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Londres, 24 ene (EFE).- El actor estadounidense Mark Wahlberg da vida a un piloto aéreo en su nueva película 'Amenaza en el Aire' (Flight Risk), dirigida por Mel Gibson, aunque confesó en una entrevista con EFE que realmente no disfruta de volar en avión y que siempre realiza un ritual al montarse en uno. "Siempre me santiguo, toco la parte de fuera del avión al entrar y rezo una pequeña oración en el despegue y el aterrizaje", contó en una conversación virtual el intérprete de 53 años, que dijo haber tenido experiencias negativas en algunos de sus vuelos que prefería no recordar. En 'Amenaza en el Aire', que se estrena en cines este 24 de enero, Wahlberg se pone al mando de la nave como 'Daryl', el piloto encargado de llevar, a través de la inhóspita Alaska, a Madelyn, una teniente general (Michelle Dockery) y a Winston, un fugitivo (Topher Grace), para testificar en un juicio en Anchorage, pero pronto descubren que a 3.000 metros de altura no hay escapatoria posible. Un escenario "claustrofóbico" Durante la mayor parte de la hora y media que dura la cinta, la trama, plagada de secretos y acción, se reduce a una conversación entre los tres personajes principales y en un único escenario: el interior de una avioneta, algo que, según Wahlberg, a la hora de rodar "fue un poco claustrofóbico y un poco tedioso". "Fue una experiencia divertida, porque fueron solo 22 días (...) Si hubieran sido 200 días, en una película grande y con mucho presupuesto, creo que habría perdido la cabeza", aseguró el estadounidense, que desde 'Pasión Obsesiva' (1996) no había vuelto a hacer un papel antagónico. "Teníamos un gran material, actores geniales y un director increíble, así que todo el mundo estaba dispuesto y entusiasmado", comentó el actor, que dijo haber superado sus expectativas tras ver la película y todos los elementos que ocurren en la gran pantalla. 'Amenaza en el Aire' también reúne a Wahlberg de nuevo con Mel Gibson, con quien trabajó en 'El milagro del Padre Stu' (2022), aunque en esta ocasión ambos actores no comparten plano y es la primera vez que se pone bajo sus órdenes como director. "(Mel Gibson) Es un actor muy talentoso y había trabajado con él como actor en el pasado, pero trabajar con él como cineasta, ver como crea un ambiente de creatividad y en el que la gente sienta que puede mostrar su mejor momento, incluso luciendo ridículo, como prueba cosas... Fue fenomenal", añadió el actor de 'Infiltrados'. Según cuenta Gibson en un comunicado de prensa, lo que más le llamó la atención para involucrarse en este proyecto, después de haber dirigido éxitos como 'Braveheart' (1995) o 'Apocalypto' (2006) fue su guion, que corre a cargo de Jared Rosenberg. "El guion me tuvo preguntándome cosas y tuve algunas risas inesperadas. Era aterrador y tenía una mezcla de elementos que me pareció encantadora. No hay puntos muertos", comentó. Rosenberg tomó inspiración para la película de su bisabuelo, que convirtió su antigua granja en un pequeño aeródromo y le montaba en una avioneta cuando era pequeño. Raúl Bobé (c) Agencia EFE