Los orixás se conjuran contra la intolerancia religiosa en el segundo día de Sambódromo

Río de Janeiro, 4 mar (EFE).- Los orixás y la identidad afrobrasileña volvieron en la noche de este lunes con fuerza al Sambódromo de Río de Janeiro en el segundo día de desfiles, con un mensaje contra la intolerancia religiosa pese a las recientes críticas al peso que estos temas han adquirido en el espectáculo.

La noche arrancó con el nacimiento del orixá Logun Edé, divinidad de la riqueza y de la abundancia y cuyas carrozas narraron su viaje espiritual desde África hasta Brasil, donde en la actualidad tiene un gran número de seguidores.

De hecho, una veneradora de Logun Edé, la famosa cantante Anitta, coescribió la letra del samba, en la que se elogian las cualidades del orixá y se habla de su voluntad por "desafiar el consenso".

La artista ha dicho en entrevistas que una de sus motivaciones para participar en el desfile, a invitación de la escuela Unidos da Tijuca, fue la de combatir la intolerancia contra las religiones de origen africano porque, en su opinión, esta sigue siendo "muy grande" en Brasil, donde las iglesias evangélicas de corte conservador están en boga.

El desfile de la escuela Beija-Flor también fue una oda al sincretismo cultural, con un homenaje a un importante sambista y dirigente carnavalesco, Laíla, quien poseía una amplia formación musical clásica y sentía devoción tanto por Jesús como por los orixás.

Justamente, una de las carrozas era un panteón andante, con nichos que alternaban figuras de santos africanos y cristianos; en otra, un teatro de estilo europeo estaba lleno de músicos con trajes de plumas.

"Haz la cruz y marca la 'pemba' (una tiza con forma cónica usada en la religión de umbanda)", decía la canción que acompañó el desfile.

La escuela Salgueiro, con una hinchada efervescente que no dejó de jalear, fue directa al grano e hizo un desfile sobre rituales de protección procedentes de todas las religiones que conviven en Brasil.

Una de las carrozas más impresionantes de la jornada fue una en la que dos caballos dorados que movían las patas cargaban con objetos típicos de los amuletos de los esclavizados durante el periodo colonial.

De las cuatro escuelas que desfilaron el lunes apenas Vila Isabel no hizo referencia a la herencia africana, aunque su desfile sí estaba lleno de seres fantásticos, como una calabaza de Halloween voladora o un tren fantasmagórico cubierto de telas de araña.

Polémica sobre la cantidad de temas afrobrasileños

Precisamente, el director artístico de Vila Isabel, Paulo Barros, se envolvió en una polémica, tras decir la semana pasada en una entrevista con el diario 'Folha de São Paulo' que los desfiles de temática africana eran "todos iguales" y que "nadie entendía nada".

Estas palabras de una personalidad influyente del mundo del samba cayeron como una bomba, pero son el reflejo de una opinión negativa que de vez en cuando sale a relucir en medios de comunicación sobre la cantidad creciente de desfiles sobre las raíces africanas.

En la presente edición, este es el caso de más de la mitad de las 12 escuelas participantes en los tres días de fiesta.

En el Sambódromo, en cambio, los fans de a pie, los que no se pierden un desfile y llevan la camiseta con los colores de su escuela de samba, no estaban de acuerdo.

"Fueron unas palabras desafortunadas, una falta de respeto hacia las otras escuelas", criticaron en conversación con EFE la pareja formada por Ilza Medeiros y Roberto Machado, de 66 años, pese a que ambos admiran la trayectoria de Paulo Barros.

Ni siquiera Naino Vasconcellos, de 57 años y procedente del estado de Rio Grande do Sul, uno de los estados más blancos del país, creía que hubiese un exceso de desfiles sobre temas afrobrasileños: "Forman parte de nuestra historia".

Jon Martín Cullell

(c) Agencia EFE