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El oso drogado y la película con una historia real exagerada al extremo

Keri Russell como Sari en 'Oso vicioso', dirigida por Elizabeth Banks. © 2022 Universal Studios. All Rights Reserved.
Keri Russell como Sari en 'Oso vicioso', dirigida por Elizabeth Banks. © 2022 Universal Studios. All Rights Reserved.

Boquiabiertos y sin palabras. Así nos quedamos muchos tras ver el alocado tráiler de Oso vicioso, una película con una trama insólita, paródica y absurda sobre un úrsido completamente colocado en cocaína. Sin embargo, si somos sinceros, no es la idea la que nos deja estupefactos (después de todo el cine ya se encargó de transformar a los animales en cómicos de turno con Sharknado, Dr. Dolittle, etc.), sino la frase que aparece a mitad del avance anunciando que está inspirada en hechos reales”.

Increíble pero cierto... cuando lo tomamos con pinzas. Porque es verdad que esta nueva incursión de Elizabeth Banks en la dirección está basada en un caso real. Pero antes de que se lleven las manos a la cabeza o abandonen esta lectura para salir en busca de información en redes sobre el dichoso oso colocado, deben saber un detalle: una vez más, el cine ha exagerado el asunto más de la cuenta. Porque de historia real, lo que se dice ‘real’, hay poco o nada.

La película, que supone la última interpretación de Ray Liotta antes de su muerte, cuenta la historia de un oso negro americano que consume varios paquetes de cocaína que accidentalmente caen de un avión en un bosque de Georgia durante una operación de contrabando. Y entre la euforia de la droga y el deseo de consumir más, el osito protagonista desata una ola de sangre, muerte y estragos en la zona, mientras los traficantes buscan la manera de recuperar la cocaína perdida. Como podemos comprobar en el tráiler, Oso vicioso no escatima en comedia absurda, colocando al dichoso animal en el papel de amenaza sangrienta pero también de protagonista cómico esnifando todo polvo blanco que encuentra en el camino. Una especie de Critters moderno... pero colocado.

Sin embargo, la historia real que aparentemente inspira la película fue extremadamente diferente. El asunto ocurrió en 1985 cuando un grupo de investigadores que buscaban droga arrojada por un contrabandista desde el aire, encontraron restos de paquetes de cocaína desgarrados en el Bosque Nacional Chattahoochee-Oconee de Georgia. Según los informes, cada uno de los 40 paquetes contenían un kilogramo de cocaína, derivando en una valoración total por aquel entonces de $20 millones (19 millones de euros).

No tardaron mucho en descubrir quién había sido responsable de destruir los paquetes. Porque cerca del lugar encontraron a un oso negro fallecido que aparentemente había sufrido una sobredosis con el producto. Según publicó Associated Press, los funcionarios creían que el oso había consumido "varios millones de dólares en cocaína" habiendo ingerido algunas bolsas y morir en consecuencia. Una especie de sobredosis multimillonaria.

Nadie sabe lo que ocurrió en las cuatro semanas que transcurrieron entre el momento que el oso consumió la cocaína y cuando los investigadores encontraron su cadáver, pero se sospecha que no pasó nada. No existían destrozos en la zona, ni muertes ni historias de ningún animal aterrorizando a los vecinos, sino que más bien el animal habría fallecido relativamente rápido a consecuencia del alto consumo.

Más tarde se supo que el contrabando pertenecía a Andrew Thornton, un oficial de narcóticos estadounidense, abogado y presunto líder de una pandilla, que había recogido la droga en Colombia. Al parecer, el hombre se lanzó en paracaídas desde su avión con unos 35 kilos de cocaína atado a su cuerpo, pero habría calculado mal el peso que podía transportar en la caída porque, en realidad, murió al aterrizar forzosamente en la entrada de una vivienda de Knoxville, Tennessee.

Daveed (O’Shea Jackson, Jr.), Eddie (Alden Ehrenreich), Oficial Reba (Ayoola Smart) y Syd (Ray Liotta) en Oso vicioso, dirigida por Elizabeth Banks. © 2022 Universal Studios. All Rights Reserved.
Daveed (O’Shea Jackson, Jr.), Eddie (Alden Ehrenreich), Oficial Reba (Ayoola Smart) y Syd (Ray Liotta) en Oso vicioso, dirigida por Elizabeth Banks. © 2022 Universal Studios. All Rights Reserved.

En resumen, Oso vicioso tiene poco de historia real. No solo no hubo ningún oso desatando el terror en un bosque estadounidense colocado en cocaína, esnifando paquetes ni trepando árboles con el frenesí de la droga, sino que tampoco hubo narcotraficantes torpes como los que vemos en el tráiler intentando encontrar la droga extraviada.

De esta manera, Oso vicioso supone otro intento de Hollywood de vendernos gato por liebre, hurgando en la curiosidad que provocan las historias reales pero permitiéndose suficientes licencias creativas a favor del entretenimiento. Porque señalar en el tráiler que está “inspirada en hechos reales” se antoja un tanto engañoso. Porque su historia estará "inspirada" en un evento noticioso, pero el argumento es pura imaginación de sus guionistas. Así que ya lo saben, cuando vayan a ver Oso vicioso a los cines a partir del 5 de abril en España (24 de febrero en EE. UU.) no esperen ver una historia real, sino una comedia que ha llevado una noticia a extremos delirantemente fantasiosos.

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