Otra plebeya convertida en princesa
Claramente los tiempos están cambiando. Y, por una vez no, hablamos de internet, hablamos de las monarquías. Si algo cambia poco, o nada, o muy lentamente, son las monarquías. Sin embargo, en los últimos años se está produciendo toda una revolución entre los royals: los matrimonios por amor.
Sí, los matrimonios por amor que están logrando que varias plebeyas se hayan convertido en princesas y hasta en reinas. No queremos decir que en los matrimonios entre mujeres y hombres pertenecientes ambos a Familias Reales no haya amor, pero se entiende una gran mayoría de las veces, han primado los asuntos monárquicos, los intereses de las Casas Reales, o incluso de los países.
Sin embargo, si un miembro de una Familia Real elige a un plebeyo o a una plebeya para casarse, entonces vemos amor claramente. Y eso es lo que ha ocurrido este fin de semana pasado: el amor ha vuelto a entrar de lleno en la Familia Real monegasca.
Este fin de semana todo el mundo hablaba de la boda de Louis Ducruet y Marie Chevallier, él es un royal hijo de Estefanía de Mónaco y ella es una plebeya.
Pero, todo el mundo hablaba de los distintos vestidos que había lucido la joven en la ceremonia y el convite, hablaban de lo espléndido del enlace en la Catedral de Mónaco, de los ilustres invitados, y de asuntos más estéticos.
Aquí nos interesa más otro tema y es el hecho de que cada vez se normaliza más que un heredero al trono elija casarse por amor con una plebeya. Plebeya, la palabra hasta suena mal, pero es la correcta.
Pues plebeya conoció Louis a Marie en la Universidad y de ella se enamoró. Y ahora Marie se convierte así en royal. Y resulta que junto a Marie Chevallier en la Familia Real monegasca ya tenemos a muchas mujeres que por amor han entrado a formar parte de la historia de las Casas Reales, así vemos a: Mette Marit Tjessem como Princesa de Noruega, a Kate Middleton y a Meghan Markle como Duquesas en el Reino Unido, y precisamente tenemos a la Reina Letizia en España.
Pero hay más: también encontramos a otra reina a Rania Al Yassin como Reina de Jordania, a Charlène Wittstock como Princesa de Mónaco, a Lilian Davies como Princesa de Suecia, a Mary Elizabeth Donaldson como Princesa de Dinamarca, a Máxima Zorreguieta como Reina de Holanda y a Sofía Hellqvist como Princesa de Suecia.
Todas ellas mujeres que eran plebeyas. Y como un último ejemplo tenemos precisamente a la abuela de Louis Ducruet, la bella Grace de Mónaco que pasó de ser actriz a ser princesa al casarse con el príncipe Rainiero y lo hizo como si su vida fuera una película.
Los tiempos están cambiando y las monarquías también, insisto. Las bodas como la de Marie Chevallier de este fin de semana pasado lo demuestran.