“Ver oportunidades en el fracaso y persistir”: La historia de dos mexicanos que trabajan en la NASA

Al escuchar la palabra “NASA”, es imposible no pensar en todas las proezas que la agencia espacial estadounidense ha logrado: enviar a los primeros astronautas a la Luna, sus telescopios espaciales que ven otras galaxias, el estudio de otros planetas con sus robots exploradores y mucho más.

Quienes amamos la exploración espacial hemos soñado con lo increíble que sería trabajar en esta institución donde algunas de las personas más inteligentes, valientes y extraordinarias del mundo han puesto sus pies, entre ellas, algunas nacidas en México o de raíces mexicanas y latinoamericanas.

Te interesa: Estudiar estrellas para entender la Tierra: la científica mexicana que nos explica la importancia del James Webb

De acuerdo con la consultora Zippia, la NASA cuenta actualmente con 17 mil 373 empleados, de los cuales el 17% son de origen latino o hispano, es decir, aproximadamente 2 mil 953 de las personas que trabajan ahí.

Hay mexicanos históricos que han trabajado en la NASA como Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta de nuestro país, o Carlos Fontanont, quien en su puesto como gerente de imágenes de la Estación Espacial Internacional, nos trae a la Tierra los increíbles videos grabados en el espacio.

Y actualmente la NASA cuenta con toda una nueva generación de mexicanos que buscan dejar su huella en la agencia y que forman parte crucial en las próximas misiones y proyectos.

En Animal MX tuvimos la oportunidad de platicar con la astrofísica postdoctoral Laura Vega, astrofísica del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, quien es hija de padres mexicanos; y con el doctor Fernando Mier-Hicks, un ingeniero en robótica originario de Aguascalientes y que actualmente trabaja en NASA JPL.

Laura Vega y Fernando Mier-Hicks nos platicaron sobre su experiencia de trabajar en la NASA. Foto: Animal MX.
Laura Vega y Fernando Mier-Hicks nos platicaron sobre su experiencia de trabajar en la NASA. Foto: Animal MX.

Laura Vega y Fernando Mier-Hicks nos platicaron sobre su experiencia de trabajar en la NASA. Foto: Animal MX.

¿Cuándo nació su pasión por el espacio?

“Yo nací en San Antonio, Texas, entonces recuerdo cuando mi papá nos llevaba a México a visitar a la familia cada verano y como en esa época hacía mucho calor, nos íbamos de noche como a la 1-2 de la mañana.

“Una media hora después de Laredo, ya en México, me ponía a mirar las montañas y paisaje en la oscuridad. Me impresionó mucho mirar el cielo repleto de estrellas y desde ese entonces me empezó a gustar todo lo relacionado a la astronomía, las nebulosas galaxias estrellas.

“También tuve un interés en la ciencia, porque después de la escuela veía el programa Bill Nye The Science Guy y eso fue también una inspiración para volverme científica”, cuenta Laura Vega.

“Para mí, desde que era niño sabía que iba a estudiar algún tipo de ingeniería.

Me encantaba desarmar cosas y armarlas. Entonces la ingeniería siempre estuvo ahí, pero el aspecto aeroespacial surgió por ahí de 2008 o 2009, cuando ya estando en la carrera de ingeniería mecatrónica tuve la oportunidad de hacer una estancia de investigación en robótica planetaria en la Universidad Carnegie Mellon; ahí fue donde tuve la primera exposición a este tema y desde ahí me empezó a gustar mucho”, relata Mier-Hicks.

¿Actualmente a qué se dedican en la NASA?

“Mi rol es ingeniero de sistemas del nuevo helicóptero que la NASA va a mandar a Marte. Este helicóptero, llamado Sample Recovery Helicopter, es un elemento especial para la misión de traer muestras de Marte a la Tierra.

“Esta misión empezó hace ya muchos años, aunque en 2021 aterrizó el rover Perseverance que ahorita está recolectando muestras que en una década o menos van a ser regresadas a la Tierra a través de otras naves espaciales, que incluyen este helicóptero”, explica Mier-Hicks, quien también estudió en el Tec de Monterrey.

“Esta misión dura décadas, y la meta final es traer estas muestras de Marte de regreso a la Tierra para poder aquí analizarlas en laboratorio y así contestar cómo se formó Marte, si hay indicios de vida y recolectar más información que nos ayude a, tal vez un día, a colonizar este planeta“, agrega el ingeniero.

Una ilustración de los sistemas de la NASA para recolectar muestras de Marte. Foto: JPL NASA.
Una ilustración de los sistemas de la NASA para recolectar muestras de Marte. Foto: JPL NASA.

Una ilustración de los sistemas de la NASA para recolectar muestras de Marte. Foto: JPL NASA.

Yo estudio un tipo de estrellas que se llaman ‘enanas rojas’, las cuales son más pequeñas que el Sol. Analizo las llamaradas, las partículas y explosiones que salen de estas estrellas pequeñas”, menciona la doctora Vega.

“Para hacerlo utilizo datos del Telescopio Swift que tiene tres instrumentos: uno que mira el universo en rayos gamma, otro en rayos X, y otro en ultravioleta y todo todo tipo de luz.

“Entonces el telescopio capta un espectro de luz imperceptible para nuestros ojos, que nos puede decir muchas cosas diferentes de lo que está pasando miles de millones de kilómetros de la Tierra”, detalla.

“Los astrónomos necesitan ese conocimiento de la luz para entender qué es lo que está pasando, en qué afecta, cómo afecta a planetas que pueden orbitar este tipo de estrellas, cómo afecta la atmósfera, si podría haber vida, o qué energía despiden estos tipos de estrellas”, menciona la doctora, quien estudió en la Universidad de Maryland.

¿Cuál fue su mayor reto para llegar a la NASA?

Estar en la NASA era un sueño que parecía inalcanzable, pero hubo mucha gente y muchos mentores que me abrieron el camino para hacerlo realidad”, cuenta Laura Vega.

Yo sufrí mucho por el síndrome síndrome del impostor, que es un sentimiento que te hace pensar que no debes de estar ahí y tiene que ver con la inseguridad de uno mismo, pero para superarlo, creo que lo más importante es tener una mente mentalidad de crecimiento.

“Tener una mentalidad de crecimiento es saber que los fracasos van a pasar que esto va a pasar y vamos a seguir adelante, es tener la persistencia de seguir adelante, de no rendirse y ver oportunidades en los fracasos“, relata la astrofísica.

“Mi prueba más grande fue probablemente unos exámenes que tuve que presentar para pasar de maestría a doctorado. Yo estudié Doctorado en Ingeniería espacial en el  MIT y para pasar al doctorado hay un examen muy difícil que ponen”, menciona Fernando Mier-Hicks.

“Para mí era un paso crítico que tenía que pasar, no podía reprobar ese examen y me acuerdo que estudié como nueve meses seguidos casi que dos horas diarias con reloj para poder pasarlo y ese ha sido el reto más más fuerte que he tenido para llegar hasta donde estoy”, agrega el mexicano de 33 años.

¿Qué le recomendarían a las y los jóvenes de México cuyo sueño es trabajar en la NASA?

Que hagan su tarea. Si ahorita están en secundaria o en prepa, escojan una carrera para enfocarse en esta meta que podrían tardar 10 años en lograr”, señala Mier-Hicks.

“Por ejemplo, cuando estaba en la carrera, yo participaba en actividades extracurriculares, como competencias de robots o de ese estilo, para que te puedan aceptar en las clases de investigación y, por lo tanto, tener más facilidades para poder hacer un posgrado en el extranjero, cosa que eventualmente te puede llevar a la NASA”, agrega el ingeniero.

“Entonces son todas esas series de pasos que se tienen que tomar, pero lo deben hacer con tiempo, desde antes de terminar la carrera, porque puede que sea muy tarde para empezar a tomar estos pasos y ya es muy difícil llegar a estos puestos con una edad más avanzada”, enfatiza Mier-Hicks.

“Yo nunca fui muy aplicada, entonces tuve que estudiar mucho y no solo para pasar exámenes, sino que es estudiar para entender lo que estás tratando de aprender y otra cosa es conectarse con mucha gente, no ser tímidos o tímidas, porque cada persona sabe algo que que tú no y puedes así avanzar en en direcciones que nunca has soñado”, recomienda Vega.

“También pueden buscar a profesionales para que te platiquen sobre tu trayectoria, porque te van a decir muchas cosas que puedes aprender y puedes tomar ventaja sobre esa información”, agrega la astrofísica.

“Sigan adelante y porque sí es posible trabajar en la NASA, es algo bonito estar aquí, es uno de los lugares donde la gente se siente muy orgullosa de trabajar y no es necesario entrar en áreas de física o en astronomía, la NASA ocupa a personas de diferentes carreras, hay muchas posibilidades para crecer”, finaliza la doctora Vega.

Antes de que te vayas: Artemis I marcará el inicio para volver a la Luna y esto nos dice un ingeniero de la NASA