimental bastante pública con Verónica Castro, quien es 11 años mayor que él, y que los llevó a estar en todos los periódicos de la época (uno supone que nunca antes en la vida la prensa rosa mexicana había visto un romance entre dos famosos de distintas edades o algo) y que ostensiblemente terminó al cabo de unos tres años, porque Christian Castro no estaba de acuerdo y hacía berrinches de niñato cada vez que salía su mamá con Fierro — y esto no lo especulo, son afirmaciones que se hicieron en su momento en revistas y diarios y que el propio "Gallito Feliz" se encargó de fomentar.
Esto a Omar no lo afectó: desde su despegue en 1988 no ha vuelto la vista atrás, si bien pasó por algunas épocas en que se le olvidaba aquí en México por irse a trabajar a Perú (donde hizo 'Julius') o Colombia (donde hizo 'La sombra del deseo') y donde residió varios años; otro aspecto que hay que señalar que distingue a Omar de otros de su generación, es que ni se hundió en drogas ni alcohol, ni le tuvo miedo al teatro; de hecho, es en las tablas (y la conducción, recordemos sus años en 'Jepoardy!' versión mexicana, donde lo hacía tan bien como el famoso Alex Trebek) donde Omar encontró el respeto de un gran sector del público, que lo encontró como un estupendo comediante, incluso en obras escritas por Woody Allen (y no cualquier actor puede decir eso).
Ahora, después de algunos años de hacer telenovelas para Televisa — donde ha estado fijo desde hace ya algún tiempo, luego de pasar por Azteca, Telemundo, Caracol y otras cadenas-, Omar le da otro giro a su vida artística y por primera vez en 40 años de carrera, interpreta un personaje fijo en un programa unitario: se trata de 'Como dice el dicho' en el que encarnará a Claudio, un exabogado que se incorpora al personal de la famosa cafetería "El Dicho" como cocinero (algo que es una de las pasiones de Omar en la vida real), que también dará consejo a personajes que lo necesiten en episodios de este programa semi-antológico que tiene mucho éxito.
Esta idea de la productora Genoveva Fernández es oportuna y brillante. El legendario comediante don Sergio Corona, el personaje principal de la serie, ya tiene una edad muy avanzada y por cuestiones de salud, ha tenido ocasionalmente que disminuir su aparición en el programa. Con la inclusión de Omar Fierro —quien recién terminó de grabar 'Mi fortuna es amarte' el exitoso comeback de Susana González— se garantiza la vida del show, con una renovación que permitirá nuevas líneas argumentales y también que haya nuevo público que sigue a Omar a donde quiera que va.