Ozomatli hace realidad el sueño de una fanática en 'Serenata de las Estrellas'

En el segundo episodio de “Serenata de las Estrellas”, cuyas cuatro entregas se estrenarán el 13 de octubre en The Roku Channel, nos reencontramos con viejos amigos.

Y es que este es el capítulo que le da presencia a Ozomatli, una banda angelina que se ha convertido ya en una auténtica institución multicultural en nuestra ciudad debido a su combinación de salsa, hip hop, jazz, funk y reggae con unas letras que, sin dejar de ser festivas, tocan muchas veces temáticas sociales que afectan a las comunidades locales de menos recursos.

“Serenata de las Estrellas”, que se presenta en español, recurre a artistas famosos de los Estados Unidos que se encuentran vinculados a la escena latina, y los invita a ofrecer sesiones musicales íntimas para personas que siguen con fervor a estos mismos artistas y que han ayudado con sus acciones a muchos de los seres humanos que las rodean. Además de Ozomatli, el programa incluye a Los Lobos, a la Chiquis y a Snow Tha Product.

En el que corresponde a la agrupación local ganadora de tres Grammys, la celebrada es Fátima Djelmane Rodríguez, primera directora ejecutiva latina de Ronald McDonald House Charities of Southern California. Ella es nominada para el gran honor por su amiga Brenda debido a los esfuerzos que realiza para ayudar a familias afectadas por el cáncer, y recibe la sorpresa mientras visita un restaurante de Santa Mónica al que llega esperando una cita de trabajo.

Contra la enfermedad

“Cuando nos ofrecieron esta oportunidad, nos pareció una idea extraordinaria. Como dicen los españoles, qué guay, ¿no?”, nos dijo el saxofonista y vocalista Ulises Bella, dando cuenta de su ascendencia europea en el hablar. “Cuando vi a Fátima en el restaurante, recordé de inmediato su cara, porque la había visto en muchos de nuestros conciertos”.

En el episodio, Bella menciona que participar en el show lo llevó a recordar a su amigo y compañero de batalla José Espinoza, alias “Crunchy”, quien tocaba el saxofón alto y que falleció a temprana edad debido a un cáncer de colon.

“Yo lo conocí cuando los dos éramos muy jóvenes, a fines de los ‘80, en un programa educativo que se llamaba Saturday Conservatory y que empezó en Cal State Los Angeles para darles a los adolescentes de barrio la posibilidad de estudiar música con pagos muy reducidos”, recordó el artista. “Después de eso, nos encontramos de nuevo en el Pasadena City College, también como estudiantes”.

La relación no terminó ahí. Mas adelante, Espinoza fue uno de los fundadores de Ozomatli al lado de Bella, Raúl Pacheco (voz y guitarra), Asdru Sierra (voz y trompeta), Willy “Wil-Dog” Abers (voz y bajo) y William Marrufo (voz y batería). Todos ellos permanecen todavía en el grupo.

“Jose estuvo en nuestros dos primeros discos, pero después de eso, tuvo que dejarnos porque Carlos Santana lo invitó a tocar en su banda”, precisó nuestro interlocutor. “Salió de gira con él durante un par de años”.

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De aquí y de allá

Pese a que “Serenata de las Estrellas” se desarrolla en español, al verlo, queda claro que muchos de sus participantes preferirían estar hablando en inglés, debido a que nacieron aquí o se criaron en este país. El mismo Bella no deja de sentirse un tanto ‘pocho’, aunque su historia es atípica.

“El español fue mi primer lenguaje, porque mi padre nació en Barcelona y mi madre en Ciudad de México”, detalló. “Me hicieron estudiar el castellano ‘a huevo’. Claro, el acento se me pega más cuando estoy al lado de ‘gachupines’ [españoles], y cuando estoy con mexicanos, se me pega más el acento mexicano”.

Espinoza no es la única persona cercana a Bella que falleció a causa del cáncer. Durante la pandemia, su suegra dejó de existir por lo mismo, y sufrió mucho en el proceso, hasta el punto de que debía ser medicada con morfina. “Fue difícil, pero estuve con ella hasta el final”, recordó nuestro entrevistado. “La tenía de la mano cuando hizo su transición”.

Hace solo cinco meses, el drama regresó a la vida del saxofonista debido al fallecimiento de su propia madre. “La pobrecita estaba sufriendo de demencia y perdió una pierna por la diabetes”, nos reveló el artista. “Pero la teníamos bien cuidadita en la casa. Esa noche comió espagueti, se fue a dormir y ya no despertó; no sufrió nada”.

Con el paso del tiempo, es inevitable que todos empecemos a ver a más gente que se va de nuestro lado. Los años tampoco han pasado en vano para Ozomatli, un grupo que tiene ya 28 años de carrera, que ha lanzado hasta el momento 10 álbumes y cuyos integrantes lucen ahora unas canas que no tenían anteriormente.

“Todos estamos en este tren, y en este tren no hay reversa, hermano”, reflexionó Bella. “Pero lo que más celebramos es ser una banda que se mantiene activa, tocando, componiendo y grabando, tras casi 30 años de carrera. Y hace poco hicimos algo novedoso, porque publicamos un libro para niños, “Moose on the Loose”, basado en una canción nuestra”.

“Yo tenía 22 años cuando empecé en esta banda, y esta banda ha hecho que mi vida sea muy rica”, prosiguió. “Si no fuera por ella, no habría viajado a todas las partes del mundo a las que he viajado y no hubiera tenido todas las experiencias increíbles que he tenido. Doy gracias porque todavía estamos vivos y saludables para hacer un buen show”.

En las buenas y en las malas

Como ocurre con todos los artistas, Ozomatli ha tenido altas y bajas. Los triunfos más visibles de su historia se dieron en los primeros años: en 2004, recibieron tanto su primer Grammy como su primer Latin Grammy por el álbum “Street Signs”, y en 2006, fueron designados por el Departamento de Estado como Embajadores Culturales, lo que les abrió las puertas de Asia, África, Sudamérica y el Medio Oriente. En los últimos tiempos, su nombre ha sido mucho menos visible.

“Cuando recién salimos, éramos tan diferentes, tan especiales, que llegamos rápidamente a un nivel muy alto”, admitió Bella. “Cuando éramos jovencitos, veíamos a Los Lobos como nuestros padrinos musicales, y ahora, creo que ya hemos llegado a esa categoría”.

Lo que no ha cambiado es la vocación activista del saxofonista, quien considera que haber superado la era de Trump ha sido importante para la comunidad latina, pero que no cree que las cosas para los nuestros hayan mejorado significativamente.

“Todavía se le echa la culpa a los inmigrantes de todos los males”, comentó. “Ves constantemente en las noticias las críticas que se les hacen por venir a este país, aunque es obvio en las imágenes que los muestran las necesidades terribles que tienen. La derecha sigue mostrando esto como si se tratara de una invasión militar”.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.