A Omar Sánchez se le ve el plumero en su primer día en 'Pesadilla en el paraíso'

El estreno de Pesadilla en el paraíso trae consigo uno de los peores datos de audiencia de un reality en la cadena. Con apenas un 13.5%, no ha empezado con muy buen pie. Y uno de sus participantes, tampoco. Y es que a Omar Sánchez se la ha ocurrido entrar con una estrategia que desde el minuto uno, al menos a mí, me ha olido a chamusquina. El ex de Anabel Pantoja ha mostrado una cara de todo menos agradable en sus primeros minutos ante las cámaras. Su arranque se siente tan poco natural, e incluso previsible que da hasta pereza verlo.

Omar Sánchez en 'Pesadilla en el paraíso' (Luis Miguel Gonzalez, Mediaset)
Omar Sánchez en 'Pesadilla en el paraíso' (Luis Miguel Gonzalez, Mediaset)

Es la nueva apuesta para el otoño de la cadena. Si bien la audiencia no ha respondido como se hubiera esperado, como dicen por ahí, lo que importa no es cómo se empieza sino cómo se acaba. Quedan todavía muchos episodios por escribir en esta aventura campestre que, a modo personal, debo de decir que estuvo entretenida. El experimento de encerrar a personalidades como la de Pipi Estrada con la de Mónica Hoyos y una Lucía Dominguín que estuvo de cine, provocaron situaciones muy curiosas.

Otras, como el esperado reencuentro entre Marco Ferri y Aly Eckmann, no fueron como nos habíamos imaginados. Los ex grandes hermanos entre quienes saltaron las chispas hace unos cuantos años, entraron con pareja y quizás por eso, lo suyo fue un saludo muy cariñoso pero poco más. Hay que darles tiempo para ver cómo afrontan su convivencia en la casa y ver si rompen el hielo del todo, aunque solo sea para ser buenos compañeros en la granja. Lo que me gustó al respecto es justo lo que a Omar le faltó, y es que ambos fueron naturales, no forzaron la situación aún sabiendo lo que se espera de ellos y están dejando fluir las cosas sin obligarse a dar espectáculo.

Todo lo contrario con el surfista. En apenas 24 horas ha hecho y dicho casi todo lo que queríamos ver y saber de él. Para empezar, ya nos hemos enterado de unas cuantas cosas sobre su relación la sobrina de Isabel Pantoja. Entre otras situaciones, confirmó que se casaron estando en crisis y que si llega a saber que se separa no hubiera montado el paripé de boda que hicieron. Dijo que no siente ya atracción sexual fruto de la gran decepción por los engaños y mentiras, y, ojo, hasta aseguró que no se perdió ni una gala de Supervivientes a pesar del trago de tener que ver a su ex haciendo 'cositas' con Yulen. ¿Será verdad o una imagen fingida para quedar bien?

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En décimas de segundos se despachó a gustito hablando de su relación pasada y dando lujo de detalles. Parece mentira que haya estado ya en un reality y casado con una reina del formato. Lo lógico es que hubiera esperado un poquito a ir dando la información cuando venía a cuento. Pero no, hizo un monólogo dividido en diferentes momentos que parecía bien aprendido. No es el Omar que vimos en su primera entrada en Supervivientes, como es normal, las situaciones con su ex y el bagaje televisivo que ya le respalda después de lo sucedido, paso por Sábado Deluxe incluido, le habría hecho ponerse las pilas rápidamente y subirse a carro de la tele. Incluso hablando de su ex sin descanso.

Siguió erre que erre con un tema que ya contó públicamente y que parece quería que quedara aún más claro. Los últimos 4 días de Anabel en España antes de irse a Honduras los pasó con él como una pareja normal y corriente y con todo lo que eso significa e implica. Dio detalles de lo que hicieron y cómo se lo pasaron, dejando así a su ex no muy bien parada. ¿Era necesario contar todo eso y mucho más en su primer día de reality?

El asunto no quedó ahí. Omar siguió siendo más que previsible con otro tema que ya veíamos venir desde afuera pero que esperábamos sucediera más adelante. ¡Ya han saltado las chispas con otra acompañante! Así es, desde que entraran en el show, él y Marina Ruiz son inseparables. Conversaciones en la cama, salidas al baño juntos, bromas y risitas típicas de quienes se tiran los tejos. En fin, unas escenas para nada creíbles que denotan bastante a lo que Omar podría haber ido al programa.

Visto desde este lado, y con unos cuantos realities a mis espaldas, me atrevo a decir que hará todo lo posible por darle celillos a su ex y quedar como el bueno de la película. Omar siempre ha actuado con cautela, ha protegido a Anabel en casi todo y ha tenido una actitud menos protagonista. Pues la cosa ha dado un giro radical y su paso por Pesadilla en el paraíso promete convertirse en un diario de su vida con Anabel y una posible venganza por la humillación que vivió con el romance caribeño entre su ex esposa y Yulen.

Una humillación que él mismo podría estar ahora mismo haciendo sentir a Raquel Lozano, la otra ex gran hermana con la que Omar llevaba casi un mes saliendo. Mientras él ha soltado por activa y por pasiva en el programa que ha entrado soltero y sin pareja, Raquel no ha podido evitar sentirse estafada al haber vivido algo totalmente distinto antes de entrar en la granja. Ella, desde plató, aseguró que estaba decepcionadísima al escucharle decir que él empezaba de cero, soltero y sin planes. Hasta dijo que lo de él y Raquel se quedaba en un paréntesis mientras estaba en el concurso. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Que ahora no pero a la vuelta sí?

Eso de ser plato de segunda mesa y de supuestamente no darle su sitio le dolió hasta tal punto que no pudo evitar las lágrimas, sobre todo por los ataques de colaboradores en plató que aseguraban que lo suyo con Omar no era algo tan serio. Raquel insistió en que solo ellos saben lo intenso que fue y que jamás esperó que la arrinconara de esa forma. Y sí, así se percibió también desde casa. Dijo que era "una tía 10", pero que él estaba soltero y abierto a lo que fuera.

Unas palabras que no le dejaron en el mejor de los lugares. Lo que yo entendí es que él ha venido a ese reality a darlo todo y hacer lo que sea necesario para dar juego, aunque eso implique dolor para terceras personas. Por eso digo que Omar se lleva un suspendido en su primera aparición en este nuevo reality. Ha dado la sensación de ser de todo menos real y eso le restaría el interés que podía despertar. En menos de 24 horas ha quemado casi todos los cartuchos del tirón y, peor aún, aparentemente forzado situaciones que no venían a cuento.

Ya sabemos que en la telerrealidad las cosas cambian de la noche a la mañana, así que toca darle el beneficio de la duda. Quizás fueron los nervios del primer día, o quizás fue una estrategia muy mal pensada. Pero a mí esto me huele a despecho, y también al nacimiento de un nuevo personaje televisivo a costa del apellido Pantoja.

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